River se quedó afuera en un final de locos

El torneo Apertura despachó en 24 horas a los dos equipos más grandes. El lunes se despidió Boca y anoche River, que perdió un partido increíble y cargado de nervios y tensión. Fue en los penales, seria a la que llegó casi de milagro y con “empuje” arbitral en el minuto 51. Ese 1-1, que pareció ser un golpe tremendo para Platense y mucho más después de errar el primer penal, le dio -tal vez- su triunfo más épico. Ahora en semifinales se verán San Lorenzo con el Calamar, dos equipos a los que nadie tenía en cuenta ya que por esa llave estaban River y Racing. Así es este torneo. Para el Millonario un duro golpe pese a que todavía le queda y marcha puntero en la Copa Libertadores. Otra serie por penales que pierde el equipo de Marcelo Gallardo, que este año sufrió en la Supercopa ante Talleres.

En el primer tiempo River manejó la pelota prácticamente en todo el período pero fue demasiado prolijo y nunca quiso romper la fórmula ni la receta con la que salió del vestuario. Siempre un toque de primera, rotación pero muy poca profundidad. Salvo en los primeros minutos le costó muchísimo poner a un jugador en posición de gol frente a Juan Cozzani.

Platense empezó el juego muy retrasado y aguantando la parada. Demasiado para lo que significa tener a River tan cerca del arco propio. El pase del Huevo Acuña a Facundo Colidio en el inicio fue lo más claro y lo único del equipo de Marcelo Gallardo.

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River volvió a fallar en una etapa decisiva

Pero eso sucedió sólo en los primeros 10 minutos. De a poco el Calamar se fue adelantando en el campo y presionando unos metros más adelante. Con un juego muy directo y la peligrosidad de Ronaldo Martínez arriba sacó sus credenciales y demostró por qué había eliminado a Racing.

Esa sensación se hizo realidad a los 28 minutos, cuando Martínez con un toque dejó solo a Vicente Taborda, que aprovechó el quedo de Bustos. El jugador cuyo pase pertenece a Boca definió al palo y silenció al Monumental.

Recién ahí el local se empezó a poner un poco nervioso y apuró el trámite. Siguió con su esquema abierto y esperando el pase mágico pero con otra movilidad. Su rival, lejos de conformarse, siguió agazapado esperando otra falla defensiva para facturar. Un partido que no estaba en los planes empezó a jugarse.

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Un final con mucha polémica y protestas

El Millonario no pudo generar demasiado pero una parte del Monumental gritó gol de Franco Mastantuono, que desde el vértice derecho remató cruzado de zurda, la pelota pegó en el poste que sostiene la red y dependiendo de la zona del estadio pareció conquista. Fue lo único cercano a una situación clara de gol para un River que se fue al descanso lleno de preocupación por un partido que se le estaba complicando.

En el segundo tiempo el partido cambió. El local empezó a jugar de manera más directa y con un cambio significativo: el ingreso de Miguel Borja por Enzo Pérez. Así perdió el mediocampo y quedó en cancha con cartas para empatar o perder el partido. No hubo término medio.

Los últimos minutos tuvieron a Yael Falcón Pérez como protagonista absoluto

En ese juego de golpe por golpe el colombiano desperdició una clara y luego Platense tuvo dos muy concretas, una en contra de Martínez Quarta que pegó en el poste y un remate de Martínez.

River entró en el juego que le propuso el rival, que controló el reloj de Falcón Pérez hasta el final. Es verdad que sus jugadores demoraron mucho y que hubo mucha demora en cada reanudación, pero llamó la atención que el árbitro adicionara primero seis minutos y luego tres más. En ese tiempo debió expulsar al Huevo Acuña por una fuerte infracción (estaba amonestado) y a Mastantuono (codazo a un rival), pero no lo hizo y en el minuto 53 le sancionó un claro penal a River por falta a Miguel Borja que el pibe cambió por gol para llevar el partido a una dramática serie de los penales. Tremenda polémica y la sensación que habían despojado al Calamar de un triunfo que tenía en el bolsillo. Igual, la película le guardaba un final feliz en los penales.