La alumna que se pegó un tiro sigue grave y ahora rastrean indicios en las redes sociales

“Extremadamente grave”. Con esas palabras, el director del Hospital San Martín, Alberto Urban, describió el estado en que se encuentra la alumna de 15 años que anteayer se pegó un tiro en la cabeza en plena clase en el Colegio Nacional, en un episodio que causó honda conmoción en la Ciudad.

La adolescente está en “un coma profundo muy grave”, reconocieron las autoridades del centro asistencial de 1 entre 70 y 71, donde la sala de espera que antecede a la Terapia Intensiva volvió a ser, durante toda la jornada de ayer, escenario del incesante paso de familiares, compañeros de estudios y allegados de la adolescente internada y sus padres.

Cuáles fueron las motivaciones que llevaron a la chica a tomar esa drástica decisión es lo que por estas horas buscan esclarecer los investigadores. En rigor, en la justicia federal local se iniciaron actuaciones “para determinar si se está ante la comisión de un delito de acción pública”. Para hacerlo rastrean las redes sociales, donde como informó este diario en su anterior edición la joven habría anticipado su intención de quitarse la vida. Se trata de un mensaje posteado de forma anónima hace tres días pero cuyos detalles coinciden, en líneas generales, con el traumático episodio. Las redes sociales también quedaron bajo la lupa de la Universidad Nacional de La Plata (sobretodo Voxed), después de que padres denunciaran la difusión de fotos de los alumnos (ver página 16).

Por otro lado, fuentes policiales confirmaron ayer que el arma utilizada por la adolescente para dispararse en un aula del segundo piso del histórico edificio estaba registrada legalmente a nombre de un familiar muy cercano (ver página 15), aunque todavía se investiga cómo se hizo del revólver Colt calibre 38.

La causa está en manos de Ernesto Kreplak, juez federal de La Plata que interviene por tratarse de una institución perteneciente a una universidad nacional. El magistrado comenzará el lunes a tomarle declaración testimonial a los compañeros de escuela de la chica y su entorno familiar.

Con esa medida y otra batería de pruebas que ya solicitó (peritajes informáticos y sobre los objetos hallados en la escena del hecho), el juez intenta esclarecer si hubo alguna forma de instigación al suicidio. En ese marco, el titular del juzgado federal 3 trabaja ahora con dos posibles hipótesis: determinar si detrás del traumático suceso hubo algún tipo de “juego”, a través de las redes sociales (ver página 16); y otra, que sería de “menor asidero”, que es la posibilidad de que haya un trasfondo de bullying, destacaron las fuentes consultadas.

En el Colegio Nacional, en tanto, ayer los chicos, en un clima de profunda congoja, participaron de una jornada de reflexión sobre lo ocurrido (ver página 14).

un CUADRO de gravedad

La menor, como se dijo, permanece internada en terapia intensiva del Hospital San Martín con asistencia respiratoria.

“Esta mañana (por ayer) estuve con los papás, que están al lado de la nena permanentemente, y les informé de la gravedad del cuadro porque la complicación es tremenda”, apuntó Urban, director del Policlínico.

La adolescente fue sometida el jueves a dos intervenciones quirúrgicas. Primero a una cirugía de “toillete” para evitar infecciones en la zona afectada por el disparo. El profesional explicó que si bien salió bien de esa cirugía, en el primer control se detectó que había una hemorragia, por lo que por la tarde del jueves fue nuevamente sometida a una operación.

“Está en coma profundo. Por ahí las cosas no salgan como nosotros estamos esperando y para lo que nosotros peleamos”, señaló el médico.

una dolorosa vigilia

Todo el dolor, la incertidumbre, el miedo a lo peor y las expresiones de quienes buscan una pista a preguntas sin respuestas. En la antesala de la Terapia Intensiva del Hospital San Martín dos, tres, cuatro y por momentos hasta cinco grupos de personas que están ahí por la misma paciente esperan una palabra de los médicos que habilite a la posibilidad de la esperanza. Los padres; otros varios familiares muy cercanos; amigos; compañeras y compañeros del Colegio de Nacional y de la Escuela Italiana, donde la chica que intentó suicidarse cursó hasta segundo año del secundario; profesoras; preceptores. El lugar es un incesante desfile de gente que la conoce bien, la quiere mucho y sólo busca escuchar una noticia alentadora.

A más de un día de esa espera infernal, sentados algunos en las butacas del espacio donde una puerta y una escalera separan a los enfermos más críticos de sus allegados, otros en reposeras que llevaron para hacer apenas un poco más soportables esos instantes, entre miradas que cruzan tristeza y abrazos que intentan dar un poco de fuerza a tanto desánimo, son muchos quienes acompañan desde allí la evolución de la adolescente.