Psicólogos recorren los barrios para brindar contención

Profesionales de la Salud Mental brindan por estas horas asistencia psicológica en los lugares más críticos de la Ciudad, en hospitales móviles que funcionan en Villa Elvira -en calle 13 y 94, y en 1 y 96-; en Los Hornos -161 y 64-; Tolosa -5 y 520; Ringuelet -7 y 508- y en el barrio San Carlos, en las intersecciones de 520 y 159 y 529 entre 148 y 149.

En esos lugares, intervienen en casos de estrés postraumático y relevan necesidades de las personas afectadas. Pero también hay profesionales que visitan los centros de evacuados para informarles que tienen la asistencia psicológica a disposición.

También, se trabaja para contener y abordar a los alumnos que fueron víctimas del desastre y que concurren al colegio y están afectados, o no lo hacen y en ese caso se los referencia.

“El propósito -explicaron los sanitaristas- es atenuar el impacto de las situaciones extremas para disminuir el riesgo del desarrollo de trastornos psíquicos posteriores, y preparar a las personas que están por volver a sus hogares”.

“Los damnificados -destacó Silvia Bentolila, una de las psicólogas afectadas al operativo- en lo posible no deben estar solos sino acompañados por seres queridos. También es importante que la gente no se automedique, respirar pausada y prolongadamente para evitar la hiperventilación que genera irritabilidad, y comprender la necesidad de tenerles paciencia fundamentalmente a los niños que pasaron por este trance”.

“A los chicos -sostuvo- hay que escucharlos, hacerles hacer actividad física y lúdica. Lo ideal es que dibujen y cuenten lo que les pasó para que sientan que pueden tener la situación bajo control, bajo dominio. Y sería fundamental que pudieran volver a la rutina lo antes posible, volver a sus actividades de todos los días”.

ANGUSTIAS Y ENOJOS

“A las personas afectadas -remarcó la psicóloga- les explicamos que la angustia y el estado que tienen después de la inundación es normal. Porque frente a lo que nos resulta muy amenazante, las personas tenemos una reacción que no sólo es emocional, sino que está mediada por reacciones orgánicas. Cuando las personas sentimos que una situación no está bajo nuestro control, disparamos sistemas de alerta”.

“Y los damnificados -agregó- están en hiperalterta, es lo que se da bajo situaciones de mucho estrés y tensión. El organismo hace estar a la defensiva para ver qué es lo que va a pasar, por lo que uno está enojado, violento e irritable”.

“Por eso tratamos de explicarles a las personas -concluyó- que eso que les pasa es esperable y normal: no poder dormir, estar enojados, impulsivos o desconectados. Pero también hay casos en que mucha gente dice ‘no pasa nada, estoy bien’, pero después le llegará la angustia y el malestar” y esa es también una reacción lógica”.