La dirigencia de Gimnasia busca la última bala salvadora: nombres en carpeta y los descartados
Edición Impresa | 13 de Mayo de 2025 | 03:28

La salida de Diego Flores de la dirección técnica de Gimnasia fue mucho más allá de un error defensivo o el penal atajado a Piedrahíta. Es un ladrillo más en la pared del fracaso de la gestión Cowen en el fútbol, al punto de sostener un ciclo que nació muerto hasta que la evidencia se hizo inapelable con una nueva y dolorosa eliminación de la Copa Argentina.
Es, sin dudas, el peor momento del gobierno iniciado a fines de 2022. Ni siquiera el desempate ante Colón para mantener la categoría tuvo los condimentos actuales, con renuncias de dirigentes, cuestionamientos a jugadores, un rumbo repetido más allá de los errores y la reaparición del fantasma del descenso con el agravante de haberle roto la ilusión al hincha, que termina encarando un viaje a San Nicolás casi por inercia, con la certeza de que este equipo no le deparará nada bueno. Nada se aprendió de aquel 1 de diciembre de 2023 ni de la nueva oportunidad gracias a la zurda de Nicolás Colazo y el manotazo de Nelson Insfrán.
Diego Flores fue el cuarto entrenador de la gestión Cowen y el que menos duró: apenas 13 partidos. Fueron 3 victorias, 5 empates y 5 derrotas, apenas 14 puntos sobre 39. El Traductor sumó el 35,9% de los puntos y el papelón de la eliminación ante un rival de la C. Sumando la eliminación de 2023 ante Excursionistas con Sebastián Romero como DT, Gimnasia tiene el triste “privilegio” de ser el único equipo de Primera División eliminado dos veces por rivales de la C, ahora la última categoría del fútbol argentino.
Estos números, pésimos, no son los peores de los último años. Sebastián Romero dirigió 36 partidos en 2023 con 8 victorias, 10 empates y 18 derrotas entre Liga, Copa Sudamericana y Copa de la Liga. Fueron 34 puntos de 108 posibles, solamente el 31,48%.
Lo sucedió Leonardo Madelón, al frente del equipo solo en 27 encuentros con 11 triunfos, 4 empates y 12 derrotas, 37 unidades sobre las 81 posibles lo que da un 45,67% de efectividad. Y la “medalla” de la salvación ante el Sabalero.
El uruguayo Marcelo Méndez pegó el portazo por decisión propia luego de 32 partidos, con 10 ganados, 9 empatados y 13 perdidos, 39 unidades sobre 96, con 40,62 % de efectividad.
Chirola fue la apuesta de Cowen, Madelón un hijo no deseado de la necesidad de puntos, Méndez fue una propuesta de Modo Gimnasia (Juan Pablo Arrién, Oscar González Arzac, Marcelo Gauna) y el Traductor tiene el sello de Mariano Messera desde su cargo de Director Deportivo, que lo respaldó hasta más allá de la lógica. Todos ellos perdieron más partidos de los que ganaron.
El fracaso de la gestión Cowen se visibiliza en la sumatoria de malas campañas. De los últimos 108 partidos, el Lobo ganó 32, igualó 28 y sufrió la friolera cifra de 48 derrotas. Fueron 124 puntos de 324: 38,27% de los puntos. Números de descenso, en un contexto de 4 entrenadores en 29 meses. El promedio de duración de un DT de esta Comisión Directiva no llega a los ocho meses.
Ahora, los mismos protagonistas de las decisiones pasadas -incluidos malos mercados compradores y la venta de todos los proyectos importantes nacidos en el club- deberán traer un nuevo técnico que tenga las suficientes espaldas para superar los escollos, capitán de tormenta para un barco en medio de la tempestad. Jugar por no descender implica una carga anímica que este equipo deberá encarar de la mejor manera posible, aún con los cambios que se avecinan.
La reunión que desencadenó la salida de Diego Flores en San Nicolás tuvo un actor inesperado con la presencia en el vestuario -junto a Mariano Cowen y Mariano Messera- del gerente Marcelo Gauna. La Asamblea de noviembre pasado pidió su renuncia y la CD lo respaldó, aunque se dijo que sus funciones eran “escencialmente administrativas” a partir de la llegada de Messera como Director Deportivo. La realidad es que se lo protegió desde la conducción, pero su presencia en el vestuario del estadio nicoleño significó su salida desde atrás del biombo y la clara muestra de que participa en la toma de decisiones de la mesa chica como parte de una alianza electoral.
PedroTroglio, Gustavo Alfaro, Néstor Gorosito son técnicos que mostraron espaldas anchas para bancar situaciones en el club. El primero era el único libre y lo perdieron por la errónea decisión de extender el sufrimiento de todo Gimnasia con un proceso que no era viable. Ahora comenzará la danza de nombres. Algunos de los que sonaron hace unos meses tienen trabajo, como Lucas Pusineri. A otros, se los convence con dinero o proyecto deportivo y Gimnasia no tiene ni la billetera abultada ni una proyección que vaya más allá de conservar la categoría.
Andrés Yllana, en Colón de Santa Fe o Guillermo Sanguinetti, nuevamente en el fútbol ecuatoriano con Macará son otros nombres que están descartados. Seguramente, desde cercanías de calle Viamonte, volverán a ofrecer al uruguayo Alejandro Orfila. Rodolfo Arruabarrena y Julio César Falcioni son otros dos entrenadores por los que se hicieron averiguaciones hace apenas tres meses.
Se viene una búsqueda intensa y que no tendrá una definición en las próximas horas.
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