Alertan por el cigarrillo en alumnos secundarios platenses

Uno de cada tres adolescentes de entre 12 y 18 años tuvo contacto con el tabaco, ya sea por ser fumador, ex fumador o haber probado el cigarrillo. En esa franja etaria, el 41% desconoce totalmente los efectos del tabaquismo sobre el corazón. Las chicas fuman más que los varones. La mitad de los jóvenes convive con fumadores, pese a lo cual el 35% asegura que nunca le han hablado sobre ese hábito. Y una de las causas principales para adoptarlo es tener una madre fumadora. Son sólo algunas de las conclusiones a las que arribaron cuatro médicos residentes de Cardiología del Hospital San Juan de Dios y un docente de Medicina que, por propia voluntad y con recursos propios, elaboraron el proyecto Adolescentes Libres de Tabaco (Alit), que incluyó una encuesta a 2.003 alumnos del Liceo Víctor Mercante y del Colegio Nacional con el fin de tener herramientas concretas para luchar contra el flagelo mediante la educación.

El 35% de los chicos y chicas señalaron que en su hogar no les hablan de los efectos nocivos que puede tener el tabaco. De hecho, el 41% de ellos no los conoce

Se trata de Pablo y Miguel Gulayin, Rodrigo Bruno, André Rossi Días y Guillermo Brena. Durante todo el 2010, estos jóvenes médicos preocupados por el tabaquismo en los adolescentes realizaron talleres educativos en el Liceo, y en septiembre llevaron a cabo la exhaustiva encuesta, cuyos datos terminaron de ser procesados poco tiempo atrás por el Centro Superior para el Procesamiento de la Información (Cespi) de la UNLP. La iniciativa, si bien aún continúa con el seguimiento de los alumnos encuestados, ya fue reconocida. El mes pasado ganó el premio de la Sociedad de Cardiología de La Plata al mejor trabajo científico 2011.

"Esta es una fotografía de la realidad del tabaquismo adolescente tomada en dos de los colegios más grandes de la Ciudad, donde contamos con una gran colaboración de los departamentos de Biología", destacó Pablo Gulayin, y añadió que se trata de una muestra "muy importante porque nos aclara esa realidad a nivel platense, lo cual nos permitirá diseñar mejores estrategias y medidas para prevenir esta adicción".

En cuanto a los resultados de la encuesta, si bien sólo el 8% de los jóvenes de 12 a 18 años afirma ser fumador, la curva de prevalencia por edad arroja un resultado inquietante. Es del 1% a los 12 y a los 13 años; del 5% a los 14; del 10% a los 15; del 16% a los 16; del 19% a los 17, y se dispara hasta el 29% a los 18. "Esta última cifra es equivalente a las descriptas para la población general en nuestro país por encima de los 18 años", explican los profesionales, y advierten que "por lo tanto, podemos pensar que al terminar el secundario los jóvenes fuman a la par de los adultos".

DESDE LOS TRECE

En ese marco cobra relieve la edad de inicio. "La mitad empezó entre los 13 y los 14 años, mientras que casi 3 de cada 4 lo hizo entre los 13 y los 15", detallan.

Es alta la exposición al humo ajeno que experimentan los adolescentes. El 49% afirmó convivir con uno o más fumadores. El 26% señaló al padre, un porcentaje idéntico a la madre, el 10% a hermanos y un 9% a "otros". En tanto, el 76% aseguró tener un amigo fumador.

Pese a esa realidad, el 35% de los chicos y chicas señalaron que en su hogar no les hablan de los efectos nocivos que puede tener el tabaco. De hecho, el 41% de ellos no los conoce.

El equipo médico destacó que "entre los tabaquistas encuestados predominó ampliamente la baja motivación para dejar de fumar". El 81% entra en ese grupo. Sin embargo, la gran mayoría cree que puede dejar el hábito fácilmente. Señal de alerta: "Los jóvenes subestiman el poder adictivo de la nicotina, una realidad que marca la necesidad de trabajar desde edades tempranas sobre la problemática", indican los expertos.

LA MADRE FUMADORA

¿Por qué empiezan a fumar los adolescentes? Al analizar las características de los fumadores versus las de los no fumadores aparecen los predictores (elementos que anticipan conductas a futuro) para iniciarse en el tabaquismo. Los principales son el hecho de ser mujer -en otras palabras, las chicas fuman más que los varones-; tener más edad -como se observó, la prevalencia aumenta casi en forma geométrica de los 12 a los 18-; convivir con un fumador; tener amigos fumadores, y lo que los médicos calificaron como "un hallazgo": que la madre fume.

Aunque en líneas generales la encuesta no arrojó diferencias sustanciales entre varones y mujeres -excepto, como se indicó, el hecho de que las chicas fuman más que los chicos-, hay una para destacar. Es la que refiere a la dependencia que se desarrolla a la nicotina: en los hombres alcanza al 12,5% y en las adolescentes apenas al 1,12%.

El 73% de los fumadores consume menos de 10 cigarrillos por día, en tanto que el 20% puede llegar a un atado. Sólo el 1% fuma entre 21 y 30, y el 7% -un número elevado para el caso- fuma más de 30.

En otro orden, casi 5 de cada 10 jóvenes respondieron que en su casa no saben que fuma.

MOTIVACIONES

"El tabaquismo es considerado la principal causa de muerte prematura evitable en el mundo. La epidemia mata anualmente a 5,4 millones de enfermos de cáncer de pulmón, cardiopatías y otras patologías. El 80% de las muertes prematuras por esta adicción ocurren en países en vías de desarrollo, en los cuales la prevalencia se encuentra en aumento, especialmente entre los jóvenes y las mujeres". La introducción del trabajo galardonado por la Sociedad de Cardiología platense da cuenta de los motivos que llevaron a los residentes a iniciar esta cruzada contra un flagelo que en Argentina se cobra 40 mil vidas al año.