Escenas de pánico y desesperación que revivieron la tragedia de Once

Gritos, corridas, desesperación. Heridos, muertos. Dos escenarios distintos, pero con imágenes que se repetían y se venían a la memoria de todos. Primero fue Once y ahora Castelar. Dos accidentes ferroviarios con distintos protagonistas, pero con la misma línea ferroviaria en medio del drama, la Sarmiento.

Inmediatamente después de sucedido el choque de ayer, en Castelar, poco después de las 7 de la mañana, varios familiares de las víctimas del accidente de Once ocurrido el 22 de febrero de 2012 se hicieron presentes en el lugar, y no dudaron ni un segundo en señalar que estaban nuevamente ante las imágenes del horror, aunque ahora con otras víctimas, con más víctimas de por medio.

Aquellos que en sus casas encendían el televisor todavía sin saber que había ocurrido el choque entre los trenes, pudo bien interpretar de entrada que se trataba de imágenes de archivo de la tragedia de Once.

Hierros retorcidos, un vagón arriba del otro, gente desesperada buscando salir por sus propios medios y otras que fueron auxiliadas, y la incertidumbre de no saber cuántas muertes había que contabilizar esta vez.

Once, Castelar. Dos escenarios distintos, el mismo horror. Gente que debía llegar a sus lugares de trabajo y que encontró el drama, una vez más, arriba del tren que todos los días los traslada. Ahora la justicia deberá determinar si se trató de un accidente o un siniestro, como ayer pidió el ministro Randazzo.