Aparecieron las rampas para el chico de Tolosa

El pasado 12 de junio este diario dio a conocer la historia de Salvador, un niño de 9 años de Tolosa que a raíz de una discapacidad motriz, debe utilizar un andador-entrenador de marcha para trasladarse a la escuela Nº 89. A la complicación se le suma la travesía: desde su casa, en 520 entre 115 y 116, hasta 520 y 5 bis, encuentra cordones y cemento donde debería haber rampas para discapacitados.

Eso demanda la tarea, hoy imposible para él, de levantar el sólido andador. Finalmente, esa situación se termina: las rampas serán construidas por la Municipalidad de la Plata. Así se lo confirmaron al padre de Salvador, Luciano Granea, y a EL DIA, tras la consulta correspondiente a la Comuna.

Luciano Granea, junto a la madre de Salvador, Yésica Rincón, denunciaron la situación a fines de marzo en la delegación barrial sin obtener respuestas positivas.

El cansancio llegó a tal punto que el padre advirtió que si no colocaban los dispositivos en las intersecciones, alquilaría un martillo ‘rotopercutor’ y sin saber cómo usarlo, él mismo haría las rampas. En aquel entonces, había dicho a EL DIA: “Estoy haciendo una rampa que el Estado no tiene tiempo para hacer. Yo lo hago por mi hijo pero es para todo el barrio también”.

Tras varios días sin respuestas, una empresa privada se comunicó con este diario en el transcurso del fin de semana pasado ofreciendo la donación de rampas, teniendo en cuenta que cada una tiene un valor de $300.000.

La empresa que pretendía llevar adelante la donación fue la encargada de hacer las diferentes rampas en la Ciudad, por que cuentan con el pre modelo de instalación. Asimismo, la entidad no disponía los recursos para la instalación de las mismas, por lo que también pedía colaboración para eso.

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Lo cierto es que la solución final devino de las autoridades correspondientes, aunque de manera fortuita.

“Fue un poco de suerte”, sentenció Luciano Granea para referirse al encuentro con autoridades de la Municipalidad de La Plata. “De casualidad, me encontré con el Intendente en una estación de servicio y tenía impresa una carta que pensaba llevar al Municipio. Aproveché el momento”, introdujo Granea y continuó: “Se comprometió a que la carta llegue a los responsables de Obras Públicas”.

Dos días después, desde esa área, llamaron a la familia: “Nos dijeron que nos quedemos tranquilos que ahora en esta semana, o en la otra a más tardar, iban a arrancar con el proyecto de las rampas”.