43 y 13: volvieron a vaciarle su local de sanitarios y, encima, se quedó sin vacaciones

MARTÍN CANCHI GUARDABA EN EL SUBSUELO DEL LOCAL 5.000 PESOS PARA VIAJAR A SU PROVINCIA NATAL, SALTA, EN 10 DÍAS

El robo le implicó a un comerciante de la zona de Plaza Paso no sólo un dolor de cabeza y la obligación de reinvertir en lo que le sustrajeron. Tal vez lo peor para el hombre fue perder la posibilidad de viajar a visitar a su familia en Salta dentro de 10 días, porque se quedó sin la plata para los gastos del viaje.

Esta vez, la víctima fue Martín Canchi (67), el dueño de un local de sanitarios de 43 entre 12 y 13. Por lo que contó el hombre, ningún vecino alcanzó a oír nada en el momento en el que los delincuentes destruyeron por completo la puerta de vidrio del frente.

Los intrusos tuvieron entonces el camino allanado, porque en el barrio tampoco oyeron ninguna alarma: “Desde que me inundé el año pasado, el sistema no funciona más. Por las dudas la arrancaron”, señaló Martín.

Se supone que en un primer momento los ladrones fueron hacia la caja registradora, que terminó deformada luego de que la forzaron con una palanca. Cerca de allí, en la zona del mostrador, el comerciante había dejado “cambio chico”.

otro viaje frustrado

Sin embargo, el peor embate para la víctima fue que los delincuentes hallaron en el subsuelo el lugar en el que Martín había escondido cinco mil pesos del aguinaldo de su jubilación.

“Se llevaron todo lo de valor que encontraron”, sentenció el hombre, que explicó que ese dinero lo tenía guardado especialmente para solventar los gastos que le implica ir en auto a Salta, su provincia natal.

Allí lo esperaba toda su familia para dentro de 10 días, aunque el viaje terminó frustrado a raíz de este robo.

Un caso similar a este fue el que se registró el fin de semana en una casa de 44 entre 23 y 24. Allí, un grupo de ladrones se coló en la vivienda luego de ingresar a robar en la de al lado, y en cuestión de minutos pudo llevarse poco más de 20 mil pesos que la dueña de casa tenía separados para realizar su viaje de vacaciones. El descanso quedó en la nada después de este hecho.

En la casa de sanitarios, el listado de pérdidas siguió con una máquina industrial que le sustrajeron y que está valuada en cinco mil pesos. A ese monto, se le agregan los tres mil que deberá desembolsar para reinstalar la puerta de vidrio que le destrozaron para entrar.

Por todos estos motivos es que el robo de anoche será para la víctima uno de los más difíciles de olvidar, pese a que ya había sufrido otros cuatro episodios delictivos a lo largo de los 12 años que lleva al frente de su comercio en la Ciudad.

A la sensación de malestar cuando Martín fue a trabajar y lo recibió un policía que cuidaba el negocio tras el robo, se sumó la desazón por las vacaciones truncas: “Me arruinaron”, sentenció.