Pochettino sueña en inglés

La Premier League, ya es un hecho, revivirá a partir de la próxima temporada uno de los duelos de estrategias que más cautivó al fútbol mundial en la última década: Pep Guardiola vs José Mourinho. Manchester City (Guardiola) y Manchester United (seguramente Mourinho) es además un clásico de ciudad. No tiene la dimensión universal de Barcelona-Real Madrid. Y tampoco tiene a Leo Messi vs Cristiano Ronaldo. Pero el Pep-Mou Capítulo II, cada uno cobrando una media de 20 millones de euros al año, reflejará el poder económico de una Liga que se jacta de haber inventado al fútbol, pero que recurre cada vez más al talento extranjero. Con ellos competirá también Jurgen Klopp, el DT alemán que llevó a la cumbre al Borussia Dortmund y ahora dirige al Liverpool. Y, como indican últimos rumores, estaría además el argentino que fue DT de Chile, Jorge Sampaoli, que podría dirigir a Chelsea. Y allí está además, y esto es lo que más nos interesa hoy, el argentino Mauricio Pochettino. Es el DT del Tottenham Hotspur que marcha escolta y con grandes chances de conquistar el título. Y, acaso más importante aún, es el hombre que algunos imaginan en Londres como futuro técnico hasta de la selección inglesa. Porque, su paso primero por Southampton y ahora en Tottenham, se nutre ante todo del semillero inglés. De jugadores que hoy son parte fundamental de la selección inglesa. Y de su futuro.

Es interesante seguir por TV los partidos del Tottenham, el equipo más joven de la Premier League. En la última gran victoria 2-1 contra el Manchester City del Kun Agüero hubo una imagen que sintetizó todo. La pelota, por un rebote fortuito, se fue hacia un costado, cerca del área del Tottenham. Un jugador del City estaba más cerca y llegó primero. Al segundo tenía a tres jugadores del Tottenham rodeándolo. El Tottenham de Pochettino corre como ningún otro equipo de la Premier. Jonathan Wilson, uno de los periodistas que mejor analiza las tácticas en el fútbol, cuenta que los Spurs están cerrando el campeonato como el equipo con menos goles en contra (lo que no sucedía desde 1951). Que por eso son fijos (salvo en caso de lesión) los zagueros centrales de la selección belga (Toby Alderwireld-Jan Vertonghen), claves junto con el volante central Eric Dier, para que el equipo defienda con línea de tres (y presione adelante) o de cinco, según lo requiera el partido. Es uno de los equipos que más recupera en la Premier, pero que, a su vez, más tiempo tiene la pelota. Es el que comete más faltas (12,7 por partido). Increíble ver que el exRiver Erik Lamela, volante fino, lidera la estadística de los foules (47, contra 20 que le cometieron), símbolo de cómo obliga Pochettino a marcar aún a los jugadores más habilidosos. Se trata, dice Wilson, de la influencia que recibió Pochettino de su “padre” futbolístico: Marcelo Bielsa.

Pochettino conoció a Bielsa cuando tenía apenas 13 años (el “Loco” lo descubrió en el pueblo santafesino de Murphy, cuando buscaba jugadores para Newell’s por todo el país a bordo de su Fiat 147). Ya DT de Primera, Bielsa lo puso de titular. Fue el Newell’s campeón argentino y finalista de la Libertadores en el ’92, un equipo de enorme despliegue, presión asfixiante y gran juego colectivo que, confiesa Pochettino, marcó su carrera. En la virtud, temen otros, puede estar el problema. ¿Mantendrá su nivel de presión el Tottenham en los 23 partidos (entre copas inglesas y europeas) que pueden quedarle en esta temporada, o sentirá el desgaste en los momentos decisivos como le sucedió a equipos de su admirado Bielsa? Tottenham presiona hoy de modo más controlado que lo hacía Pochettino con Southampton. En menos de tres semanas los Spurs juegan de local un partido clave contra el Arsenal del francés Arsene Wenger, gran candidato al título si en algún momento, como algunos suponen, cae el líder revelación de la Premier, el modesto Leicester que dirige el italiano Claudio Ranieri. Habrá que estar atentos a ese partido.

