Arsénico en el agua: uno de cada tres argentinos lo bebe a diario en su hogar
Edición Impresa | 1 de Agosto de 2025 | 01:45

Aunque hace décadas que los reclamos vecinales por la presencia de arsénico en el agua potable se vienen desatando en distintos localidades del país, un reciente estudio realizado desde la Universidad Nacional de Rosario sobre el impacto de esta problemática puso en el foco su magnitud. En Argentina, más de 17 millones de personas consumen en sus hogares agua con con niveles de esta sustancia que se ubican por encima de los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La investigación, realizada por el Programa de Medio Ambiente de la Universidad, estableció que la problemática afecta al menos a 12 provincias, pero tiene una fuerte incidencia en la de Buenos Aires, donde muchas localidades registran una presencia de arsénico que supera ampliamente el límite seguro de 0,01 miligramo por litro de agua.
El arsénico es un metaloide tóxico, que puede ingresar al agua potable a través de fuentes naturales (como la erosión de las rocas) o actividades humanas (como la minería y la agricultura). La ingesta permanente de esta sustancia puede tener efectos graves en la salud, incluyendo problemas cutáneos, cardiovasculares y reproductivos, además de poseer potencial carcinógeno reconocido en humanos.
Ante esta situación, el Consejo Profesional de Química de la Provincia de Buenos Aires se manifestó ayer en “estado de alerta” por la crisis en el acceso al agua segura para la población argentina, y en particular para la de la provincia de Buenos Aires.
Aunque reconocen que la presencia de arsénico en el agua de consumo “es un flagelo de larga data, ciertamente invisibilizado”, “el estudio realizado por la UNR constituye un diagnóstico abarcativo que brinda una certera dimensión del problema”, señalaron desde el consejo profesional.
“Aunque se viene registrando desde hace tiempo la presencia de arsénico en el agua para consumo de muchas localidades bonaerenses, esta investigación pone en evidencia la impunidad y la negligencia general con la cual se presta un servicio esencial a la ciudadanía”
Carlos Colángelo Presidente del Consejo Profesional de Química en la Provincia
Si bien “nuestra entidad viene registrando desde hace tiempo la presencia de arsénico en el agua para consumo de muchas localidades bonaerenses, esta investigación pone en evidencia la impunidad y la negligencia general con la cual se presta un servicio esencial a la ciudadanía”, resaltó el doctor Carlos Colángelo, quien preside el Consejo Profesional de Química a nivel provincial.
A su entender, “esta realidad no pudo ni puede ser desconocida por las empresas prestatarias, ni por las autoridades de gestión sanitaria y ambiental. Resulta inconcebible que no se realicen los análisis correspondientes, ni los tratamientos adecuados a cargo de personal químico matriculado, para revertir los altos niveles de arsénico en el agua para consumo humano”, afirmó.
Para Colángelo “resulta imprescindible que la población tenga acceso a la información veraz sobre la calidad del suministro que consume, y que al mismo tiempo se arbitren medidas reparatorias de manera urgente por parte de las empresas y las autoridades gubernamentales”.
Desde el Consejo Profesional de Química, se hizo un llamado “a iniciar un proceso de trabajo mancomunado e integral con la intervención del sector público y el privado a fin de garantizar el acceso pleno y seguro al agua potable” a las poblaciones afectadas.
En esta misma línea se manifestó recientemente la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires. Ante un recurso de amparo presentado por ciudadanos de Chivilcoy, el máximo tribunal rechazó la queja de Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA), dejando firme el fallo que obliga a la empresa a garantizar agua potable con menos de 10 µg/L de arsénico, tal como lo exige el Código Alimentario Argentino.
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