Un matrimonio de abuelos la pasó muy mal en un asalto

LOS DELINCUENTES SE METIERON POR UNA VENTANA Y ENSEGUIDA AMENAZARON A LOS DUEÑOS

Durante un asalto en una casa de 45 y 16, un matrimonio de jubilados quedó a merced de dos delincuentes que los despertaron en plena madrugada y los amenazaron para que entregaran todo.

Las circunstancias en las que llegaron los ladrones, más alguna información previa que hayan podido recopilar para concretar el robo sin sobresaltos, dejaron varias líneas de investigación abiertas, que por lo menos resultaron “llamativas”, a decir de un policía.

El asalto empezaba cuando un par de delincuentes -se presume que habrían contado con el apoyo de un tercero en las inmediaciones- llegó hasta el patio trasero de la casa que habían elegido.

Luego de romper una ventana entraron en la vivienda y fueron hacia la habitación donde ayer a las 5 de la madrugada estaba durmiendo el matrimonio.

A las víctimas, de 81 y 85 años, no les pegaron en ningún momento, remarcó un detective. Ambos se habían quedado paralizados cuando vieron que tenían frente a ellos a dos extraños con los rostros al descubierto y repitiéndoles que no debían mirarlos a la cara.

Por orden de un ladrón que lo seguía de cerca y lo mantuvo sometido a amenazas todo el tiempo, el hombre debió indicarle al asaltante en qué lugares de la casa había plata y otros efectos de valor para que le quitaran.

A lo largo de varios minutos, los ladrones se apoderaron de “una tablet, dos mil pesos y algunas joyas”, enumeró un detective con llegada al caso.

INVESTIGAN UN LLAMADO

Hay un indicio que llamó la atención de los investigadores: uno de ellos contó que al matrimonio lo habían despertado un par de horas antes de que comenzara el asalto, cuando sonó el teléfono de la casa.

“Dijeron ser de una empresa de seguridad, y que llamaban para saber si ellos estaban bien”, relató el pesquisa a este medio. Las hipótesis son varias: puede haberse tratado de una comunicación verdadera de la central de alarmas a partir de un primer intento de robo fallido. También se baraja la chance de que hayan sido los propios delincuentes fingiendo ser vigiladores, aunque en este marco no quedarían claras sus intenciones.

Fuera del plano de las suposiciones, algo bien concreto fue la situación en la que quedó el matrimonio después del robo: la mujer en su cuarto, de donde no se movió hasta que los ladrones se fueron, y el hombre maniatado.

150 MIL PESOS EN RINGUELET

Aturdidos y desolados se quedaron los dueños de un domicilio de Ringuelet cuando se dieron cuenta de que, mientras no estaban, les habían entrado a robar.

Esta vez, también le tocó a un jubilado, pero de 70 años. El sábado a la noche, el hombre había salido de su casa, cerca de 517 y 4 bis. Si lo estuvieron esperando a que se fuera, los policías lo sospechan pero no pueden asegurarlo.

Al menos dos delincuentes lograron forzar una ventana para empezar a revisar todos los ambientes de la vivienda. “Dejaron todo dado vuelta, hecho un desastre”, describió un oficial.

A la víctima le avisaron del robo y volvió lo más rápido que pudo para comprobar que era cierto. Eso fue todo lo que pudo hacer ni bien notó que habían pasado ladrones por su casa, pero que ya se habían escapado para cuando él llegó.

Fuentes policiales allegadas al episodio se animaron a calcular que el botín del robo rondaba los 150 mil pesos. También se llevaron alahajas.

Al parecer, un vecino de la cuadra vio a por lo menos dos desconocidos tapados con capuchas. Tras ellos está la Policía, todavía sin evidencias claras. En procura de afinar la búsqueda, una comitiva de la Científica peritó la casa.

Las dudas y los rumbos múltiples que puede tomar la investigación son la característica distintiva de este “escruche”.

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