VIDEO. El recuerdo de la Operación Bagration: el golpe fatal al nazismo en el Este y la liberación de Minsk
| 3 de Julio de 2025 | 07:26

Hace 81 años, el 3 de julio de 1944, la ciudad de Minsk, capital de la actual Bielorrusia, fue liberada por el Ejército Rojo de la Unión Soviética tras casi tres años de brutal ocupación nazi. Este acontecimiento fue uno de los momentos culminantes de la Operación Bagration, una de las mayores ofensivas militares de la historia contemporánea, y un punto de quiebre en la Segunda Guerra Mundial.
A mediados de 1944, el curso de la guerra ya no favorecía a la Alemania nazi. Las derrotas sufridas en Stalingrado (1943) y Kursk (1943) habían puesto fin a la ofensiva alemana en el Este. Sin embargo, el Ejército alemán aún mantenía firmes posiciones defensivas en el territorio soviético ocupado, especialmente en Bielorrusia, donde el Grupo de Ejércitos Centro (Heeresgruppe Mitte) controlaba un extenso corredor que se extendía desde el norte de Ucrania hasta los países bálticos.
Mientras tanto, en el frente occidental, los Aliados preparaban el Desembarco de Normandía, que finalmente se concretó el 6 de junio de 1944. A partir de entonces, la URSS, liderada por Iósif Stalin, presionó para lanzar una ofensiva coordinada desde el Este que obligara a Alemania a dividir sus recursos y combatir en dos frentes simultáneos.
El plan soviético y la Operación Bagration
La Operación Bagration fue lanzada el 22 de junio de 1944, exactamente tres años después del inicio de la invasión nazi a la Unión Soviética (Operación Barbarroja). Fue una ofensiva colosal, en la que participaron más de:
- 1.7 millones de soldados soviéticos
- 33.000 piezas de artillería
- 6.000 tanques y cañones autopropulsados
- 5.300 aviones
La operación fue dirigida por altos mandos como Georgy Zhukov, Konstantin Rokossovsky, Ivan Chernyakhovsky y Aleksandr Vasilevsky, y se caracterizó por el uso avanzado de tácticas de engaño estratégico (maskirovka), que lograron confundir a la inteligencia alemana sobre el verdadero objetivo del ataque.
Los soviéticos lograron ocultar sus preparativos y engañar al alto mando alemán, que esperaba un ataque principal en Ucrania y no en Bielorrusia. Así, el Grupo de Ejércitos Centro quedó vulnerable, sin refuerzos ni posibilidad de retirada organizada.
La caída de Minsk
Minsk, ocupada por los nazis desde el 28 de junio de 1941, era uno de los bastiones más importantes del frente oriental alemán. Durante la ocupación, la ciudad fue escenario de masacres masivas: se estima que más de 300.000 personas fueron asesinadas, entre ellas casi toda la población judía local, que fue confinada en el gueto de Minsk, uno de los más grandes del Este europeo. También hubo represión contra partisanos bielorrusos y deportaciones a campos de trabajo y exterminio.
La ofensiva soviética sobre Minsk fue rápida y devastadora. Entre el 28 de junio y el 3 de julio, el Ejército Rojo cercó la ciudad desde varios flancos. La 3.ª Armada Blindada alemana fue aniquilada, y más de 100.000 soldados alemanes fueron capturados o muertos en el cerco. El 2 de julio, las tropas soviéticas entraron a Minsk, y al día siguiente la ciudad fue declarada oficialmente liberada.
Consecuencias de la operación en la Segunda Guerra Mundial
La Operación Bagration fue una catástrofe militar para Alemania: en poco más de un mes, el Grupo de Ejércitos Centro quedó virtualmente destruido. Las pérdidas alemanas fueron colosales:
- Más de 450.000 bajas (entre muertos, heridos y prisioneros)
- Pérdida de decenas de divisiones completas
- Colapso de toda la línea defensiva en Bielorrusia y parte de Polonia
En comparación, las bajas soviéticas también fueron elevadas, pero no decisivas: se estiman alrededor de 180.000 muertos o heridos, según cifras oficiales, aunque algunas fuentes occidentales elevan ese número.
La victoria soviética permitió avanzar rápidamente hacia el oeste, liberando ciudades como Vilna, Białystok, Brest-Litovsk y Lublin, y acercándose peligrosamente a Varsovia. También encendió las alarmas entre los Aliados occidentales, preocupados por el avance soviético sobre Europa Oriental.
Un hito olvidado en Occidente
Aunque en Europa occidental la atención histórica suele centrarse en Normandía, muchos historiadores coinciden en que la Operación Bagration fue aún más decisiva en términos estratégicos y de impacto en el curso de la guerra. En tan solo seis semanas, la URSS recuperó un territorio mayor que el liberado por los Aliados en casi un año en el oeste.
El historiador británico Antony Beevor calificó a Bagration como "el golpe más letal contra Hitler en toda la guerra", mientras que otros como Richard Overy remarcan que "la destrucción del Grupo de Ejércitos Centro marcó el principio del fin para la Alemania nazi".
Lo cierto es que en la actual Bielorrusia, la liberación de Minsk sigue siendo un hito patriótico recordado con monumentos, museos y actos oficiales. La ciudad, devastada en la guerra, fue casi completamente reconstruida durante la era soviética. Hoy, el Museo de la Gran Guerra Patria en Minsk guarda recuerdos de la resistencia partisana y del sufrimiento de la población civil.
La Operación Bagration no fue solo una victoria militar. Fue, también, un acto de justicia histórica contra el régimen nazi, que había sembrado muerte y horror en millones de hogares soviéticos. A 81 años de aquel momento, el recuerdo de la liberación de Minsk continúa vivo como símbolo de resistencia, sacrificio y redención.
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