Llegó Dibble, y hay otro uruguayo en carpeta

El debut en la temporada oficial de Primera está a la vuelta de la esquina, y mientras el equipo ayer se entrenó a escondidas en el estadio de 60 y 118, preparando lo que será el partido del sábado frente a Defensa y Justicia, los encargados de negociar la contratación de los refuerzos que Mariano Soso recomendó sumar, en la víspera “emprolijaron” lo que será la presentación de Nicolás Ezequiel Dibble, y avanzaron en lo que sería una verdadera noticia de campanillas, y tiene que ver con otro uruguayo que podría vestir la camiseta albiazul: Rodrigo Nahuel Amaral.

Respecto a Dibble, el atacante que tras una breve experiencia en Peñarol regresó a Plaza Colonia, donde se destacó y sorprendió al mundo siendo campeón, fue recibido anoche en la sede social de la calle 4, para empezar a definir las cuestiones que incluyen la revisión médica, diagramada para hoy, y otros asuntos legales que lo habilitarán para ser jugador de Gimnasia por una temporada, en calidad de préstamo. El joven atacante cayó en desgracia luego de un cuadrangular en el que Peñarol perdió sucesivamente ante Nacional y Danubio, causando la drástica decisión de Leonardo Ramos, el entrenador, quien dejó de tener en cuenta a cinco jugadores, entre ellos quien será el tercer refuerzo de Gimnasia.

Por más que fuentes de la Comisión Directiva explicaron anoche que se trataba de un jugador que “está fuera de nuestro alcance económico”, allegados a las partes involucradas dejaron esto a un lado y sin brindar detalles sobre el particular terminaron coincidiendo en que Amaral bien podría recalar en el Lobo.

Coincidencia: tanto Nicolás Dibble, como Rodrigo Amaral estuvieron en el radar de Estudiantes a lo largo del presente receso

El media punta uruguayo, goleador con cinco anotaciones, igual que los argentinos Lautaro Martínez y Marcelo Torres, y el ecuatoriano Brian Cabezas, rescindió su vínculo con Nacional en términos poco cordiales, y quienes manejan su carrera consideran una buena jugada la transferencia al Lobo para ofrecerle una vidriera que pronto le podría dar la chance de jugar en Europa. En este marco anoche se avanzó en una conversación que hoy tendrá seguro un nuevo capítulo, que podría desembocar en un cierre feliz para los Triperos, que de esta forma podría completar un ataque de alto nivel, y con mucho poder de gol.

Dibble es un delantero central de 23 años, que más allá del fracaso que significó su paso por Peñarol, nadie puede negar una jerarquía que mostró particularmente en Plaza Colonia y también en seleccionados juveniles de Uruguay; mientras que Amaral, de 20 años, juega de media punta, y en este caso, si bien dejó ver sus condiciones en Nacional, más que nada brilló en los representativos menores de su país. Como en el Sub-20 que este año ganó el Sudamericano de Ecuador.

Hasta aquí, Gimnasia actualizó el plantel que está trabajando bajo la conducción del rosarino Soso con una serie de bajas y las contrataciones de Nicolás Carlos Colazo, lateral zurdo formado en Boca Juniors, y Omar Federico Alderete, joven central procedente del club Cerro Porteño de Paraguay.

Un grupo que ha venido preparando lo que será la temporada 2017/2018 dentro de un marcado hermetismo, que ayer llegó a un grado extremo en el Bosque, con una práctica por demás reservada.

Colazo y Alderete, junto a los jóvenes promovidos, le dieron un giro a lo que fue el plantel anterior, y con Dibble, quien en cuestión de horas podría estar entrenándose en el predio deportivo de Estancia Chica, más Amaral, de concretarse, completaría el cupo de cuatro incorporaciones fijado ni bien el club ingresó al mercado de los pases a través de gestiones en las que caminó a paso lento.

Para completar el panorama de los referido uruguayos, tanto Dibble como Amaral llegaron a ser considerados como variantes por Estudiantes, que en definitiva quedaron a un lado. Casos similares a lo que pasó con Agustín Bouzat, quien tras destacarse en Defensa y Justicia regresó a Boca despertando el interés de Pinchas y Triperos.