La Escuela 68, entre los robos y las clases paradas

A tres meses del inicio del ciclo lectivo, la Escuela Primaria N°68 de City Bell sufrió el domingo su cuarto robo consecutivo y dejó, una vez más, a los chicos sin clases. A pesar de que el Consejo Escolar realiza los arreglos, las familias exigen una solución final ante esta reiterada problemática.

Durante la jornada del domingo, la escuela situada en la calle 443 entre Belgrano y 24 amaneció sin la bomba principal de agua, que asiste toda la red interna del establecimiento. Fue el cuarto robo que sufre la institución en lo que va del año.

El primer hecho delictivo ocurrió en febrero, a penas una semana antes del inicio de las clases. Entonces, los cables de la instalación eléctrica fueron el objetivo de los delincuentes. Si bien fueron restaurados para que los alumnos puedan asistir a las aulas, 15 días más tarde, otro saqueo volvió a afectar las actividades escolares.

“La segunda vez que entraron se volvieron a llevar los cables y sumaron la bomba de agua. Después, a mediados de abril el establecimiento volvió a sufrir otro robo donde se llevaron la bomba, todos los ventiladores y elementos de los docentes. Por lo que con el de este domingo es la tercera vez que se llevan la bomba de agua”, contó Carlos Gómez, un padre de tres chicos que asisten al colegio.

Con un cronograma mensual de robos, la comunidad educativa se encuentra preocupada por los reiterados hurtos que genera pausas obligadas en la asistencia normal de los chicos.

“Cómo papás, estamos súper angustiados y preocupados. Los chicos no van a poder asistir a clases durante toda semana, porque el agua es fundamental para el desarrollo de las actividades”, detalló Gómez.

LE PUEDE INTERESAR

VIDEO. El precio de la carne enciende otra alarma

LE PUEDE INTERESAR

“Lala”, otra platense que celebra por 101 años

A pesar de que el Consejo Escolar trabajó en cada ocasión en la rápida reposición de los cables y las bombas, las familias junto con los directivos, son los que colaboran en la reparación del resto del edificio. “Rompieron mobiliario, puertas y ventanas que fuimos arreglando, pero aun no se pudo reponer los ventiladores ni el material que utilizan los docentes. La educación es la única herramienta que nos puede sacar adelante y atentar contra las escuelas es lo más bajo que puede haber”, indicó Gómez.