La crisis lleva a la quiebra a empresas del agro
Edición Impresa | 6 de Julio de 2025 | 05:38

En los últimos meses, se viene registrando un cambio de paradigma respecto al sector agropecuario, donde varias empresas de renombre del rubro comenzaron a tener problemas en la cadena de pagos.
Gigantes del calibre de Los Grobo, Agrofina y Surcos, y otras que están siendo observadas de cerca, conforman un grupo de empresas agrícolas que enfrentan serios desafíos financieros. Los Grobo Agropecuaria, líder en el negocio agrícola, con acopio y venta de insumos en todo el país, representa el caso más emblemático de lo que está ocurriendo con las insumeras del sector.
En la agroindustria en general se están viendo ajustes en la competitividad, atados a la crisis económica que atraviesa la población argentina, que en su mayoría consume menos. Grandes empresas como Ledesma, Verónica, Granja Tres Arroyos, Georgalos, entre otras, son ejemplos de la crisis de consumo. Estas firmas demandan grandes volúmenes de materias primas del sector agropecuario (caña de azúcar, leche, maní, pollos) y, ante las dificultades, el suministro también se resiente.
En el rubro agrícola, donde la soja, el maíz y el trigo siguen siendo los reyes de las pampas, la lógica es distinta, pero el resultado final es similar. Las que están sufriendo son las empresas proveedoras de insumos (semillas, acopio, servicios, fitosanitarios), y no tanto los productores ni los compradores de los granos.
El escenario actual está marcado por una baja en los precios internacionales de las commodities, pero al mismo tiempo por costos internos de producción cada vez más elevados. Fertilizantes, herbicidas, alquileres de tierra y combustibles encabezan la lista de los principales obstáculos para los márgenes de rentabilidad de los productores. La presión fiscal, en especial las retenciones, también contribuye a empeorar el panorama, al reducir el precio neto que reciben los farmers, según Iprofesional.
En esta cadena, el proveedor de insumos es el eslabón más expuesto. Los productores adoptan planteos de siembra más defensivos, es decir, con menor inversión en tecnología e insumos básicos, y se enfocan en tratar de salvar la campaña. A sabiendas de que se pierde producción y rentabilidad, hacer inversiones en el campo sigue siendo una actividad de alto riesgo, especialmente para quienes alquilan la tierra, que hoy representan al menos el 75% de los productores.
El caso de Los Grobo se hizo oficial tras la presentación de un concurso preventivo de crisis, luego de no poder hacer frente a sus compromisos financieros vinculados a Obligaciones Negociables.
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