Preocupación por baja de la actividad solar

LA CAÍDA EN LA ACTIVIDAD SOLAR ESTÁ OCURRIENDO TAN RÁPIDO QUE PODRÍA CONVERTIRSE EN UNA ESTRELLA “DORMIDA”

Expertos en física espacial del laboratorio Rutherford Appleton en Oxfordshire, Gran Bretaña, han mostrado su preocupación al analizar imágenes recientes tomadas por una nave espacial capacitada para observar el Sol, que lo muestran con una cara extrañamente uniforme.

Esta bola gigante de plasma debería estar acribillada con manchas solares, explotando con destellos y arrojando al espacio inmensas nubes cargadas de partículas en forma de eyecciones de masa coronal. Se denomina eyección de masa coronal o CME (por sus siglas en inglés: Coronal Mass Ejection) a una onda hecha de radiación y viento solar que se desprende del Sol en el periodo llamado Actividad Máxima Solar, que ocurre cada 11 años.

En este marco, aparte de algunas recientes erupciones solares, la caída en la actividad solar está ocurriendo sorprendentemente rápido, a tal punto que podría convertirse en una estrella muy inactiva, como si estuviera “dormido”, explican los expertos.

El fenómeno tiene antecedentes. Durante la segunda mitad del siglo XVII, el Sol se sumió en una fase extremadamente calma, un período conocido como el mínimo de Maunder. Los registros históricos muestran que las manchas solares prácticamente desaparecieron durante este tiempo. Según los científicos, hay indicios muy fuertes de que ahora el Sol está actuando de la misma forma que cuando ocurrió en el mínimo de Maunder. Un análisis del núcleo de hielo, que tiene un registro a largo plazo de la actividad solar, sugiere que esta disminución de la actividad es la más rápida en 10.000 años.

La era de inactividad solar en el siglo XVII coincidió con un período de inviernos muy fríos en Europa. Por entonces, los londinenses disfrutaron haciendo ferias sobre el congelado río Támesis, aumentó la cubierta de nieve en todo el continente y hubo una helada sobre el mar Báltico. Las condiciones eran tan duras que algunos lo describieron como una mini Edad de Hielo.

Actualmente, los especialistas creen que existe un mecanismo en Europa en el que debemos esperar inviernos más fríos cuando la actividad solar está baja. Esto significa que menos radiación UV golpea la estratósfera -la capa de aire que se encuentra en lo alto de la Tierra- y esto a su vez alimenta una corriente en chorro -la corriente de aire que fluye rápido en los niveles superiores de la atmósfera, que puede determinar el clima-. Estas corrientes bloquean la humedad normal, los vientos moderados que llegan del Atlántico, y en vez de eso Europa recibe aire frío procedente del Ártico y Rusia, lo que se llama una ola de frío. Una serie de tres a cuatro olas de frío consecutivas conforman un invierno con frío extremo. Y esto es lo que probablemente se verá a medida que baje la actividad solar.