Un día después atravesado por la reflexión, el pesar y los interrogantes en el Nacional

Chicos y chicas shockeados y enojados con algunos medios. Padres profundamente preocupados por la comunicación al interior de la comunidad y, sobre todo, por el complejísimo tema de las redes sociales.

En líneas generales, esos fueron los sentimientos predominantes en la jornada de reflexión que llevó a cabo ayer a media mañana la división a la que concurre la chica que intentó suicidarse el jueves en el aula.

Así lo expresó a este medio un asistente, quien resaltó que la actividad fue “muy interesante y positiva” y que tendrá continuidad en el tiempo.

El terrible hecho que se vivió anteayer en 1 y 49 disparó todas las alarmas. Y es que tanto en el ámbito de la institución universitaria como en el de la Escuela Italiana, donde la adolescente cursó la primaria y primero y segundo año de la secundaria, se la definió como “educada, tranquila, buena alumna”.

Nadie siquiera insinuó que hubiese -al menos en los ámbitos públicos donde se movía- indicios que llevaran a pensar en lo que ocurrió.

“Un amor de chica. Era compañera de mi hija. Solía venir a casa”, dijo un padre de la Escuela Italiana.

“Una chica muy aniñada. Sin señales de tener algún problema depresivo ni indicio alguno de que fuese a pasar algo así. Amante de la música”. Así la describió el papá de otra amiga.

“contencion”

Especialistas consultados indicaron que “el día después” de un hecho de semejante gravedad, profundamente “disruptivo” en la vida escolar, el “cómo se sigue” es todo un dilema.

“Lo ideal es que los chicos y las familias estén en la escuela. Cortar las actividades es un camino tan riesgoso como intentar continuar con normalidad, por decirlo de algún modo”, enfatizaron.

Así las cosas, ayer no fue día lectivo en el Colegio Nacional, pero sí estuvieron convocados todos los alumnos y padres a compartir una jornada de reflexión.

“Abarcó a todos los cursos, que ingresaron más tarde, sobre las 9. Aunque el mayor énfasis se puso sobre la división de la nena. Chicos y padres llegaron más tarde, a las 10, 30, y se realizó una jornada junto a psicólogos de la Universidad, directivos, docentes y preceptores”, contaron en el establecimiento.

Julio Mazzotta, asesor legal de la UNLP, dijo que los chicos aún estaban muy shockeados, muchos sin dormir. “Tanto ellos como la profesora vivieron una situación terrible”, realzó, para puntualizar que “fue interesante ver cómo los propios alumnos estaban preocupados por el tema de las redes sociales.

No obstante también estaban enfadados con algunos medios de comunicación que, desde primera hora de la mañana del jueves, salieron a hablar de bullying. “Es que, lógicamente, eso los pone en una situación muy compleja”, señaló el funcionario.

Todos opinaron, libremente. “Un padre llegó a sugerir que se coloque un detector de metales, como hay en los colegios de Estados Unidos, pero hubo un rechazo casi total. Sucede que si llegamos a eso, nos tenemos que dar por perdidos como sociedad”, consideró.

interrogantes

Interrogantes y más interrogantes sobrevolaron la jornada de reflexión. Dudas, mil especulaciones, y casi ninguna certeza.

“Es por ello que tenemos que seguir trabajando. Tenemos que implementar un mecanismo para profundizar la comunicación al interior de la comunidad. Reflexionar entre todos como una práctica casi habitual”, indicaron en el histórico colegio platense.

¿Y las redes sociales? La enorme preocupación de los padres. Y con razón. El conocimiento de las redes anónimas a través de la supuesta carta de la chica que se hizo viral, disparó nuevas y profundas incógnitas sobre qué hacer y cómo hacerlo. Lo cierto es que “hay que poner manos a la obra”, indicaron.

Finalmente se supo que el lunes próximo habrá clases con normalidad, sin descartar que se continúe dando espacio a la contención y reflexión.

Respecto al aula que fue escenario del hecho, se tomó la decisión de que no sea utilizada por el momento.