Perdió todo pero recolecta ayuda para el barrio

A Fernanda Mercado y su familia no les quedó nada. “Pero nada de nada”, enfatizó la joven de 22 entre 34 y 35, una, entre tantas, de las cuadras del barrio La Loma donde golpeó con mayor fuerza el temporal del martes. Igual, y aunque fue tanto lo que perdió que ayer andaba con una remera musculosa como pollera y un par de pantuflas prestadas, ella alternaba la complicada tarea de limpiar su hogar con el trabajo de colaborar con sus vecinos damnificados.

“Acá, o colaboramos todos o no salimos nunca más adelante”, planteó Fernanda con una convicción de hierro al tiempo que convocaba a personas que no habían sufrido pérdidas a realizar aportes. Para eso se valió de una institución que se ubica al lado de su casa, el centro de fomento “Francisco Arisnavarreta. Allí, en el número 123 de la calle 22, al promediar la tarde ya habían recibido varios aportes de familiares y amigos de la gente del lugar, pero esas donaciones no alcanzaban para cubrir todas las necesidades.

Esta madre de tres chicos de 16,14 y 6 años resistió el diluvio en su casa junto a su marido y sus hijos con el agua a la cintura. Pasó, como miles de platenses, una noche de terror. Sin embargo, al día siguiente, cuando la correntada de la calle bajó y tuvo ya una idea más aproximada de todo lo que había perdido, no dudó en ponerse al frente de la recuperación del barrio.

Entre los vecinos de la cuadra de Fernanda lo que más se necesita son colchones y frazadas, porque a raíz de ese déficit la gente no ha podido dormir anteanoche, después de un día agotador. También se requiere, entre las prioridades, calzado para niños y adultos.