Silencio del Gobierno y más críticas opositoras

EL JEFE DE GABINETE, JORGE CAPITANICH, INSISTIÓ AYER TEMPRENO EN QUE LA DECLARACIÓN INDAGATORIA DE BOUDOU DEBER SER TRANSMITIDA EN DIRECTO POR TELEVISIÓN

Mientras la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no dijo una sola palabra sobre su vice y la declaración indagatoria -permaneció ayer en la residencia de Olivos-, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, insistió en reclamar que se transmita por televisión la indagatoria que ayer a la mañana protagonizó el vicepresidente Amado Boudou en la causa por la venta de la imprenta Ciccone, para “tener transparencia” en este proceso y que no haya “presiones de ninguna naturaleza”.

En su habitual conferencia de prensa en la Casa Rosada, el funcionario sostuvo que “sería un hecho muy trascendente para esta causa que se pueda transmitir en vivo y en directo”, aunque apuntó que “existen otras razones que lo han impedido”, debido que el juez de la causa, Ariel Lijo, rechazó esa petición.

Sin embargo, ayer a la mañana ingresó un nuevo pedido para que se transmita la audiencia, por parte del ex legislador porteño y dirigente de Derechos Humanos, Marcelo Parrilli, ante el juzgado de Lijo.

“Sería muy bueno tener transparencia y visibilidad respecto de esta causa de la que se ha hablado mucho. Es una excelente oportunidad para que el pueblo tome conocimiento de todas las razones y la Justicia y un juez puedan actuar sin presiones de ninguna naturaleza”, opinó Capitanich.

El ministro primeramente observó, en nombre del Gobierno, que “nosotros debemos aguardar el debido proceso y el desenvolvimiento adecuado de las instituciones” ya que “existe un Poder Judicial, existe un juez que entiende en la causa, existe un vicepresidente que ha planteado su presentación espontánea, y en consecuencia lo podremos observar hoy (por ayer)” en la audiencia.

Pero, al insistir en la importancia de que se transmita el interrogatorio, planteó que “muchas veces desde los medios de comunicación generan desde prejuzgamiento, juicios sumarísimos, hasta condena y sentencia, y eso no es apropiado en un sistema republicano, que tiene que tener publicidad de actos”.

KICILLOF LE CREE A BOUDOU

En tanto, el ministro de Economía, Axel Kicillof, sostuvo ayer que le cree al vicepresidente Amado Boudou cuando se defiende de las acusaciones en su contra, afirmó que “no” ve posibilidades de que se produzca una “maxidevaluación” y rechazó que el acuerdo alcanzado con el Club de París sea secreto.

El titular de Economía rechazó que medios opositores destaquen en forma insistentes noticias negativas porque “no estamos así de mal”, aunque, admitió: “Probablemente no tan bien como nosotros decimos, pero tan mal como dicen los medios” tampoco, subrayó.

Kicillof volvió a sembrar suspicacias respecto de “la precisión quirúrgica” con que eligió el juez federal Ariel Lijo la fecha para citar a Boudou a declaración indagatoria en la causa Ciccone.

De esta forma, sacó una “noticia explosiva justo cuando había otra noticia positiva para el país” como el acuerdo alcanzado con el Club de París, indicó.

Cuando se le preguntó por América TV sobre la posibilidad de una movida cambiaria, Kicillof sostuvo: “Nosotros no vemos ningún escenario donde pueda ocurrir una maxidevaluación”.

En ese sentido advirtió sobre “los que dicen como si fueran analistas” que eso puede ocurrir “no sea cosa que lo quieran provocar”, dijo.

De todas formas, recordó que, desde que Néstor Kirchner llegó al gobierno, la “política cambiaria” es “no permitir que se erosione la competitividad cambiaria”.

Respecto de los delitos que se le imputan al vicepresidente remarcó: “Yo le creo a Boudou”, aunque admitió que “no” está “interiorizado en la causa”. Pero pidió “escuchar su versión” de los hechos, ya que “lo que conocemos es la de los que quieren lastimar a Boudou y al gobierno”.

Respecto de la inflación, reiteró su defensa del programa Precios Cuidados porque si “siempre hay un producto” de ese plan en la góndola “al lado habrá otros que no se pueden desencuadrar tanto” en sus valores, lo que permitirá controlar los aumentos, estimó.

Aseguró que ese programa implica para el gobierno “ponerse a la cabeza de la cuestión” inflacionaria.

Kicillof sostuvo que la deuda que Argentina mantiene con el Club de París intento resolverse en 2008, pero entonces “se cayó el mundo” en términos económicos y se frustró.

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