La recuerdan alegre, comprometida y solidaria

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Mezclada entre la multitud que se sumó para repudiar un nuevo caso de violencia de género, hubo mucha gente que conoció a Emma y que sólo tuvo una forma cariñosa de hablar de ella.

“Trabajé con ella en la cátedra de Biología. Era alguien excelente, vital, solidaria y buena compañera. Hasta hace poco daba clases con Emma y ahora no lo puedo creer”, expresó Luis en las escalinatas de la entrada a Medicina.

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“Aunque todos estemos muy tristes ahora, ella era solamente alegría: así la vamos a recordar”, agregó el hombre, antes de que el llanto le cortara la voz.

Cuando cursaba el secundario, la mamá de Emma falleció. “Le pidió que fuera buena alumna, y terminó siendo abanderada, como una manera de honrarla. Siempre se sobreponía a la adversidad”, remarcó una estudiante de la facultad, que llegó a conocerla personalmente.

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Mateo tiene el recuerdo fresco de Emma al frente de las clases como ayudante: “Llegábamos a clases a las 6 de la tarde, cansados a veces, y ella igual tenía energía y buena onda para enseñar”.

Así, uno tras otro, los testimonios dieron fe de una persona entrañable. Esa misma energía pareció contagiarse en los que jamás la habían visto o tratado.

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“Hay que ser solidario con la causa y mostrar nuestro apoyo a las mujeres. Lo que pasó fue algo repugnante”, opinó Juan Camilo, un ingresante colombiano.

Enrique, que llegó a cursar con Emma, también acompañó la movilización: “Esto es algo que trasciende a la figura de ella. ¿Qué pasa en el mundo para que haya esta clase de personas?”, se preguntó en referencia al asesino.

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La violencia es una sola y en una ciudad como La Plata los casos se superponen. Silvina, que es la pareja del papá de Micaela Galle -la nena de 11 años que mataron en el cuádruple crimen de La Loma- reconoció que las marchas contra los femicidios son cada vez más convocantes, “aunque también da impotencia porque esto vuelve a pasar”.

Un escalofrío recorrió a todos cuando leyeron en voz alta una publicación que Emma escribió en su muro: “Voy a esforzarme por entender la vida. Cuando me tenga que ir, voy a irme conforme de quién soy y habiendo dado pelea”. El legado y su mensaje quedaron para todos.