El orden del Halcón de Varela fue mucho para Gimnasia

Gimnasia fue con una pequeña llama de ilusión a Florencio Varela, pensando en concretar el sueño de entrar a la Copa Sudamericana. No era fácil por que debía hacer tres goles y esperar luego que Central empatara o perdiera con San Martín de San Juan, pero la esperanza es lo último que se pierde, los partidos hay que jugarlos y etc. etc. etc. Lo cierto es que cuando llegó la hora de la verdad, el Lobo estuvo a años luz de poder concretar el objetivo. Defensa y Justicia fue un justo ganador, por que a lo largo de los noventa minutos fue más que los dirigidos de Leandro Martini, que salvo los primeros minutos donde mostraron plantarse bien en el campo y llegar con peligro, después fue todo del local.

En su último partido del semestre, los albiazules dejaron una imagen con sabor a nada, y no demostraron el hambre de un equipo que se jugaba la vida por clasificar a una Copa. No hubo rebeldía. No hubo una idea clara de juego. Por otra parte, y no es justificación, para redondear una tarde donde no salió nada, Martini debió hacer las tres variantes por lesiones que se fueron dando (Coronel en el primer tiempo; Mauricio Romero e Ibáñez, en el complemento).

El Halcón tuvo su fiesta, por que redondeó una campaña histórica (sacó 41 puntos de 60 posibles con Beccacece en el banco), y no solo está con vida en la actual Copa Sudamericana, sino que ayer clasificó para la edición 2018 de dicha competencia. Los mens sana se fueron sin nada, y sin dudas que lo mejor que le pudo haber pasado al equipo, es que llegara el final del campeonato.

Arrancó mejor Gimnasia, presionando, atacando al local sobre su arco, y en eso primeros instantes se vió a un enloquecido Sebastián Beccacece que caminaba de un lado para el otro porque sus dirigidos no hacían pie. Parecía muy decidido el conjunto platense a pararse en territorio ajeno, aunque tampoco hacía revolcar al arquero Gabriel Arias.

De a poco los dueños de casa empezaron a cruzar la mitad de la cancha. Miranda probó al arco pero Martín Arias controló en un tiempo cuando casi el reloj marcaba el minuto 10; cinco minutos después fue Ríos quien probó desde lejos y la pelota se fue cerca. Los albiazules contestaron con una escapada de Ibáñez por la derecha quien sacó el centro para Niell, pero el golero Arias logró cortar antes de que llegue el Enano.

Ambos equipos se mostraban bien cerrados en el fondo, y por eso se probaba mucho desde lejos. Esto hizo Alemán a los 21, pero su disparo se fue lejos; contestó el local que no podía entrar, y Martín Arias embolsó la pelota.

Con el correr de los minutos Defensa empezaba a llegar. Jugaba por los costados, por el centro Jonás Gutiérrez manejaba los hilos y los albiazules se paraban cada vez más cerca de su propia área. Sobre los 32 minutos, el “uno” gimnasista le tapó un disparo a quemarropa a Bouzat; un par de minutos después lo tuvo Delgado, pero la pelota se fue apenas por arriba del arco; y luego Bouzat en otra acción remató y la pelota dió en el travesaño.

Gimnasia la pasaba mal en esos últimos minutos de la etapa inicial, ya que el local lo ahogaba y los de Martini no podían salir de ese asedio. A todo esto, perdía a Maxi Coronel quien debió dejar el campo de juego por una lesión y lo reemplazó Guanini. Pasando los 40 minutos hubo una linda pared entre Miranda y Gutiérrez, quien desbordó y sacó un centro para Bouzat que remató desviado. El local generaba y llegaba, parecía cuestión de tiempo, que el gol llegaría.

Igualmente, más allá de terminar 0-0, la última fue para los albiazules con una escapada por derecha de Bonifacio, quien habilitó a Ibáñez que no pudo terminarla bien ante la oposición de Barboza.

En el arranque del segundo período, pareció que no hubiesen descansado. Es que todo siguió como se venía desarrollando, con Gimnasia aguantando contra las cuerdas y Defensa y Justicia buscando y buscando. Al minuto los de Beccacece tuvieron una chance clara que terminó en tiro de esquina.

El central Alexander Barboza ganaba como quería en el área mens sana y en cada cabezazo sufría el Lobo ante una pelota detenida, pero no lograba darle al arco.

Lo de Gimnasia en ofensiva era totalmente nulo porque Niell e Ibáñez estaban desconectados del resto. El mediocampo era propiedad local, y la pelota en poder tripero no duraba nada. Así se hacía muy dificil construir y lastimar luego al rival. Entró el pibe Ramírez por Ibáñez (lesionado) pero nada cambió. En Defensa también empezaron a llegar las variantes buscando concretar en la puntada final.

Sobre los 25 minutos, buena jugada personal de Bouzat, quien termina rematando por arriba del travesaño,

Y la jugada que modificaría el resultado llegaría a los 34 minutos, tras una avivada de Rivero, que fue a buscar una pelota, ganó el rebote y encaró solo hacia al arco hasta quedar cara a cara con Martín Arias que lo derribó con los pies. El árbitro Pablo Echavarría no dudó en marcar penal, más allá de alguna duda y ante la aparatosa caída de Rivero. Se hizo cargo Barboza, que con un zurdazo fuerte al poste izquierdo y abajo venció a Martín Arias, que adivinó el lugar pero no no pudo desviarla. Era el 1-0 y estaba bien.

Recién en los últimos minutos, como herido en su amor propio pareció reaccionar el Lobo comandado por Alemán. El uruguayo probó de lejos pero su pelota se fue por arriba del travesaño; y en el mismo final, tras un centro, su cabezazo fue bien atajado sin dar rebote por Gabriel Arias.

Llegó el final y todo el festejo fue para Defensa y Justicia que ganó bien. Que solo con un punto clasificaba a la Sudamericana, pero se quedó con los tres. Gimnasia se retiró con la tranquilidad de haber dado todo, pero que así todo no alcanzó y no le dió para más.