La trufa negra gana terreno en el partido de Saavedra con impulso provincial
| 24 de Junio de 2025 | 17:24

La localidad de Espartillar, en el partido de Saavedra, fue escenario este fin de semana de la cuarta edición de Trufar, la Fiesta de la Trufa Negra, que reunió a productores, chefs, autoridades y técnicos con el objetivo de visibilizar y potenciar una actividad en pleno crecimiento: la truficultura. Durante el evento se conformó la primera Mesa Provincial de Truficultores Bonaerenses.
“El sudoeste bonaerense también es tierra de trufas”, aseguró el ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, al destacar el valor estratégico de esta producción emergente. “Hace cinco años era impensado hablar de trufas, vinos y olivos en la provincia de Buenos Aires. Hoy tenemos la Ruta del Olivo, nuestros vinos ganan protagonismo y puedo asegurar que también somos una provincia trufera”, afirmó.
Rodríguez participó del acto inaugural junto a Mariano Mansilla, secretario de Gobierno y Hacienda de Saavedra, y Juan Carlos La Grotteria, presidente de Trufas del Nuevo Mundo. El evento ofreció charlas técnicas, demostraciones de búsqueda con perros adiestrados, visitas guiadas a una trufera en producción y una clase magistral de los chefs Lele Cristóbal y Carlos Avalle.
La truficultura dejó de ser una rareza en Saavedra. Hoy se presenta como una alternativa productiva concreta, con impacto en la diversificación económica y el valor agregado en origen, ejes prioritarios del Ministerio. “Para nosotros todas las producciones son importantes. Acompañamos la fruticultura y también el avance de cultivos como el kiwi, que en los últimos cinco años creció notablemente”, señaló el ministro.
Durante la conformación de la Mesa Provincial participaron representantes municipales y provinciales, como Marisol Merquel, ex diputada provincial; y los secretarios de Producción de Tornquist, Guaminí, Coronel Suárez y Saavedra, además de docentes y técnicos especializados como Julio Hollmann, director de la Chacra Experimental de Carhué. También se presentaron líneas de financiamiento aplicables a la truficultura.
Las trufas negras —Tuber melanosporum— crecen bajo tierra en simbiosis con raíces de encinas, robles, avellanos o jaras. El proceso es lento: los primeros frutos pueden aparecer a partir del cuarto año, pero la producción comercial llega cerca del décimo. La recolección es quirúrgica: perros bretones adiestrados detectan su aroma, y el productor extrae con cuidado cada hongo sin dañar la raíz simbiótica.
Desde su primera edición en 2022, Trufar se consolidó como una plataforma para articular saberes, fortalecer redes productivas y proyectar una identidad territorial asociada a la alta cocina y la innovación. “La trufa negra ya no es solo patrimonio de Europa”, expresaron desde la organización. El sudoeste bonaerense, con suelo, clima y compromiso, empieza a escribir su propio capítulo trufero.
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