Los inmigrantes que murieron en Texas se turnaban para respirar

SAN ANTONIO.- Documentos judiciales del caso de diez personas muertas luego de viajar hacinadas dentro de un remolque sofocante en Texas detallaron ayer que las personas atrapadas tomaban turnos para poder respirar a través de un agujero en la pared del trailer (con matrícula de Iowa) y que dieron golpes a la estructura para llamar la atención del conductor, pero que no les hizo caso. Un sobreviviente dijo a las autoridades que cruzaron la frontera con México y los llevaron hacia el trailer que los iba a dejar en San Antonio, Texas (EE UU).

Según el relato que consta en la investigación, los pasajeros parecían bien la primera hora del trayecto, pero luego comenzaron a ahogarse.

EL CHOFER, MUY COMPROMETIDO

Las autoridades acusaron ayer al conductor del camión, de nacionalidad estadounidense, por la muerte de los inmigrantes que fueron transportados en el remolque. Los fiscales presentaron cargos contra James Matthew Bradley Jr (60), por transportar a los inmigrantes para obtener ganancias comerciales o financieras resultantes en la muerte de varias personas. A Bradley podría caberle la prisión perpetua o la pena capital.

Las autoridades descubrieron el domingo ocho cadáveres dentro del camión de 18 neumáticos estacionado a pleno sol. Dos personas más fallecieron en el hospital. Las autoridades dijeron que la cifra de víctimas podía aumentar porque otros 20 rescatados están en graves condiciones físicas, muchas de ellas con deshidratación extrema y síntomas de insolación. En Guatemala, la cancillería confirmó que uno de los fallecidos en el remolque en Texas era guatemalteco.

Bradley dijo a las autoridades que el trailer había sido vendido y que lo estaba trasladando de Iowa a Brownsville, Texas y que desconocía que hubiera personas dentro del remolque hasta que estacionó y salió a orinar. Después de escuchar los gritos y los golpes, abrió la puerta y se “sorprendió cuando vio correr a personas ‘hispanas’ y cayó al piso”, de acuerdo con la declaración. El chofer dijo a los investigadores que sabía que el aire acondicionado del camión no funcionaba y que los cuatro orificios de ventilación posiblemente estaban tapados. Agregó que tampoco llamó al 911 a pesar de que vio que había varias personas muertas. “Estamos frente a un delito de tráfico de personas”, indicó el jefe de la policía de San Antonio, William McManus, que describió lo sucedido como “una tragedia horrible”.

En la madrugada del domingo, la policía recibió un aviso para presentarse en el estacionamiento de un hipermercado Walmart en San Antonio (a 240 km por tierra de la frontera con México) y los agentes encontraron a las ocho personas sin vida. Las víctimas estaban muy calientes al tacto, y no había agua en el remolque.

Se trata de la más reciente tragedia en un caso de tráfico de inmigrantes. Según las declaraciones tomadas los sobrevivientes de la tragedia ocurrida este fin de semana, pudo haber más de 100 personas apiñadas en la unidad de carga durante la travesía. Había 39 cuando llegaron los socorristas y se cree que el resto escapó o pidió a otros vehículos que los llevara hasta su próximo destino. (AP)