Una zanahoria, un video y una denuncia de abuso

Un interno de la Unidad Penitenciaria N° 1 de Lisandro Olmos rompió el silencio con una denuncia que ha generado un fuerte impacto en las últimas horas : aseguró haber sido víctima de un abuso sexual dentro del penal, perpetrado por otros detenidos, utilizando una zanahoria como objeto de agresión. La acusación encendió las alarmas entre las autoridades penitenciarias, que activaron un protocolo de emergencia y aislaron a los supuestos implicados mientras avanza una investigación judicial.

Alojado en el pabellón 10 del quinto piso en la institución ubicada en la avenida 52 y 197 de Lisandro Olmos, relató que, durante su permanencia en la mencionada celda -donde estuvo a comienzos de marzo- experimentó episodios de desorientación, malestar corporal y sangrado anal, sin tener claro el motivo. Al principio creyó que se trataba de una afección médica, pero con el paso de los días, la sospecha de algo más grave comenzó a tomar forma.

Según declaró ante el funcionario penitenciario, mientras estaba en el pabellón 10 se sentía “somnoliento, aturdido, con dificultades para mantenerse despierto”. En una ocasión, defecó sangre sin saber por qué. Pensó que podía tratarse de hemorroides. Una noche, dijo, escuchó las burlas de otros reclusos que hacían referencia a un ataque sufrido mientras él dormía. Uno de ellos mencionó en voz alta la utilización de una zanahoria. Fue entonces cuando el interno ató cabos y comenzó a sospechar que había sido víctima de un abuso mientras se encontraba inconsciente.

En su testimonio, al que tuvo acceso EL DIA, el recluso se reconoció en un video que circuló por ese sector del penal por los tatuajes en la espalda. También identificó a varios reclusos que aparecían en las imágenes. Ante la gravedad del caso, se dispuso de inmediato su traslado a la Unidad Sanitaria del penal, donde fue examinado por el médico de guardia.

Paralelamente, se desplegó un operativo de seguridad en el penal. Todo el pabellón fue evacuado y sus ocupantes trasladados al sector de evacuación Nº 9. Con apoyo de los grupos de intervención y requisa, se realizó un operativo dentro del pabellón, donde se incautaron teléfonos celulares, computadoras y otros dispositivos tecnológicos, elementos que quedaron a disposición del área de sumarios para su análisis.

El informe completo ya fue remitido al Juzgado de Ejecución Penal N° 1 de La Plata, que ahora deberá avanzar en la investigación. Las pericias médicas, los testimonios y los elementos secuestrados serán claves para determinar si dentro de la cárcel se perpetró un abuso sexual encubierto, y si hubo participación organizada de los detenidos. El caso, por su crudeza y las circunstancias en las que habría ocurrido, encendió luces de alerta en el sistema penitenciario bonaerense.

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