“La gente siempre recuerda a las malas”

En el mundo y en el país los pasillos de la televisión y el cine resuenan con las quejas de mujeres que tras superar la temida barrera de los 40 tienen que conformarse con roles menores y con trabajar menos. Pero no es en absoluto el caso de Viviana Saccone, la oriunda de Jeppener que lleva sus 48 años con naturalidad y frescura y que además de trabajar en teatro y haber estrenado recientemente su última cinta, “Expediente Santiso”, se sumó al elenco del culebrón “Los ricos no piden permiso” (El Trece).

Lugar donde, por supuesto, Saccone lleva toda su experiencia, reflejada en un CV con notable representación de villanas de telenovela. Tras cuatro años sin trabajar en telenovelas en la pantalla chica (protagonizó varios unitarios de corte dramático, como “Milagros en campaña”) extrañaba ser parte de un culebrón, formato en el que todo comenzó para ella, quien hizo su primer rol televisivo en “Clave de sol”: “Me interesan las creaciones de género, un encuadre que te da una impunidad especial para largarte a jugar”, dice sobre la telenovela clásica y también sobre el género del terror, incipiente en Argentina gracias a una serie de cineastas independientes (movimiento del cual se ha vuelto una especie de musa).

“‘Los ricos...’ es un culebrón con todas las de la ley: lucha de clases, traiciones y amores eternos, mi personaje, Laura Fardón, resulta una mala especial, tiene una revancha pendiente, llega para recuperar lo que siente suyo, no importa si de verdad le corresponde, ella lo cree así y va detrás, una clave bien de género que disfruto”, cuenta la actriz.

LA MALVADA LAURA

Saccone encarna en la tira a Laura, la esposa “muerta” de Antonio (Juan Darthés), madre de su hija, supuestamente fallecida en un accidente hace algunos años, a quien habían enterrado en el cementerio del pueblo: su criatura “vuelve de la muerte” decidida a separar a la maestra Julia (Araceli González) de Antonio, el hermano mayor de los millonarios Villalba... aunque esta extraña dama parece más interesada en conquistar a Lisandro (Raúl Taibo), con quien vivió un importante romance en paralelo a su matrimonio. Laura ingresa así a la trama para “generar conflictos sentimentales, viene a triangular los amores existentes”, sonríe intrigante Saccone.

“Las malas tienen permiso extra para la intensidad, la gente siempre las recuerda, pero cada una presenta un tono cierto, matices precisos y hay que lograr transmitirlos, muchas veces son oscuras pero copadas”

“Las malas me dieron mucho, me gusta más interpretarlas que a la buenas”, afirma Saccone ante la risa de los presentes, y explica por qué los roles de las villanas encajan mucho mejor con su “physique du role” magnético y sensual: “Las malas tienen permiso extra para la intensidad, la gente siempre las recuerda, pero cada una presenta un tono cierto, matices precisos y hay que lograr transmitirlos, muchas veces son oscuras pero copadas, buscan reivindicación y el público se ampara en sus cualidades para divertirse”.

TAMBIEN TEATRO

La oscuridad invade en este momento el trabajo de Saccone, quien también en teatro interpreta, en clave de comedia, a una mujer de traumas. Para componer esas sombras, “me animo a bucear en mí e intento serme fiel, vivo el día a día tratando de pasar de largo de los condicionamientos sociales o religiosos, por eso me encanta el planteo de ‘Tres’: hay muchas formas de amar y de vivir la maternidad o paternidad, pero se necesita de un otro. ¿Quién puede decir cuál es el modo más indicado para vivir el amor o la crianza?”, afirma sobre la obra de teatro escrita por el español Juan Carlos Rubio, que protagoniza en el Multiteatro de la porteña Avenida Corrientes junto a Patricia Echegoyen, Silvina Bosco y Santiago Caamaño, dirigidos por Corina Fiorillo.

“Tres” narra el encuentro de tres ex compañeras de la escuela secundaria, quienes deciden estrenar su rol de madres con el mismo hombre, con ritmo sostenido y un giro capaz de correr al espectador del lugar de comodidad destino signado por algunas propuestas del circuito comercial. Saccone compone a una ex chica con problemas de peso devenida en femme fatale, sin amor estable ni hijo, un rol que le permite sacar a relucir una veta desopilante, “una oportunidad generar risas y mostrarme diferente, lejos de los textos dramáticos habituales”.

Plena de proyectos, la musa del nuevo cine de terror argentino trabajó en “Necrofobia” y, en febrero, estrenó su segunda colaboración en el género, “Expediente Santino”. Y dice sobre el atractivo de ser parte de este movimiento que “me interesa el terror de calidad, especialmente si es fantástico como en ‘Necrofobia’, donde me moví entre el registro onírico y la realidad. Y podés vivir situaciones delirantes como ver a tu compañero lleno de salsa de tomate, en fin, lo lúdico en estado puro. Creo que el cine argentino desde hace años vive un gran momento creativo y está bueno ser parte”.