El salmón se guía mediante el campo magnético

El salmón rojo llega a nadar más de 4.000 kilómetros para desovar en el mismo río en el que nació. Finalmente se descubrió cómo logra esta hazaña: el pez se guía por el campo magnético de la Tierra.

“Para encontrar el camino de retorno al lugar donde nació, a miles de kilómetros del otro lado del océano, los salmones aprenden y recuerdan el campo magnético que existe en el lugar donde entran por primera vez al mar”, explicó el director del estudio, Nathan Putman, de la Oregon State University.

“Al alcanzar la madurez, buscan el lugar de la costa que tiene el mismo campo magnético”.

Como varias especies de salmón, el rojo desova en muchos de los arroyos y tributarios del noroeste del Pacífico de EE.UU.

Los salmones viven y alcanzan la madurez en los lechos de piedra de los cursos de agua dulce donde pasan de uno a dos años. Luego, pasan de esas aguas dulces a las aguas abiertas del océano Pacífico, donde pasan otros años alimentándose. Finalmente, vuelven a los ríos en los que nacieron para desovar y el ciclo vuelve a comenzar.

Navegar en el océano abierto es difícil hasta con GPS y sin embargo, con un cerebro tan pequeño, el salmón puede identificar un río entre varios miles de opciones.

El Dr. Nathan Putman y sus colegas trabajaron con la hipótesis de que el salmón usaba variaciones del campo magnético terrestre para calcular dónde estaba su “hogar”.