"El momento más doloroso y cruel fue el colapso del 2001"

Con 75 años a cuestas y una vasta experiencia parlamentaria y partidaria como dirigente radical, el misionero Mario Losada fue un testigo directo de la crisis de 2001, a la que calificó como “dolorosa y cruel” en diálogo con EL DIA desde Posadas, su lugar de residencia actual. Aquel año estuvo a cargo de la Presidencia por más de 50 días, cuando Fernando de la Rúa viajaba al exterior o se ausentaba por motivos de salud. Ya había renunciado el vicepresidente Carlos “Chacho” Alvarez.

Losada era presidente provisional del Senado cuando el peronismo avanzó sobre la línea de sucesión y lo desplazó de su cargo por otro dirigente misionero, Ramón Puerta. A partir de ese momento sobrevino el punto más álgido de la crisis, que terminó con saqueos en distintas provincias -especialmente en el Conurbano- y represión en la Plaza de Mayo y sus inmediaciones. “Era un reclamo legítimo de la sociedad, aunque nunca compartí la violencia”, dijo Losada.

El ex titular del Comité Nacional de la UCR entre 1991 y 1993 afirmó, en la misma línea, que el radicalismo pagó “altísimos costos” por la salida de aquella crisis, que determinó el fin del régimen de Convertibilidad en el plano económico y desembocó en una brusca devaluación del peso argentino. “El partido se ha hecho cargo de aquello, pero no sirve estar siempre con los ojos en la nuca. Hay que mirar para adelante y volver a ser protagonistas en la política”, aconsejó.

En un repaso de su vida política, Losada también sostuvo que alcanzó la felicidad aquella noche de octubre de 1983 en que Raúl Alfonsín se impuso sobre Ítalo Lúder en las primeras elecciones presidenciales tras la última dictadura. “No fue el triunfo de un partido político, sino el de toda la sociedad”, definió el ex legislador radical, que también fue diputado provincial, nacional y viceministro de la cartera de Acción Social en el último tramo del Gobierno de Alfonsín.

Losada abundó: “Alfonsín fue el principal hombre de la democracia en los últimos 30 años, una referencia enorme a quien se extraña por los afectos, pero también como garante institucional. Y lo dice alguien que tuvo diferencias con él, especialmente cuando hizo el Pacto de Olivos (con el ex presidente justicialista Carlos Menem). Tuvo que pagar por eso un fuerte costo personal, aunque a esta altura todos deberíamos reconocer que, evidentemente, veía más lejos que los demás”.

Aquel pacto derivó en la reforma constitucional de 1994, que a criterio de Losada hubiera consagrado una Carta Magna de baja calidad si no fuera por el freno que le puso Alfonsín al peronismo al negociar con Menem, pese a que el riojano terminó consiguiendo un año después la reelección. Dieciocho años después, el PJ y la UCR ya no parecieran vertebrar el sistema partidario argentino, en el que fueron ganando mayor preponderancia los líderes de turno.

“Los partidos históricos aportaron valores centrales para la sociedad, como la democracia en el caso del radicalismo y la justicia social en el del peronismo. Pero ahora ningún partido está siendo decisivo en esta etapa de la Argentina moderna, porque la gente no vive de la historia”, advirtió Losada en diálogo telefónico con este diario. Y agregó: “Lo que hace falta ahora son políticas de largo plazo, no se puede vivir con una sociedad esclava de lo que va a pasar mañana”.

Ya retirado de la política activa, Losada conserva contactos con dirigentes de todo el país, debido a su extensa trayectoria en el Senado nacional. Con la autoridad que le concede la experiencia, aseguró que una de las “deudas” de estos 30 años de democracia ininterrumpida es la sanción de una Ley de Coparticipación Federal que ponga equilibrio en la balanza de la relación entre la Nación y las Provincias. “El país federal está muy en deuda y la culpa no es del Puerto”, dijo.

Por el contrario, Losada sostuvo que son las provincias las que deben ponerse de acuerdo a partir del trabajo de sus representantes en el Senado, que a su criterio tiene “poder para destinar políticas hacia el Interior” del país. De todos modos, el dirigente radical señaló que en los últimos años el Gobierno central tomó recurso federales para imponer su política y se dio “el contrasentido de que quienes se dicen federales, terminan siendo los más unitarios de la historia contemporánea”.

Losada no se quedó, sin embargo, sólo con los cuestionamientos al peronismo. También se mostró autocrítico con el radicalismo, al afirmar que “Alfonsín tenía razón cuando decía que sufrimos el gobierno”. Además, advirtió que “no hay que caer en la soberbia de decir que fue mala suerte o que no nos entendieron”. Y analizó que, en definitiva, una enseñanza que le dejaron estos 30 años de democracia es que “más allá de las diferencias, la política está para equilibrar a la sociedad”.