De ciudades amigables a registros y multas

ESCENA DE “¿Y SI VIVIMOS TODOS JUNTOS?”, COMEDIA QUE RELATA LA HISTORIA DE CINCO AMIGOS QUE, A LOS 75, DECIDEN COMPARTIR CASA CUANDO SURGE LA POSIBILIDAD DE IR A UNA RESIDENCIA PARA ANCIANOS

El crecimiento de la expectativa de vida y la relación entre envejecimiento, enfermedad crónica y dependencia, motiva que en todo el mundo se adapten respuestas para los adultos mayores desde el punto de vista social y sanitario.

Se estima que cada segundo dos personas cumplen 60 años en el mundo y que la proporción de ciudadanos de esa edad -hoy uno de cada nueve- será en 2050 de uno cada cinco. En La Plata, la población mayor de 60 supera el 15% según datos del censo 2010.

A la luz de los datos se suman propuestas para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores y asegurarles cuidados que muchas veces no pueden ser brindados por sus familias. Entre esas respuestas surgen opciones nuevas, como las ciudades amigables con los adultos mayores, las viviendas tuteladas o los registros de ancianos con dependencias.

El concepto de ciudad amigable con los adultos mayores (age -friendly) fue desarrollado por Alex Kalache quien dice que “en una ciudad amigable es más fácil vivir para todos. Se trata de ciudades más humanas”.

En La Plata, desde 2010 trabajan en conjunto organizaciones no gubernamentales y el municipio para convertir a la ciudad en amigable con los adultos mayores.

Según Silvia Gascón, “una ciudad amigable con los adultos mayores es aquella donde un mayor tenga todo lo que necesite en un radio de entre ocho y diez cuadras”.

Como esa, hay otras iniciativas que se instrumentan en otros países para responder al problema. Una de ellas, instrumentada en Quebec, consiste en la creación de un registro de personas con dependencia para poder brindarles asistencia en sus propias casas a aquellos que lo necesiten mediante un organismo creados para ese fin.

Por otra parte, en muchos países se trabaja en generar instancias que conectan las necesidades del adulto mayor con la oferta de servicios, desde los cuidadores domiciliarios a los hogares.

“Esa necesidad en nuestra Región hoy está desatendida”, dice Gascón.

Por otra parte surge el concepto de vivienda tutelada: casas en las que se comparten espacios comunes para comer, realizar actividades sociales o recreativas, con servicio de enfermería permanente y sin barreras arquitectónicas.

Esta realidad preocupa tanto a los gobiernos que recientemente China promulgó una ley que dispone multar y aún enviar a la cárcel a aquellos hijos que no visiten a sus padres.

También el cine se ha ocupado del tema en varias producciones. Una de ellas, recientemente estrenada y llamada “¿Y si vivimos todos juntos?”, plantea la estrategia de cinco amigos, que deciden convivir en una casa a los 75 años, cuando surge la posibilidad de ir a una residencia para ancianos (foto).