Otro sacudón en el massismo por distanciamiento de intendentes

La sangría de dirigentes que viene padeciendo el Frente Renovador se profundizó ayer con la salida del intendente de Merlo, Raúl Othacehé, quien oficializó su regreso a las filas del kirchnerismo. A su vez, el jefe comunal de Olavarría, José Eseverri, dio un primer paso en la misma dirección al recibir en su distrito al ministro y precandidato Florencio Randazzo.

Según pudo saber EL DIA, otros intendentes que aún reportan a Sergio Massa como Gabriel Katopodis (San Martín) y Mario Meoni (Junín) también iniciaron conversaciones con distintos sectores, pero no harán ningún anuncio hasta que el propio jefe del FR tome una decisión sobre su futuro político, cuando restan tres semanas para la inscripción de las candidaturas.

En una situación más avanzada estaría, por su parte, el intendente de Arrecifes, Daniel Bolinaga, otro que regresaría al oficialista Frente para la Victoria, mientras que el jefe comunal de Hurlingham, Luis Acuña, también era en las últimas horas objeto de versiones sobre una posible salida del massismo. Todos ellos buscarán defender sus municipios en las urnas.

DESMEMBRAMIENTOS

Los intendentes que conformaron el Frente Renovador –muchos de los cuales ya emigraron, como Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas), Sandro Guzmán (Escobar) y Humberto Zúccaro (Pilar)- hace varios meses que le venían advirtiendo a Massa que se iba a registrar un escenario de polarización entre las candidaturas del gobernador Daniel Scioli y el alcalde Mauricio Macri.

De hecho, la mayoría de ellos está regresando a las filas del kirchnerismo –que habían dejado en 2013, cuando la suerte electoral estaba del lado de Massa- y otros apuntan, en cambio, a sumarse al macrismo. Es el caso de Cariglino, quien acaba de ser designado como el jefe de la mesa PRO-Peronista, que integran Fernando Niembro, Emilio Monzó y María Eugenia Vidal.

Massa también sufrió la deserción del diputado Darío Giustozzi y detrás de su jefe también se fue el intendente de Almirante Brown, Daniel Bolletieri. En medio de esta situación por demás complicada, el jefe del Frente Renovador cruzó con dureza a los que regresan al FpV: “Los dirigentes que tienen precio, que hagan lo que quieran”, disparó en un programa televisivo.

El ex intendente de Tigre viajó ayer a Mar del Plata para presentar su versión del Código Penal junto al diputado y precandidato a gobernador Francisco de Narváez, sobre quien también circulan rumores por ahora desmentidos. Mañana, en tanto, Massa se presentará con el cordobés José Manuel de la Sota en un plenario de dirigentes en el porteño Parque Norte.

Pero mientras Massa procura seguir adelante con su campaña, algunos intendentes empezaron a darle la espalda. Por caso, Othacehé selló su regreso al FpV al reunirse en la Casa Rosada con el secretario general de la Presidencia, Eduardo “Wado” de Pedro, y el ministro de Planificación, Julio de Vido. Aunque el artífice de su nuevo salto fue Alejandro Granados.

El ministro de Seguridad bonaerense viene negociando en forma discreta con los intendentes del Conurbano, con quienes en principio se reúne por la puesta en marcha de la Policía local, aunque en el fondo busca sumarlos al proyecto presidencial de Scioli. Esos fueron los casos de Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), de Zúccaro, Guzmán y el propio “Vasco” Othacehé.

En tanto, Eseverri está más cerca de Randazzo: “Florencio es un gran hacedor, algo que hace falta en la próxima etapa de la Argentina”, elogió al ministro nacional el intendente de Olavarría, que terminará de concretar su regreso al FpV la semana próxima. El pase pegará fuerte en el FR, porque Eseverri es miembro de la mesa chica de la fuerza en la Provincia.

“Ahora la pelota está picando en el campo de Sergio. Es él quien debe decidir qué va a hacer”, deslizó un intendente del Conurbano, en medio de la sangría dirigencial que sufre el massismo.

POSSE, POR LA REELECCION

En tanto, otro de los intendentes que decidió irse del Frente Renovador, Gustavo Posse, anunció que finalmente irá por una nueva reelección en San Isidro.

Posse intentó en vano competir en la Primaria del PRO con la macrista María Eugenia Vidal, pero el sector que lidera Mauricio Macri no lo habilitó.

El alcalde tampoco logró el respaldo del radicalismo para ir por la Gobernación, tal como pretendía Ernesto Sanz. De tal forma, se terminará refugiando en su distrito.