“Una locura”: la emoción de la dupla y todo el plantel calamar

¡Cuántas cosas habrán pasado por la cabeza de esos dos laburantes del fútbol, Favio Orsi y Sergio Gómez, cuando Facundo Tello pitó el final y el humilde Platense se consagró campeón por primera vez! Seguramente, miles, desde aquellos inicios en los humildes vestuarios de la C, cuando nacieron como dupla en el banco de Fénix.

“Para vos, vieja” dijo Sergio Gómez cuando rompió en llanto, arrancó un pedazo de césped y se lanzó al piso para celebrar mirando al cielo. Favio Orsi, en tanto, salió corriendo en círculos hasta que también se quebró.

“Es una locura. Lo soñábamos, estábamos convencidos de que se podía dar, aunque nos tocó un equipo más difícil que el otro. En este momento especial se me viene mi viejo a la cabeza, me hubiese gustado darle un abrazo, pero lo siento cerca. El fútbol se lo debo a él, fue hace muy poquito pero agradezco a la vida las cosas que compartí con él. Se que anda por acá”, dijo Favio Orsi, al límite del llanto. “Lo comparto con mi familia, mi mujer, mis hijas. Es una emoción muy grande, nos costó mucho llegar acá”, dijo una de las mitades de la dupla técnica campeona.

El héroe que queda en los libros de historia es Guido Mainero. El autor del gol que valió un título dijo que sintió “felicidad pura” con la consagración. “Es gracias al grupo, a esta gente. Lo dijimos siempre: somos un grupo humilde y un cuerpo técnico que soñamos en grande. Bien merecido lo tenemos por la regularidad que tuvimos en todo el torneo y porque después estuvimos a la altura, merecimos pasar ante quien se nos puso adelante. Este es un premio, es hermoso quedar en la historia de este club. Una locura hermosa”, expresó emocionado el cordobés.

El paraguayo Ronaldo Martínez definió el campeonato como “algo único” y subrayó la chance de tener venganza deportiva, tras la final que perdió ante Rosario Central en la Copa de la Liga de 2023, una derrota que le “dolió en el corazón”.

Sobre la intimidad del plantel, Martínez afirmó que antes de salir del vestuario se dijeron que tenían la chance de “cambiar el escudo de Platense y ponerle una estrella encima”, para luego agradecer también el apoyo de la gente.

Por su parte, Leonel Picco valoró “el hambre y los huevos” de sus compañeros y ratificó que ganar los cruces de visitante y la final ante Huracán demostraron que fueron “los mejores”.

Picco recordó que antes de su llegada a Platense, en Colón, tuvo que “comer muchísima mierda”, aunque aclaró estar “agradecido” con el equipo santafesino que le permitió aprender y madurar. El volante dedicó el campeonato a “todos los que no confiaron en mí ni en mis compañeros”.