Destituyeron a dos de los “atornillados” en Berisso

En un marco escandaloso donde un concejal vio peligrar su integridad física cuando su despacho fue virtualmente invadido por furiosos militantes del PJ, el Concejo Deliberante de Berisso aprobó ayer las destituciones del contador Rubén Fernández y del tesorero Héctor Benítez en tanto no dio el mismo aval para que sea reemplazada la jefa de compras del municipio, Nora Dvorsky

La remoción de esos funcionarios había sido pedida por el intendente Jorge Nedela luego de imputarles haber puesto a parientes directos como proveedores de bienes y servicios al municipio durante la gestión del anterior intendente, Enrique Slezack.

El pedido de remoción y las denuncias del intendente Nedela habían calentado el clima político berissense que ayer alcanzó otro punto crítico en una sesión en la que abundaron insultos y reproches. El blanco elegido por militantes, ex funcionarios y parientes de los agentes cuestionados fueron los ediles de Cambiemos y del Frente Renovador.

SE VAN DOS

Las destituciones fueron aprobadas por 11 votos a 7 al unir criterios los ediles de Cambiemos, Progresistas y el Frente Renovador en tanto el peronismo volvió a mostrarse unido a pesar de las diferencias que mantienen los sectores referenciados en el ex intendente Enrique Slezack y en el ex candidato a serlo, Juan Ignacio Mincarelli.

A través de los concejales Adriana y Darío González ambos espacios del PJ berissense defendieron a los funcionarios cuestionados y cargaron con dureza contra el intendente radical Jorge Nedela.

Ambos ediles coincidieron en que las denuncias del intendente radical constituían “una actitud hipócrita y miserable”.

Los peronistas consideraron que la contratación de servicios a empresas de parientes directos de los funcionarios no constituía una falta “según jurisprudencia existente”. Y a partir de ese criterio votaron un despacho de comisión proponiendo que el pedido de destitución de los tres funcionarios sea resuelto por el Tribunal de Cuentas y la Asesoría General de Gobierno.

Por su parte, el massismo consideró que la conducta de los tres funcionarios debía ser juzgada en otro ámbito y a pesar de destacar que “se trata de excelentes personas”, votó por las destituciones del contador y el tesorero por entender que el intendente estaba en su derecho de elegir a sus colaboradores.

INCIDENTES

Esa postura, enarbolada por el jefe de la bancada massista, Angel Celi le valió gruesos insultos y acusaciones de “traidor” de parte de ex funcionarios slezackistas mezclados entre el público.

“Traidor, decime cómo le vas a explicar esto al peronismo”, le disparó la ex titular de Promoción Social, Nadina Brizzi en medio de un clima cada vez más caliente.

En un final caótico, el concejal por Progresistas, Osvaldo Casellas, vio su despacho invadido por furiosos militantes del PJ y parientes de la jefa de compras que le cuestionaban su votación a favor de las destituciones. Pero no llegaron a agredirlo físicamente.