Mercado Libre demuestra que Ingresos Brutos tiene que ser absorbido por un Súper-IVA
Edición Impresa | 12 de Julio de 2025 | 01:32

Por JORGE COLINA
El Impuesto sobre los Ingreso Brutos que cobran las provincias tiene muchísimos defectos para los contribuyentes y, por lo tanto, para el crecimiento económico. El más mencionado es el “efecto-cascada”. Esto es, al aplicarse en cada etapa de producción y comercialización, sin descontar lo pagado en etapas anteriores, el impuesto se acumula induciendo a las empresas a integrarse verticalmente y perjudicando a las pymes proveedoras. Este es el impacto que siempre miran los economistas.
Pero más grave aún es que es un impuesto oscuro, ya que es imposible saber con precisión cuál es su incidencia en el precio final de un producto. Con lo cual, los exportadores terminan exportando el impuesto, lo que implica que son menos competitivos en el exterior (porque son más caros a raíz de Ingresos Brutos) y los productores nacionales terminan perdiendo contra los importadores porque tienen artículos más caros. El importador paga Ingresos Brutos cuando importa, nada más. El productor nacional tiene incrustados en los costos de insumos los Ingresos Brutos de toda la cadena productiva que llevó a la obtención del insumo. En este sentido, no hay más destructor de competitividad que el impuesto sobre los Ingresos Brutos.
Pero los daños que hace Ingresos Brutos no terminan aquí. Las provincias les obligan a algunos contribuyentes a actuar como entes recaudadores gratuitos (las tarjetas de medios de pago), o bien, a los contribuyentes a actuar como agentes de percepción, o sea, le tiene que cobrar el impuesto a su cliente (imagínate lo que ayuda esto a la sana competencia) y de retención, o sea, le tiene que descontar el impuesto al proveedor de la factura que le va a pagar.
Para ilustrar con un ejemplo. Vos le compras a una empresa por $100 que es agente de percepción de una dirección de rentas provincial, bueno, te emite una factura por $105, porque los otros $5 es para la dirección de rentas provincial independientemente de si vos sos contribuyente o no con esa provincia. O sea, no le comprás más. Si le vendés, le pasas una factura de $100 y te paga $95 porque los otros 5% se lo mandó a la dirección de renta provincial. Anda recuperar los $5.
Los de la dirección de rentas provinciales están chochos. Recaudan sin laburar. Los ciudadanos (clientes / contribuyentes) están en un infierno.
Apareció Mercado Libre y mostró otro problema
Por razones logísticas, comerciales o legales muchas empresas aplican un precio único para todo el país. Pero como la incidencia de Ingresos Brutos en sus costos es diferente entre provincias, los consumidores de las provincias con menor carga de Ingresos Brutos terminan subsidiando (pagando precios más altos) a los de las provincias con alícuotas más altas (que pagan menos precios del que deberían pagar).
Agarra Mercado Libre y dice: “Chau, diferencio los cargos por ventas on-line según la presión impositiva de Ingresos Brutos que aplica cada provincia”.
Entonces, sobre un cargo general que está en un rango de 12% a 16,5% de la venta, Mercado Libre baja la comisión un 0,25% promedio en el rango para Formosa, Corrientes, Santiago, Río Negro y Santa Cruz, que tienen bajo Ingresos Brutos, y sube 0,55% en promedio para el rango para Santa Fe, Córdoba y Jujuy.
El gobernador de Santa Fe cometió un error que un político no debe cometer: enojarse.
En una enérgica reacción dijo que Santa Fe aplica 9% de Ingresos Brutos a la actividad financiera, para promover la actividad productiva. Así, cometió dos errores. El primero es que confundió Mercado Libre (que paga Ingresos Brutos por sus cargos de ventas) con Mercado Pago (que paga por la actividad financiera). El segundo error es no tener en cuenta que cargar con una alícuota alta la actividad financiera perjudica la actividad productiva porque encarece el crédito. Pero, bueno, ya está.
Cuestión es que estas reacciones empresarias no resuelven el problema. Sí cumplen un importante papel explicitándolo. También muestran que las distorsiones de Ingresos Brutos no se solucionan con la baja de alícuotas. Se puede bajar Ingresos Brutos a la mitad y su anticompetitividad inmanente se mantiene inmaculada.
La forma es con un Súper-IVA. Esto es unificar en un solo impuesto al valor agregado el IVA más Ingresos Brutos. Ya se sabe que la respuesta del lector será: “pero va a ser un Súper-IVA con una alícuota del 28% / 30%”.
Si. Que es hoy la presión tributaria nacional y provincial sobre las ventas. Solo que la presión de Ingresos Brutos está escondida en el alto precio final. Con el Súper-IVA explicitaríamos esta irracional carga impositiva y, al ser un impuesto al valor agregado, se mejoraría sustancialmente la competitividad argentina. Hay que avanzar con el Súper-IVA.
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