Matías Aguirregaray: el Vasquito, otro uruguayo que gritó en un clásico local

MATIAS AGUIRREGARAY PASA AL ATAQUE Y EN VELOCIDAD LE GANA AL COLOMBIANO CORREA

ANALISIS
Por M.C.

Minuto 15 del segundo tiempo. Explotan las tribunas. Gimnasia se acaba de quedar con diez por la expulsión de Facundo Oreja. Tiro libre para el Pincha. Patea Jorge Luna, Monetti despeja para la derecha y por allí aparece Jonatan Silva. De primera, ante la sorpresa de los defensores rivales, tira el centro al medio y allí, como un número nueve, está Matías Aguirregaray. El lateral uruguayo, que antes había tenido la suerte de hacerle un gol a Nacional jugando para Peñarol, de zurda, clavó el empate.

De los debutantes en el clásico, Aguirregaray fue de lo mejor en Estudiantes. No sólo por haber marcado el gol, sino por haberles mostrado el camino a sus compañeros. Tal cual su costumbre y característica fue una flecha por la banda derecha. Con dudas en la parte final, fue todo el tiempo en el complemento. Y tuvo su premio a los 15 minutos del segundo tiempo.

Su gol le permitió a Estudiantes empatar un partido que venía mal. Otra vez un uruguayo héroe en un clásico. Como Juan Manuel Salgueiro en 2007, y como tantos hubo en la vereda de enfrente en la década del ‘90.

“Uruguayo, uruguayo”, gritó la hinchada. También se celebró del otro lado del Charco. Los medios charrúas y, principalmente las páginas partidarios de Peñarol destacaron el gol de su hijo pródigo, ahora con la camiseta roja y blanca.

“En lo colectivo no nos vamos contentos porque vinimos a buscar la victoria pero no la conseguimos. Por lo menos no se perdió” , remarcó Aguirregaray al responder por su semblante luego del 1-1 en el Estadio Unico.

“Fue un empate que no sé si fue justo, porque Estudiantes tuvo chances de gol que no supo concretar” , continuó el lateral por la derecha, que llegó para ser el número cuatro del equipo y desde que desembarcó se puso la camiseta y no se la sacó más.

A pesar de la amargura por el empate, el Vasco valoró lo realizado por Estudiantes durante los 90 minutos. “Nos faltó meterla adentro. Las situaciones se crearon. Nos vamos con este empate con sabor amargo porque vinimos a buscar la victoria y no la pudimos alcanzar”.

“Gimnasia hizo su juego, demostró ser un gran rival y también jugó para minimizar nuestras virtudes. Nos faltó un poco más de inteligencia, aunque de todos modos las chances de crearon” , agregó el uruguayo que se tiró que no encontró en Joaquín Correa al compañero necesario para desequilibrar por el sector derecho del ataque. Por eso muchas veces enganchó para el medio.

Por último, cuando le preguntaron por la rispidez con los jugadores rivales, este jugador de sangre charrúa y conocedor del asunto explicó con claridad: “Son clásicos y hay que jugarlos así. Los dos salimos con los dientes apretados” .