Estudiantes: Pellegrino habla de los objetivos para el 2014

ENTREVISTA
Por MARTIN CABRERA

En las dos semanas que pasaron entre el final del torneo y la actualidad, Mauricio Pellegrino aprovechó para bajar los decibeles luego de un intenso año, disfrutar de su familia y, a su manera, planificar el próximo año laboral. Por supuesto, también se permitió realizar un primer balance de sus primeros ocho meses como DT de Estudiantes y algunas conclusiones del trabajo en el fútbol argentino.

En su domicilio, cercano al Delta de Tigre, el hombre atendió el llamado de este medio y respondió. Con algunas interrupciones típicas del quehacer doméstico, repasó pasado, presente y futuro de un plantel que lo sorprendió para bien.

-¿Cómo son los días posteriores al final del campeonato?

-Tranquilos, pero recién pasó poco tiempo. Trato de aprovechar el descanso para estar con la familia, pero esta profesión no te permite relajarte ni un momento. Estamos en contacto con Agustín (Alayes) y los dirigentes. Y en mi cabeza está todo lo que hicimos bien y planificar las cosas que tenemos que mejorar. De acá hasta la pretemporada tendré tiempo para buscar variantes. Ya estoy pensando en el año que viene.

-¿Cuál fue el primer balance que hizo? ¿Qué cosas le gustaron y cuáles quiere corregir?

-Creo que fue un buen año, pero no quedó la bronca que la última foto que vimos fue la del partido contra Tigre, que indudablemente no nos gustó a ninguno. No dimos la imagen de solidez que sí habíamos mostrado durante el torneo. Creo que eso fue lo mejor que dio el equipo, la solidez. Otra cosa que me gustó es que fuimos competitivos. Tal vez nos hicimos más fuertes en casa, pero también propusimos lo nuestro en otras canchas. Tuvimos los mejores partidos contra los mejores equipos, pero hemos fallado contra otros inferiores, donde no pudimos llevar las riendas del encuentro.

-¿Eso fue lo peor de Estudiantes?

-No, sin dudas que fallamos en ofensiva. No tuvimos peso ni variantes. En eso tendremos que trabajar.

-Estudiantes jugó mejor contra Boca, Lanús, Newell’s y San Lorenzo que ante Argentinos, Tigre y Colón, por ejemplo. ¿Por qué le costó tanto ser protagonista?

-Porque en el fútbol siempre es más difícil ir en la búsqueda, y mucho más en Argentina, donde el rival juega con los espacios que vos dejás. Pero no creo que hayamos fallado siempre. Tuvimos partidos que quisimos ser protagonistas y lo logramos. Tal vez nos faltó mayor continuidad. Esos altibajos se dieron por no haber podido mantener el nivel de concentración, sobre todo para ganar partidos. Eso es mucho más complejo que mantener la concentración para no perder.

-¿Cree que el fútbol argentino es más anímico que técnico?

-No creo que sea tan así. No se puede separar una cosa de la otra. Los aspectos anímicos, técnicos y tácticos van de la mano.

-¿Cuál fue el mejor partido de Estudiantes en el torneo y cuál el peor?

-El peor no tengo dudas: Tigre. A partir de un error nuestro el rival manejó el partido y no pudimos nivelarlo nunca. Desnudó un desorden nunca visto. Ni siquiera vi en el equipo fuerzas como para revertirlo. Me llamó la atención porque esa semana habíamos trabajado, sinceramente, muy bien. De los buenos partidos me quedo con los primeros, contra Boca, Lanús y Newell’s. Después tuvimos un impasse y en el final, cuando estábamos levantando de nuevo, llegó ese partido fatal contra Tigre.

-¿Con qué fútbol se encontró en Argentina?

-Me encontré con un campeonato que es muy difícil, donde nunca tenés certeza de lo que te vas a encontrar. Es un fútbol muy competitivo y eso habla de que es un buen campeonato. Todos los equipos tienen lo suyo y eso convierte al torneo en muy competitivo. Se juega con mucho ritmo y vértigo. En Argentina se trabaja muy bien en el aspecto defensivo y eso marca una tendencia. Lo tuvo Estudiantes y también otros equipos. Los que terminaron arriba perdieron lo mismo o más partidos que Estudiantes. A nosotros nos faltó ganar.

-La imagen del torneo Final fue la de un equipo con tremendo poder ofensivo pero fragilidad defensiva. ¿Lo inverso al Inicial?

-Sí, quedó muy en evidencia. Nos costó generar más y convertir. Ahora vamos a buscar variantes. Se suma Franco (Jara), que casi no lo tuvimos el semestre pasado.

LOS REFUERZOS

-¿Por eso la búsqueda de refuerzos empezó por el mediocampo?

-Hay que tener en cuentan un montón de cosas para valorar. En mi caso trato de armar el equipo en función de las necesidades propias y el poderío del rival. También trato de tener en cuenta el presente de mis jugadores. Entonces soy muy riguroso con los cambios, creo que hay que trabajar mucho antes de hacerlo. Es difícil que las cosas salgan bien cuando uno trabaja las cosas dos o tres días. Y estoy convencido que nuestro equipo ha sido sólido porque se acostumbró a una manera de defender. Defienden todos, desde el arquero hasta el delantero. Y del mismo modo trabajamos a la hora de atacar: tratamos de hacerlo entre todos. Ese plan tenemos que continuarlo, y seguro que podemos agregarle cosas. Tal vez lo que le esté faltando no sean sólo delanteros.

-¿Prediger es su obsesión?

-No lo llamaría obsesión. Es un jugador que me gusta. Pero no es bueno hablar de jugadores que aún no están, porque tuvimos malas experiencias a mitad de año y no quiero que nos usen para hacer un mejor negocio.

-¿Qué le puede aportar?

-A Prediger lo pensamos como una necesidad, porque si no es hoy será en junio que tendremos que ir a buscar uno o dos jugadores en esa zona, porque aún no sabemos si Sebastián (Verón) sigue, si su ida será en junio o en diciembre y además hay varios pedidos por Gastón Gil Romero.

-¿Cómo maneja la incertidumbre de la continuidad de Verón?

-Hay que dejarlo tranquilo y mirar a la distancia todas las cosas buenas que nos puede aportar. Es una decisión exclusiva de él. Si sigue continuando el final será en junio. Todo lo que nos pueda dar nos sirve. Siempre para sumar, tanto dentro como fuera de la cancha.

-Pero no es lo mismo el plantel con Verón o sin Verón.

-Claro que no.

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