Miguel Ángel Velit: de Perú a La Plata con un pedacito de Lima en colores

Se formó en la Facultad de Bellas Artes en los 80 y, desde entonces, entabló un vínculo entrañable con esta ciudad a la que ahora regresó con una muestra de expresionismo pop urbano

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Por MARÍA VIRGINIA BRUNO

vbruno@eldia.com

Tardó casi tres días en llegar desde Lima a La Plata, en un viaje en micro que le recordó a los que, hace cuarenta años, realizaba con más frecuencia cuando estudiaba en la Facultad de Bellas Artes de la UNLP. Su regreso, tras ocho años sin pisar estas diagonales, se dio en el marco de una invitación para exponer en la sala principal del Museo Beato Angélico, un espacio que frecuentaba de joven y al que nunca dejó de volver. De hecho, en su acervo, hay varias obras de Miguel Ángel Velit, un peruano que se ha dedicado a llevar pedacitos de Lima por el mundo y “con mucha audacia”, según cuenta en diálogo con EL DIA.

Audacia en el sentido de su atrevimiento, de su empuje, de su intención por querer que su obra trascienda y, principalmente, “por haber confiado en mí”. Con sencillez recuerda cómo, a los veintipocos, tallaba esculturas en madera, y le hacía bases de metal, y las cargaba en la mochila y salía a recorrer ciudades, “como si fueran tan fáciles de trasladar en tren o micro”, se ríe ahora de unos inicios nostálgicos que tienen como muestra una serie llamada “Fuerza Inca”.

Esas circunstancias de las que nunca renegó, y a las que cada tanto vuelve como ahora, “fueron pruebas que yo tuve siempre en el lapso de mi vida. Pero así fue como llegué a China, Rusia, Hungría, Emiratos Árabes y Estados Unidos, siempre creyendo en mí porque las cosas después en el camino se van fundando”.

Como en casi todos los lugares del mundo, Velit no fue profeta en su tierra hasta hace unos pocos años cuando, un proyecto que lo llevó a explorar el arte a través de mapas “voladores” de su país, le dio el reconocimiento que tanto había anhelado. Un postergado premio de la Academia, y otros mimos, le hicieron sentir que sí, había valido la pena dedicar su vida al arte aunque le haya costado vivir exclusivamente de esto, a este también profesor y dueño de un pequeño “negocito familiar”.

A lo largo de los años, Velit ha trabajado con esculturas y otras manifestaciones artísticas como videoarte e instalaciones, aunque en los últimos años se ha volcado más a la pintura. “Soy polifacético” dice el artista que presentó hace ocho años en el Macla una serie de obras abstractas y que ahora regresó con algo totalmente diferente, de “estilo expresionista pop urbano”.

“Urbano La Plata 2025” es el nombre que reúne a la muestra integrada por 15 obras que contrastan en las paredes blancas de la Sala Sassone. Porque, “como decía Matisse, el color llega a los sentidos”, repite el artista que pintó con fuerza amarilla y roja historias que reflejan la suya propia entre personajes, situaciones y lugares que se mueven entre su Lima natal y La Plata, “mi segundo hogar”.

Un inca en bicicleta, mapas, taxis y más bicicletas que refieren a su pasión por el ciclismo tal vez, además de alguna exuberante muchacha que seguramente lo haya inspirado en noches de desvelo y un micro que une Latinoamérica con China, Alemania y Hungría son parte de las piezas que hipnotizan a un grupo de niños del comedor Rayito de Sol de Berisso a los que Miguel Ángel les enseñó a dibujar un rostro de manera proporcionada. “Y todo lo hago gratis”, dirá después, orgulloso de una de las acciones sociales que realizó días atrás en el marco de la muestra, y que también lo llevó a dar charlas y otras actividades.

Descendiente de inmigrantes italianos que se instalaron en Perú durante la Primera Guerra Mundial, que hicieron base en un pequeño pueblo llamado Chincha, ubicado a 200 km de Lima, su primer contacto con el arte fue a los cinco años cuando empezó a “copiar” los cómics de Superman y Batman. De más grande se perdería entre las revistas “El intervalo” y “Fierro”, editadas en Argentina, en las que encontró más placer por lo “underground, lo urbano”. “Por eso mi obra está inspirada en el cómic, sobre todo en el cómic urbano”, cuenta sobre un sello propio que fue moldeando gracias al lenguaje plástico que aprendió en su formación en La Plata, entre 1984 y 1991.

En este sentido, confiesa que la muestra es también “un homenaje a mis maestros platenses”, entre ellos, José de Luis de Leo, Raúl Moneta, Raúl Ibarra, el Mono Cohen, Rubén Eloegui y Virginia Di Santi, que han sido importantes en la consolidación de su obra.

A los 63 años, con un hijo de 25 que sigue sus pasos artísticos pero enfocado en el campo digital, Velit, que dice que en sus años de formación ha trabado vínculos con artistas como Luca Prodan, Charly García y otros rockeros, disfruta con alegría de este regreso a La Plata, una ciudad a la que vio “más ordenada” debido a la remodelación de sus principales plazas, según elogia.

Auspiciada por el Consulado General del Perú en La Plata, “Urbano La Plata 2025” se podrá recorrer hasta el 25 de julio en el Museo Beato Angélico, 47 esquina 16 y diagonal 73, con entrada libre y gratuita.

 

Miguel Ángel Velit

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