El clásico tuvo de todo y fue una fiesta

La mañana del sábado amaneció pesada, húmeda...viscosa, casi una tortura; hasta se podría pensar que el verano se dió una vuelta por nuestra ciudad y se olvidó algo de su furibundo calor en Barrio Obrero.

Es que más allá de lo que dejó el SMN en los pronósticos, el verdadero calor, ayer en el clásico, lo puso la gente afuera...y los jugadores adentro del field.

Parecía que sería algo a jugarse versión waterpolo, porque a eso de las doce, cayó un verdadero aguacero que hasta anegó los accesos al predio de 22 y 523, que justamente cambió su fisonomía por las obras que se están realizando junto a los márgenes del arroyo el Gato, situación que no amedrentó a la muchísima cantidad de gente que colmó las instalaciones verdes.

ALMUERZO DE CAMADERIA

Y cómo por arte de magia, a eso de las 13, el agua que caía desde el cielo a baldes, desapareció y le dió lugar al sol que tímidamente se empezó asomar por entre las nubes y de a poquito elevó la temperatura, transformando la sensación térmica del lugar.

Así fue que en uno de los quinchos, ante una concurrencia de más de 100 personas entre invitados y dirigentes de ambos clubes, dió comienzo el típico almuerzo dirigencial en el que ambos presidentes se refrendaron presentes, que que fue coronado con una catarata de aplausos.

JORNADA SOLIDARIA

Y también ayer, se aprovechó la ocasión para efectuar dos eventos solidarios: primero la continuidad de la colecta de juguetes “Regalemos una sonrisa para el día del niño” a beneficio de los chicos del Comedor La Boyera de Gorina. Por eso los chicos del club verde llenaron varias canastas de juguetes durante toda la tarde.

Y segundo, estuvo la campaña de concientización sobre la donación y colecta externa de sangre. dónde el personal del Instituto de Hemoterapia de la Provincia de Buenos Aires fue el encargado de informar al público sobre la importancia de las donaciones de sangre.