La zona sudeste de La Plata, la que más creció en los últimos diez años

En Parque Sicardi, donde se estrena una vivienda casi a diario, las caras nuevas de los vecindarios son parte de la cotidianidad. La zona del sudeste platense experimenta, se sabe, un enorme crecimiento, con continuos loteos de terrenos que se ocupan a ritmo acelerado. Se trata de la mancha urbana de la Región que más se ha extendido: en 2005 había 98 hectáreas edificadas y hoy ese área llega a las 307 hectáreas, lo que representa una expansión del 213 por ciento en escasos diez años.

Los datos que dan cuenta del vertiginoso avance del barrio enclavado en el corazón de Villa Garibaldi, parte, asimismo, de la delegación comunal de Arana, fueron suministrados por la dirección de Planeamiento de la Municipalidad. Según los registros de esas oficinas es por mucho que la zona se diferencia de otras de La Plata que también son elegidas por familias jóvenes que van en busca de terrenos accesibles y una vida sin los sobresaltos propios de la “gran ciudad”. Y es que en Gorina, por caso, el sector urbanizado creció un 26 por ciento (561 hectáreas en 2005 contra 708 en 2015) en la última década. Fue, después de Sicardi, la localidad que más se pobló, pues Arturo Seguí sumó un 10 por ciento de construcciones (de 191 a 208 hectáreas); igual porcentaje aumentó la mancha urbana en Los Hornos (de 609 a 667 hectáreas); y un 3 por ciento en Villa Elisa (de 831 a 874 hectáreas).

“La tendencia se explica en que se potencian algunas zonas alejadas del casco céntrico, en este caso Sicardi, porque es la única posibilidad de acceso al lote que tiene la gente. Se trata más de una cuestión de bolsillo que de gustos”, puntualiza el titular de Planeamiento, Luis Larroque.

TODAS CALLES DE TIERRA

Situado dentro de los límites de las calles 7, 22, 650 y 659 - únicas asfaltadas que conforman una suerte de circunvalación al barrio - y a 11 kilómetros del casco céntrico platense, todas las vías de circulación interna de Parque Sicardi son de tierra.

A lo largo de la calle 659 se desarrolla lo que sería el sector “céntrico”, con su almacén, su carnicería y verdulería, su autoservicio, su farmacia, su peluquería y hasta su bar y algún local de gastronomía.

El barrio, que lo componen unas 90 manzanas en las que se localizan alrededor de 5.000 personas, cambió de manera muy veloz su perfil de casaquintas de fin de semana, típico de los años 80 y 90, por el de residencias permanentes. Fue a partir de la década de 2000 que la ancha franja verde de descampado rural comenzó a matizarse con el rojizo color de los ladrillos y las distintas gamas del revoque pintado.

“La tendencia se explica en que se potencian algunas zonas alejadas del casco céntrico, en este caso Sicardi, porque es la única posibilidad de acceso al lote que tiene la gente. Se trata más de una cuestión de bolsillo que de gustos”

Esta nueva concentración urbana la habita, por lo general, la clase media, y en el entramado de sus calles se mezclan, sin que nada desentone, amplias propiedades de cierta categoría, desarrolladas en dos plantas y rodeadas de grandes parques, con modestas pero confortables viviendas. En ese estilo ecléctico, ganan espacio además materiales alternativos a la construcción convencional, como los troncos, la madera en listones, los premoldeados y la perfilería de acero.

A PUERTAS ABIERTAS

En esta zona de la periferia platense se vive como en los barrios de antaño. Ahí no hay rejas, ni alarmas, ni paredones que protejan los hogares de los asaltos. Tampoco medianeras. Y los chicos juegan en la calle y van al almacén del barrio solos, sin que eso signifique un peligro. “Acá, la gente deja la puerta de la casa sin llave todo el día y el auto queda abierto con la llave puesta y las ventanillas bajas. Acá no hay miedo”, comenta un vecino y subraya así el nivel de seguridad que caracteriza el lugar.

Más allá de las organizaciones vecinales, como la Asamblea de Villa Garibaldi, que se ocupa ya desde hace un tiempo de gestionar mejoras para la zona, en Sicardi hay un profundo sentido comunitario y en más de un vecindario los frentistas asumen los costos y el trabajo de los arreglos que haya que hacerle a su barrio. Tal es el caso de 19 entre 653 y 654 y alrededores, donde viven mayoritariamente matrimonios jóvenes con hijos pequeños. “Somos unas quince familias que todos los meses ponemos plata y hacemos un fondo. Ahora, con ese dinero hicimos el zanjeo de la 654 y con lo que nos queda vamos a colocar algunas luminarias en la 19”, cuenta María Paz Saliture.

EN CONSTANTE DESARROLLO

Ya con una buena parte de viviendas asentadas, sobre todo de inmuebles que fueron ampliados para habitarlos de forma permanente a partir de un quincho de fin de semana, llama la atención el frenesí constructivo de la zona: se ven ir y venir constantemente camiones cargados con materiales, bolsas de ladrillos y de arena a la vera de las calles y numerosas obras en plena marcha.

Las iniciativas inmobiliarias se distribuyen en parcelas de diversos tamaños, incluidos sistemas de condominio de más de una hectárea que, sin subdividir, son adquiridos por gente amiga que al comprar de ese modo pudo convertirse en propietaria de un terreno de generosas proporciones.

En la actualidad, dos sectores del barrio se encuentran en pleno desarrollo: la urbanización de la calle 22 desde 654 a 656, de 77 lotes de 300 metros cuadrados cada uno; y la de 650 y 14 bis, dividido en 101 fracciones. Ambas son producto del programa Procrear y de la ordenanza municipal 11.094, que facilitó las operaciones de compra a quienes se le otorgaba el crédito hipotecario.

El proyecto de urbanización en ambos barrios prevé un espacio verde para el esparcimiento y otro para un futuro equipamiento social, que bien puede ser un centro de atención primaria de la salud o un jardín de infantes.

Como otra muestra del crecimiento urbano de la zona y anticipándose, de alguna manera, a la explosión demográfica que se espera para los próximos años, se avanza con el proyecto de levantar un complejo educativo frente a la iglesia del pueblo, la capilla San Pedro, en la calle 22 entre 651 y 652.

REINAUGURAN LA CAPILLA

Los vecinos de Villa Garibaldi, en tanto, se preparan para una celebración que tendrá lugar en la capilla el próximo 19 de diciembre: la reinauguración de ese espacio religioso tan caro a la gente de la zona.

Declarada de Interés Histórico Provincial, la capilla San Pedro de Alcántara es una de las más antiguas de la Región. En rigor, la construcción original - desaparecida - era de madera y se habría levantado en 1886. Se cree que fue en 1900 cuando se la reemplazó por el edificio actual.

Con el paso del tiempo, la capilla sufrió un enorme deterioro, al punto que sus instalaciones quedaron casi inutilizadas. Ahora, después de meses de trabajo, se puso en valor la construcción y la remodelación será inaugurada oficialmente, con un acto , una ceremonia religiosa y actividades culturales el 19 del mes próximo.

Las tareas de reparación fueron financiadas por el gobierno provincial y costaron $2.500.000.