Batalla campal y vergüenza

MEZA, MARCONE, BRAGHIERI, MUSSIS, BORGHELLO, CAMPESTRINI... EN EL FINAL SE AGARRARON TODOS CONTRA TODOS

Terminaba el segundo tiempo y una jugada de Facundo Pereyra que sorprende a los defensores de Arsenal. ¿Por qué? Porque ese ataque se había iniciado por un pique otorgado por Darío Herrera al pincharse la pelota y los jugadores locales entendieron que debió haberla devuelto. De inmediato empezaron los insultos y agresiones. Primero se vio cómo Nervo le cruzó el brazo (codo mediante) al delantero del Lobo, al tiempo que Nicolás Aguirre le aplicó dos cabezazos ante la mirada del árbitro y sus asistentes. En el costado derecho, Franco Mussis advirtió la situación y comenzó a discutir con dos defensores de Arsenal. Es el principio del fin y la antesala a la vergüenza.

Se agruparon los jugadores ante la pasiva mirada del árbitro, ingresaron algunos asistentes de Arsenal y lo que eran empujones se convirtió en manotazos, una escena muy parecida a la vivida la semana pasada en Mendoza entre Boca y Godoy Cruz.

Jonathan Gómez, el jugador suplente de Arsenal con la número 21, repartió golpes al por mayor, lo mismo que un señor mayor asistente de Gustavo Alfaro, que le pegó una trompada a Iván Borghello.

A esa altura todo estaba desmadrado. Juan Carlos Blengio les pegó a varios de camiseta celeste, Fernando Monetti hizo lo mismo y ni siquiera las súplicas de Pedro Troglio y Alfaro pudieron detener la locura.

Gritos, empujones y mucho nervio, mientras que el árbitro y sus asistentes miraban todo desde la mitad de la cancha.

Luego de casi nueve minutos de furia empezó el otro show, el de Darío Herrera. Porque empezó a mostrarles la tarjeta roja a los jugadores.

Primero expulsó a Damián Pérez y a Franco Mussis. El volante de Gimnasia, enloquecido porque no había pegado ni una piñal.

En un segundo turno llegaron las tarjetas rojas para Gastón Díaz del Lobo y Nicolás Aguirre del Arse.

Lo sorprendente fue la roja a Matías García, que ni había participado y que no hiciese lo mismo con varios jugadores de Arsenal que golpearon y golpearon. El árbitro tampoco hizo nada con los asistentes de Arsenal que invadieron el lugar y se cansaron de tirar trompadas.

De esta manera, Herrera expulsó a tres jugadores de Gimnasia y a dos del local. ¿Por qué? Una vergüenza.

Esto generó la bronca del banco de suplente y en la reanudación del juego, los dos minutos que duró el partido tuvo tanta tensión que pareció que la gresca iba a volver a desatarse.

“si era gol le pegabamos a herrera”

En el final sólo hablaron Dardo Miloc e Iván Marcone, uno de cada bando. Mientras que el volante del Lobo reconoció que se había vivido un momento vergonzoso similar al de la semana pasada en Mendoza en Godoy Cruz-Boca y remarcó que no puede volver a ocurrir, el número 5 de Arsenal dejó un comentario mucho más lamentable que la gresca en sí: “Pereyra se pasó de vivo, no devolvió la pelota y casi nos hacen el gol. Es una barbaridad lo que hicieron. ¿Si estuvo mal la pelea? Si esa jugada terminaba en gol le estábamos pegando a Herrera por no parar la jugada” .

Por suerte Alfaro tuvo sentido común: “Estuvimos mal. A veces el fútbol se desmadra y sale para cualquier lugar. Es preferible la prevención que la acción posterior. Todos tenemos que manejar detalles para que este tipo de cosas no pasen, es censurable las reacciones porque uno no quiere un contexto de guapeza mal entendida. Como entrenador me da vergüenza que seamos noticia por eso” . Ahora habrá que esperar el informe del árbitro, para saber hasta dónde pueden extenderse las sanciones.