Jubilados y pensionados cada vez más lejos de poder comprar remedios
Edición Impresa | 18 de Mayo de 2025 | 04:39

Según un estudio publicado en este diario, el precio de los principales medicamentos que consumen personas de la tercera y cuarta edad se incrementó mucho más que la jubilación mínima este año. Y no por conocida esta crítica situación deja de obligar a las autoridades a enfrentarla y resolverla.
El estudio, que tiene alcance nacional, determinó que desde 2023 la canasta de remedios del PAMI subió 394,2 por ciento, un porcentaje mucho mayor que el que registró el aumento de las jubilaciones y pensiones. A su vez, la principal obra social de nuestra Provincia no dejó de decaer en las coberturas por remedios y prácticas médicas.
Tal como se reseñó en la víspera, si se tiene en cuenta que los adultos mayores consumen en promedio cinco medicamentos mensuales, la creciente proporción que estos ocupan en su presupuesto es cada vez mayor. Se sabe, claro, de otros sondeos demostrativos de que los adultos mayores están dejando de comprar algunos de sus remedios.
Según el relevamiento realizado por el Centro de Economía Política Argentina que se reprodujo en este diario, los diez remedios más utilizados por la tercera y cuarta edad se encarecieron un 5 por ciento promedio en abril, mientras que el índice general de precios creció el 2,8 por ciento. Los remedios subieron en los últimos dos años 5 puntos más en las canastas calculadas por la Defensoría de la Tercera Edad.
Se registra así una nueva merma del poder de compra de medicamentos por parte de adultos mayores con respecto a diciembre último, que profundiza las sucesivas caídas anteriores para las jubilaciones mínimas con bono. Entre otras conclusiones preocupantes, el informe detalla que si se mide el poder adquisitivo de la jubilación mínima con bonos, en términos de la canasta de medicamentos, PAMI sufrió una pérdida de 40,9 puntos porcentuales entre junio 2023 y abril 2025.
Como principio rector debiera enfatizarse que no puede verse retaceado el acceso de las personas mayores a los remedios que su salud reclama y mucho menos a quienes, con sus aportes mensuales –como es el caso del IOMA bonaerense, cuya afiliación es obligatoria para los estatales- han permitido crear y sostener al organismo asistencial. El mejor cuidado de las personas mayores –no uno que vaya empeorando- forma parte de la razón de ser de las obras sociales.
Cabría recordar que el año pasado se expidió críticamente sobre este mismo problema la entidad de Defensa de Usuarios y Consumidores, que aludió al fuerte aumento experimentado en el precio de los medicamentos. Esa situación fue, además, confirmada por autoridades del Colegio de Farmacéuticos de La Plata, que revelaron asimismo que, en un contexto de pérdida de poder adquisitivo, los pacientes buscaban genéricos más baratos o que habían reducido la compra de los medicamentos.
La salud y la mejor forma de cuidarla es un derecho inalienable de la población. Ningún habitante puede verse privado de acceder a los medicamentos. Se habla de un bien prioritario, cuya atención integral debe encontrarse garantizada, de modo que las autoridades con incumbencia en el tema tienen que revertir cuanto antes este alarmante panorama.
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