Pochettino, el DT del Tottenham, es el hombre que algunos imaginan en Londres como futuro técnico hasta de la selección inglesa

Tengo una mirada crítica al comercialismo excesivo de la Premier League. A sus codiciosos patrones extranjeros que olvidan el sentido de comunidad que distingue a un club. Pero no puedo dejar de apreciar el fútbol generoso de su campeonato, que es equitativo en el reparto de los dineros. Su juego no es acaso el de más calidad, pero sí es el más frontal y esforzado en la búsqueda del arco rival. Por eso, mientras vemos al Tottenham de Pochettino, aguardo impaciente que desembarque Guardiola. Pep podrá superar con billetera la falta de historia pesada del City, que ni se compara con la de Barcelona o Bayern Munich. Pero su estilo de toque, de construcción paciente del ataque, será un desafío a la cultura del juego en Inglaterra. Como escribió días atrás Jorge Valdano en su columna en el diario mexicano Record: “Una de las manera de definir el ‘estilo Guardiola’ es diciendo que es todo lo contrario al estilo inglés”. Fiel a su estilo (aunque en el Bayern mostró más versatilidad que en el Barca), Guardiola, dice Valdano, “querrá que sus jugadores sean exploradores que mueven la pelota con paciencia, hasta encontrar un pasillo que les permita salir de atrás limpiamente y, desde ahí, seguir manejando el partido con largas posesiones que son una tortura para los rivales. Pero –se pregunta Valdano-, ¿cómo lo asimilará Inglaterra? Y concluye: “yo iría pidiendo ansiolíticos para los hinchas del City”. “En Inglaterra –dice a su vez Oscar Cano, DT español hoy en Qatar, autor de libros sobre Pep- el ritmo es altísimo y es casi imposible ver a algún equipo que se ordene a través del pase. Pep querrá que sus jugadores se paren, y eso ya es algo contracultural en el fútbol británico”.

“No me importa quién es (Guardiola). El fútbol se trata de los grandes jugadores más que de los grandes técnicos”. Lo dice Harry Redknapp, uno de los DT más renombrados y carismáticos del fútbol inglés. Y añade con una pregunta: ¿acaso Luis Enrique, cuyas estadísticas en Barcelona, superan hoy las de Guardiola, también es un gran técnico? Que Guardiola es un DT especial, casi no hay dudas. Cuentan que Messi, tras la salida de Pep, se propuso acaso como nunca demostrar que el Barca era grande ante todo por los jugadores. Y que por eso jugó con especial interés el duelo de semifinales de Champions de la temporada pasada cuando eliminó al Bayern Munich de Pep, con aquel recordado golazo que hizo caer de espaldas a Jerome Boateng. Para demostrar acaso que el gran Barca campeón de todo en la última década es el Barca de Messi, más que el Barca de Guardiola. El viernes pasado, el diario catalán Sport explicó que la clave del gran funcionamiento actual de Messi-Luis Suárez-Neymar es que Luis Enrique, poco menos, da absoluta libertad al trío atacante. El uno (Guardiola) intervencionista. El otro (Luis Enrique) inteligente para dejar que los artistas interpreten libremente lo suyo. Y no se le rebelen.

“Guardiola es uno de los mejores entrenadores que existen actualmente y su llegada jerarquiza la Premier, pero no sería justo hablar de cosas que son difíciles de visualizar”. Lo dice Pochettino, el argentino que conoce bien a Pep porque lo enfrentó en clásicos catalanes cuando dirigía al Espanyol y que hoy está cerca de coronarse en la tierra de los DT más celebrados. Tiene razón Pochettino. Para el choque de estilos, y también de egos, entre Pep y Mou todavía falta. Pochettino, siempre bajo perfil, lejos de cualquier culto autocelebratorio, vive el presente. Cómo no darle la razón.