¡Cuidado! Si algo no cambia, el fútbol puede explotar

El caso Riquelme es un nuevo llamado de atención para la dirigencia de los clubes de fútbol, de nuevo acorralados por exigencias económicas de sus principales referentes.

Ramón Díaz sacó campeón a River, y fue por más en las posteriores conversaciones que mantuvo con los hombres que gobiernan la entidad, reclamando la contratación de jugadores de primerísimo nivel para ganar un título internacional.

En forma paralela, Juan Román Riquelme se le plantó a la Comisión Directiva de Boca con cifras consideradas imposibles de pagar porque son en dólares, y no de acuerdo a la cotización oficial sino a la paralela.

Se trata de dos casos testigo (hay muchísimos más), que dan cuenta cómo un estado de situación puede empeorar todavía más las condiciones económicas de instituciones, que en la mayoría de los casos mantienen deudas millonarias, empezando por los futbolistas.

Hay una responsabilidad compartida, aunque la actualidad está delineando situaciones de alto riesgo por cuanto, de aceptar condiciones como las expuestas, los números en rojo pasarían a ser un tema cada vez más difícil de resolver.

Los pedidos de auxilio a la AFA y las transferencias de las figuras más destacadas permiten por estos días mantener las estructuras, pero la determinación adoptada ayer por Riquelme en Boca marcó un nuevo punto máximo.

El mejor contrato que Boca le ofreció en la historia a un futbolista no alcanzó para convencer a quien pegó un portazo y horas después dejó trascender su incorporación a Argentinos Juniors.

La diferencia, como es explicó en su momento, tuvo como eje la cotización de los dólares (1.200.000 por un año) que Riquelme cobraría para continuar jugando con la camiseta de Boca. El equivalente al oficial para los dirigentes, lo que indicaría el blue para el jugador, que no aceptó otra variable económica que fuera el billete verde.

A tal punto llegó el tema que determinó la renuncia de Jorge Sánchez Córdova a su cargo de tesorero de la CD boquense, por entender contraproducente para el club que se considere aceptar el pedido especial que hizo el jugador.

Sánchez Córdova se mostró contrario a lo solicitado por Riquelme, que se sumaba al alto costo del contrato que se le ofreció a Carlos Bianchi para asegurar el regreso al club.

“Boca pagó siempre hasta ahora en dólar oficial, no podés pagar de otra manera y además las finanzas de Boca no dan para pagar más allá del dólar oficial aunque se pague en pesos”, resumió el tesorero.

La tensa relación entre Boca, sus dirigentes y Riquelme levantó temperatura cuando Daniel Angelici salió a contar pormenores de la negociación, explicando en ese marco que el representante de Román (Daniel Bolotnicoff) tenía en sus manos “el contrato más alto de la historia de Boca” para firmar.

Esa reacción del presidente puso al descubierto otros puntos de la negociación, que contemplaba varias recompensas especiales que llevaban las cifras del contrato por encima de 1.200.000 dólares.

Las presencias del “10” en cancha, los títulos con distinto valor según fueran locales o internacionales, incluso un premio para el caso de que Riquelme, que lleva jugados 388 partidos con la camiseta de Boca, pasara el récord que en esa materia tiene Roberto Mouzo, con un total de 426.

Títulos, premios, contratos, dólares, refuerzos, imposiciones... Una serie de elementos que por estos días parecen tener a los clubes de fútbol al borde de una explosión.