Un resultado que abre el juego a un nuevo esquema de poder

EL ABRAZO DE SERGIO MASSA CON SU ESPOSA MALENA LUEGO DE ANUNCIAR SU TRIUNFO

Por MARIANO SPEZZAPRIA

Los resultados de las elecciones primarias tienen múltiples lecturas, pero la primera de ellas debe dar cuenta del inicio efectivo de una etapa de transición política en la Argentina. Si bien el kirchnerismo sigue siendo la primera fuerza a nivel nacional -y no es de suponer que eso cambie en octubre-, lo cierto es que el veredicto de las urnas le bloquea el paso a la reforma constitucional.

Por ende, la presidenta Cristina Kirchner no podrá aspirar a la reelección y el oficialismo deberá buscar un sucesor de cara al recambio de 2015. Hasta ayer, el dirigente mejor posicionado para alcanzar ese sitial era el gobernador Daniel Scioli, pero la victoria de Sergio Massa en la Provincia agrega una ficha al tablero peronista.

Hasta hace poco tiempo, Massa era el intendente bonaerense mejor perfilado para suceder a Scioli en la Gobernación, pero la prueba de fuego que atravesó el Frente Renovador en el siempre difícil campo electoral lo coloca ahora en otro plano, con inocultable proyección nacional. Sin embargo, el jefe comunal debe dar todavía unos cuantos exámenes para ponerse el traje de candidato a Presidente.

VARIANTES PARA EL FUTURO

Scioli está mejor posicionado entre los gobernadores justicialistas, aunque no es cómodo para él tener que afrontar una derrota en el distrito que administra. No obstante, un sector del kirchnerismo estaría dispuesto a apuntalarlo sobre la base del 30 por ciento del electorado que se mantiene fiel a los designios de la Casa Rosada. A su vez, la Presidenta no dio aún señales de que lo bendecirá.

“Es una gran victoria. Con sólo pensar que fueron 40 días contra 10 años se puede tener una dimensión de lo que hicimos”, comentó a EL DIA uno de los responsables de la campaña massista. El triunfo en la categoría de diputados nacionales se cimentó desde los municipios y con lógica de armado territorial, más allá de que la candidatura de Massa traccionó votos por sí misma.

Esto último fue, en rigor, el diferencial con la candidatura de Martín Insaurralde, dado que el intendente de Lomas de Zamora no era una figura relevante de la política bonaerense antes de iniciarse el proceso electoral. Queda claro, entonces, que la estructura del Frente para la Victoria sostuvo a su postulante y lo hizo crecer en consideración más allá de sus posibilidades iniciales.

GANADORES

Fuera de los límites de la Provincia, también resultaron ganadores de las elecciones primarias el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, cuyos candidatos tuvieron una muy buena performance en la Capital, aunque los postulantes de UNEN -sumados- obtuvieron una cosecha mayor a la del oficialismo porteño. También festejaron el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, que impuso su supremacía política en esa provincia, y el socialista Hermes Binner, quien ratificó su predicamento en Santa Fe.

A su vez, Julio Cobos logró una buena victoria en Mendoza y podría ser ubicado en la grilla de los presidenciables de una alianza futura junto al propio Binner y a algunos de los dirigentes de UNEN como Elisa Carrió, que recuperó protagonismo en las Primarias de ayer. La interna de las fuerzas progresistas porteñas resultó una buena experiencia y tornó competitivo al espacio, aunque en política dos más dos no es cuatro y ahora deberán intentar que la suma de votos obtenida ayer confluya en una sola lista.

Otro hecho a tener en cuenta es la brusca caída del FpV en Santa Cruz, la provincia en la que se originó el kirchnerismo y en la que ahora está desgajado del peronismo, que responde al gobernador Daniel Peralta. En la misma sintonía debe interpretarse la derrota del oficialismo en Chubut, donde cayó a manos del histórico dirigente justicialista y ex gobernador provincial Mario Das Neves.

Se trata de resultados electorales que permiten inferir el inicio de la fase descendente del kirchnerismo en el poder, que ocupa de forma ininterrumpida desde el 25 de mayo de 2003. Esta nueva etapa se explica en buena medida por el desgaste de una década en el ejercicio del gobierno, pero también porque en esta oportunidad el desafío proviene de las entrañas del peronismo.

La aparición de Massa como un referente de peso en el justicialismo bonaerense también pone en duda el proyecto presidencial de Scioli, a quien el intendente de Tigre considera como un adversario directo en su proyección política. De hecho, uno de los principales asesores de Massa es ahora Alberto Fernández, quien hasta hace poco tiempo buscaba armar la pata porteña del sciolismo.

“Massa se convierte ahora en una figura importante, no sólo en la provincia de Buenos Aires sino también a nivel nacional”, analizó el ex jefe de Gabinete. Y agregó, como para que no queden dudas: “Se está cerrando una etapa y comienza otra nueva en la política argentina”. Lo dijo el hombre que estuvo en el origen del FpV cuando era sólo un proyecto solitario de Néstor Kirchner.