Atacan a cuchillazos a un taxista, que enfiló hacia una zanja para salvarse

Edición Impresa

Ser taxista, con este nivel de inseguridad y violencia que atraviesa la Ciudad, es una profesión de riesgo. Y Hugo Romero puede dar pruebas de que no se trata de ninguna frase de circunstancia, sino de una triste y penosa realidad.

Es que al comando de un WV Voyage, disco 564, luego de levantar a una pareja en Villa Elisa, un viaje hacia Arturo Seguí se convirtió en una pesadilla.

De milagro, para comenzar el relato de esta historia, no murió desangrado. Fue después de ser atacado a cuchillazos en el rostro y otras partes del cuerpo.

Sin posibilidad alguna de escape, porque incluso llevaba el cinturón de seguridad colocado, lo que lo limitó de movimientos, al margen del volante, apeló a un recurso extremo. Enfilar derecho a una zanja.

Precisamente, por el impacto, que el auto también acusó consecuencias, los ladrones emprendieron la retirada, no sin antes cortajearle todos los neumáticos y romper una ventanilla.

Todo pasó a la altura de las calles 419 y 517 del domingo pasado. Justo ese día, los trenes no corrían hasta la estación de La Plata.

Fue la propietaria del rodado de alquiler quien acudió en su auxilio y lo llevó hasta el hospital de Gonnet, donde afortunadamente se comprobó que, pese a las lesiones, su vida no corre peligro.

Al parecer, todos los vecinos apuntaron el nombre del autor del hecho, porque sería del barrio. Sin embargo, al menos por ahora, se encuentra en libertad.

Será con la intervención judicial que, previo algunas diligencias de rigor, pueda lanzarse alguna medida sobre el responsable.

La calificación legal de su obrar está bajo análisis, dependiendo del informe médico para establecer la gravedad de las lesiones sufridas por el taxista.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE