Cristina minimiza la medida de España ante el conflicto

La presidenta Cristina Kirchner relativizó ayer a la tarde la decisión de España de reducir compras de biodiésel en represalia por la expropiación de YPF y pidió "tranquilidad", tras asegurar que la Argentina "está en condiciones de absorber" esa producción en el mercado interno.

"Cualquiera sea la decisión soberana que tome España no la vamos a cuestionar. Van a pagar un biodiésel a sus empresarios más caro y no sé cómo impactará en su economía. Pero quiero decirles a los argentinos que estén tranquilos, estamos produciendo y en condiciones de absorber esa producción", señaló la mandataria.

Al encabezar un acto en Santa Cruz, Cristina Kirchner recordó que es "nieta de españoles" y subrayó la "generosidad" con la que la Argentina recibió a los inmigrantes de ese país tras la guerra civil, por lo que remarcó: "Nosotros vamos a responder con la misma generosidad de siempre", subrayó.

En su presentación, la jefa de Estado también leyó el artículo 128 de la Constitución de España, que señala que "toda riqueza del país esta sujeta al interés general", por lo que sostuvo que los españoles "deben sentirse orgullosos de contar con instrumentos que defiendan tan bien sus recursos naturales".

"No vamos a hacer ningún planteo a la OMC. No vamos a decir que están cerrando las exportaciones ni hacer diatribas porque nosotros no somos así, somos gente de trabajo pero muy respetuosa de la soberanía de los países. Por eso somos tan celosos de nuestra propia soberanía y nuestras propias decisiones", apuntó.

RECLAMO CONTRA PIQUETES

En tanto, la Presidenta pidió el cese de piquetes como forma de protesta y les advirtió a los manifestantes que, de mantenerlos, "les terminan haciendo el juego a los que los sacaron a la calle".

La mandataria señaló que "con la nacionalización de YPF se ha terminado de pagar la historia de los piquetes argentinos, de quienes salieron a protestar por una vida que le estaban arrebatando", por lo que pidió que ahora "busquen formas diferentes de protesta", ya que esas "pertenecen a otra Argentina".

La jefa de Estado mencionó esa modalidad de protesta en momentos en que fleteros y despachantes de Aduana bloqueaban los principales puertos del país en rechazo a las trabas a las importaciones que aplica el Gobierno.

En alusión a los cortes de calle que nacieron en Neuquén en 1992, durante la privatización de YPF, la mandataria remarcó que "se está pagando esa deuda histórica" y denunció que con el mantenimiento de los piquetes "les terminan haciendo el juego a los que sacan a la calle a los piqueteros y caceroleros".