Asesinaron a un matrimonio de jubilados en su casa de La Granja

A los vecinos les llamó la atención que, ya bien entrada la noche, Pablo y Concepción no hubieran encendido las luces de su casa de La Granja. Tocaron timbre para saber si estaban bien. Y, ante la falta de respuestas, llamaron a sus familiares. Un hijo los encontró masacrados, presuntamente a golpes, en un escenario que en principio no parecía revuelto, según informaron fuentes policiales y judiciales.

El tremendo episodio se descubrió alrededor de las 10 de la noche, cuando el hijo de Pablo Jesús Vaccaro, de 74 años, y Concepción Disco, de 66, entró en la casa en la que vivían “desde siempre”, en 143 y 520. Se topó con el escenario más cruento.

“El hombre estaba tirado en un pasillo y la mujer arriba de la computadora”, contó un vecino a este diario, antes de detallar que “a los dos los mataron a golpes”.

Esto deberán certificarlo los médicos que harán las autopsias en las próximas horas, ya que, al parecer, Vaccaro tendría un corte en el cuello. Mientras tanto, los detectives del gabinete de Homicidios de la DDI La Plata trabajaban anoche en la vivienda, codo a codo con los peritos de Policía Científica, para relevar evidencias y buscar testimonios que aclaren lo que pasó.

Algunos vecinos contaron que vieron una “camioneta negra” parada en esa cuadra, con “una mujer tomando cerveza adentro”. Y otros recordaron que “hace tres días había una moto sospechosa enfrente” de la casa de las víctimas, “vino la policía, se fueron y volvieron al día siguiente”.

Nadie puede asegurar que estos episodios tengan que ver con el doble crimen, pero en esta instancia todo se investiga.

Lo que se sabe es que al matrimonio lo vieron con vida hasta las 6 de la tarde. Los ataques debieron ocurrir entonces entre esa hora y alrededor de las 9 de la noche.

HIPOTESIS

Hacia la medianoche casi nadie ponía en duda que los jubilados habían sido asesinados por delincuentes, aunque distintas fuentes dijeron a este diario que “no había nada revuelto y ni siquiera tocaron un bolso que estaba a la vista, con una billetera adentro”.

“¿Quién querría matarlos, si eran personas buenísimas que no se metían con nadie?”, preguntó una vecina sin esperar respuesta.

Alguien apuntó que “en diciembre (la pareja) sufrió un robo. La policía los convenció de denunciarlos y esto podría ser una venganza”. Otra especulación que será puesta bajo la lupa.

Una alta fuente de la investigación respaldó la hipótesis del doble homicidio en ocasión de robo con el dato de que “varias personas en el barrio coinciden en que vieron a unos delincuentes conocidos dando vuelta por esta zona”.

Por lo pronto, el fiscal que está en turno, Alvaro Garganta, fue al lugar de los hechos para dar instrucciones en persona a los pesquisas.

En estas primeras horas será clave el aporte de testigos, la detección de cámaras que pudieran haber capturado el paso de los criminales y el levantamiento de evidencias.

Otro punto a determinar es cómo accedieron los criminales a la casa.

VECINOS ARRAIGADOS

En el barrio contaron que las víctimas “vivían en esa casa desde siempre”, mientras que sus hermanos y sus hijos también residen cerca. Contaron distintos voceros que “tienen puestos en una feria de frutas y verduras”, aunque Pablo y Concepción “ya estaban retirados e iban muy poco”.

Una vez que el hijo descubrió la horrorosa escena salió a la calle pidiendo ayuda y hubo varios llamados al 911. Llegaron los móviles del Comando de Patrullas y de la subcomisaría La Unión, con jurisdicción en esa zona. Lo primero que hicieron fue resguardar la escena a la espera de los peritos, mientras procuraban contener los ánimos cada vez más caldeados entre los vecinos.

No faltó quien propusiera cortar la calle, moción que tuvo varios adeptos pero no se concretó. Eso hubiera complicado todavía más el trabajo de los detectives y el desplazamiento de las patrullas, la ambulancia que llegó convocada por los primeros policías (los médicos certificaron que las víctimas estaban muertas), las unidades periciales y la morguera que, finalmente, retiró los cuerpos.

Hace apenas dos semanas, los vecinos de ese barrio se reunieron en 616 y 143 -a cuatro cuadras de donde ocurrió ahora el doble crimen- para pedir seguridad.