Darín con Mirtha: emoción, dólar y empanadas

Los protagonistas de “El Eternauta” se sentaron el fin de semana con Mirtha Legrand y pasó de todo. Hubo momentos de emoción y de risa, pero sobre todo hubo debates picantes porque, claro, la serie parece hacer algunas referencias a nuestro presente, aunque las interpretaciones varían.

Todo empezó cuando Mirtha le preguntó a Darín cómo veía a Argentina: “Fantástico, la veo muy bien. Ahora que ya están sacando los dólares de los colchones…”, respondió el invitado.

“El tema son los colchones. Muchos colchones están un poco apolillados, pero...”, siguió, haciendo referencia a la reciente medida del Gobierno que fomenta el blanqueo de los dólares.

“Qué notable lo de los colchones, es complicado, es muy complejo”, alcanzó a decir Mirtha. Y Darín siguió: “La verdad es que no entiendo nada. Me llama un poco la atención eso de sacar los dólares del colchón. ¿De quién están hablando en ese sentido? No sé, una docena de empanadas vale 48 mil pesos. ¡48 mil pesos! “No entiendo, hay algo que no me termina de cerrar. No comprendo de lo que están hablando. Hay gente que la está pasando muy mal. Muy mal”. “Los precios son terribles, no alcanza la plata”, asintió Mirtha.

En la mesaza de Mirtha se recordó además a Alejandra Darín, la hermana del actor, fallecida recientemente. “¿Qué se le va a hacer?”, atinó a decir Ricardo, consultado por Mirtha, que se emocionó al hablar del tema. “Perdón”, dijo al quebrarse. “La conocí poco, pero era amorosa”.

“Nos dejó la orden de que la recordemos con alegría porque ella era muy de celebrar todo. Ella promovía la alegría todo el tiempo y celebrar, así que es nuestra obligación recordarla así”, comentó Andrea Pietra.

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También hubo risas en la mesaza. Sobre todo cuando Mirtha se reveló fanática de “El Eternauta”, hasta volverse un problema: la diva contó que que debió ir al oculista después de ver algunos capítulos.

“Yo vi hasta el cuarto (capítulo), me quedan dos por ver. Pero me encanta. Me quedaba viéndolo hasta las dos de la mañana, tres de la mañana. Tuve que ir al oculista después”, contó. Todos rieron. “¡En serio! No se rían. El doctor me dijo qué estaba haciendo y le dije que estaba viendo televisión. Ahí me respondió ‘¿en qué condiciones?, ¿lo ve con anteojos?’. Y cuando le dije que no, me dijo que me los ponga”.