Un esfuerzo incansable que valió la pena: Carlotto encontró a su nieto tras una búsqueda de 36 años

TODA LA EMOCIÓN DE ESTELA DE CARLOTTO, JUNTO A SUS COMPAÑERAS DE ABUELAS DE PLAZA DE MAYO, EN LA CONFERENCIA DE PRENSA PARA ANUNCIAR LA RECUPERACIÓN DE SU NIETO

A los 83 años y tras pasar casi la mitad de su vida dedicada a su búsqueda (36 años), la fundadora y presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, la platense Estela de Carlotto podrá por fin abrazar a su nieto Guido, sustraído a su madre (su hija) prisionera y asesinada durante la última dictadura.

“Gracias a Dios, gracias a la vida. Yo no quería morirme sin poder abrazarlo y pronto lo voy a poder abrazar”, dijo Carlotto en conferencia de prensa en la sede de la organización. “Es un artista y un chico bueno, y él me buscó”.

Agregó que su hija Laura Carlotto, una estudiante universitaria platense asesinada por los militares dos meses después de dar a luz a Guido, “debe estar diciendo ‘mamá ganaste, ganaste una batalla larga’’’.

Los resultados de los exámenes de ADN que se hizo Ignacio Hurban (tal como lo bautizaron sus apropiadores) arrojaron que en un 99,9 por ciento es hijo de Laura, una estudiantes y militante universitaria peronista, secuestrada por la dictadura en noviembre de 1977 y llevada al centro clandestino de detención de “La Cacha”, en nuestra ciudad.

otra revelacion, su padre

La familia Carlotto desconocía que Laura estuviera embarazada, lo que supieron luego por testimonios de compañeros de cautiverio, y tampoco sabían quién era su pareja y padre de Guido, misterio que también fue desvelado ayer, porque los cotejos genéricos determinaron que el joven de Olavarría es hijo de Oscar Montoya, militante montonero, oriundo de Santa Cruz y que Laura conoció en La Plata.

“Se encontró la verdad de la identidad de Guido y se encontró también la verdad de Oscar y mi hermana y de esa historia de amor clandestina”, dijo Claudia Carlotto.

El joven, nacido en un hospital militar porteño en junio de 1978, es músico, está casado, fue criado por “gente de campo” en Olavarría y se acercó voluntariamente para conocer su verdadera identidad.

Carlotto aún desconoce como fue a parar su nieto con la familia que lo crío. “La historia completa no la tenemos, no la sabemos, la vamos a armar”.

De los pocos detalles que dio sobre el caso, señaló que “sabemos quién lo entregó, sabemos quiénes lo criaron tal vez inocentemente... La gente que lo crío es gente de campo”, insistió.

Abuelas de Plaza de Mayo busca desde 1977 a los niños nacidos en cautiverio y robados a sus padres detenidos ilegalmente durante el régimen militar.

Según las Abuelas, unos 500 niños nacieron en cautiverio o fueron secuestrados con sus padres.

La noticia tuvo gran impacto en las redes sociales y en el arco política. Estela de Carlotto es considerada un emblema de la lucha por la búsqueda de verdad y justicia de los crímenes cometidos durante la dictadura sangrienta, que se extendió de 1976 a 1983.

De Carlotto relató que la presidenta Cristina Fernández la llamó por teléfono. “Me llamó llorando... le dije ‘sí Cristina es cierto’. Me dijo ‘que alegría tan grande’, lloramos juntas”.

Guido, que es como Laura quiso llamar a su hijo, tiene 36 años. El joven es músico y reside en Olavarría, localidad ubicada a unos 300 kilómetros de La Plata.

Una alegria enorme

“Quiero compartir con ustedes la alegría enorme que me brinda hoy la vida de encontrar lo que busqué, lo que buscamos”, afirmó la titular de las Abuelas acompañada por su familia, sus compañeras y escoltada por decenas de nietos recuperados y algunos funcionarios públicos como el secretario de Derechos Humanos, quien además es hijo de desaparecidos, Martín Fresneda.

“Esto es para los que dicen basta, que se preguntan si hacemos bien, que pretenden que demos vuelta la página”, y agregó: “Es una reparación para él (por su nieto), para nuestra familia y para la sociedad en su conjunto”. Y remató: “Doy gracias a Dios, no quería morirme sin abrazarlo”.