Mar del Plata inicia una temporada frutihortícola marcada por la incertidumbre
| 22 de Julio de 2025 | 17:11

En Mar del Plata, una de las regiones productivas clave del país, los productores del cordón frutihortícola comenzarán en septiembre una nueva temporada de siembra marcada por la incertidumbre. La falta de capital, el aumento de costos en dólares y la baja rentabilidad condicionan fuertemente el panorama de quienes trabajan la tierra en el partido de General Pueyrredon.
“Ahora estamos en temporada baja. Es el momento más silencioso para los productores, cuando se prepara la tierra, el riego, la luz, todo lo necesario para empezar a plantar en septiembre”, explicó Ricardo Velimirovich, presidente de la Asociación Frutihortícola de General Pueyrredon, en diálogo con La Capital. Actualmente, los trabajos se concentran en los invernaderos y la preparación de los campos a cielo abierto, mientras que la siembra fuerte, con variedades de primavera y verano, está prevista entre septiembre y octubre.
Sin embargo, este año la superficie sembrada será menor. “Este año se va a sembrar un poco menos porque no hay capital para volver a sembrar la misma cantidad que el año pasado”, anticipó Velimirovich. La actividad atraviesa un escenario económico adverso: los productores no solo enfrentan la falta de previsibilidad sobre los precios y el nivel de ventas, sino también una fuerte presión por los insumos dolarizados.
“El dólar está subiendo justo cuando tenemos que hacer las compras para planificar la siembra. Y a eso se suma que hay menos ahorro disponible. Te tenés que achicar porque, si no, no podés seguir produciendo”, remarcó el titular de la asociación. A eso se suma un desfasaje entre el precio que recibe el productor y lo que finalmente paga el consumidor. “Nosotros dependemos mucho del consumo. Y hay una diferencia muy grande entre lo que gana el comercio y lo que gana el campo. El comercio levantó los precios, pero el productor vendió menos y no recuperó la inversión”, señaló.
Frente a este contexto, los productores temen que la menor inversión impacte en el abastecimiento. “Entre Mar del Plata y La Plata abastecemos más del 50% de la producción del país. Si Mar del Plata siembra menos, La Plata te manda, pero se genera un desequilibrio”, advirtió Velimirovich. También resaltó la dificultad de planificar en este rubro: “Una empresa puede ajustar producción mes a mes, nosotros tenemos que plantar en septiembre sin saber cómo va a estar el mercado en enero”.
“Estamos todos los días hablando entre nosotros para ver cómo viene la mano, qué vamos a sembrar. Las inversiones son muy altas y no sabés si vas a recuperar. ¿Cómo hacés para saber cuánto va a valer el tomate en enero? Imposible. Y así es muy difícil planificar”, agregó.
Las primeras siembras de invernadero arrancarán en septiembre, seguidas por las plantaciones al aire libre, siempre que el clima lo permita. “Las variedades de verano no toleran tanto frío, así que hay que estar mirando todos los días el Servicio Meteorológico para no perder la plantación. Y que no te agarren las heladas porque algunas plantas no las resisten cuando están recién plantadas o brotadas... es hacer malabares para defender la producción”, graficó Velimirovich.
En este contexto adverso, muchos optan por la diversidad de cultivos como estrategia para sostener la producción durante más meses del año. Aun así, las posibilidades son limitadas: “La situación económica actual no deja margen para grandes inversiones”, concluyó el presidente de la Asociación Frutihortícola, y en el sector, por ahora, el objetivo es resistir y sembrar lo que se pueda.
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