El avance de las obras hidráulicas, eje de un cruce entre asambleístas y la Provincia

Vencidos hace nueve meses los plazos originalmente establecidos para el completamiento del “mega-plan” hidráulico, los avances de las obras para evitar inundaciones en la Región son, por estos días, motivo de una fuerte controversia entre asambleístas y funcionarios provinciales. Mientras que referentes de los nucleamientos de inundados presentaron ayer un informe en el que realizaron duros cuestionamientos a la marcha de los trabajos y pusieron en duda que las obras clave estén terminadas para el primer trimestre de 2018, las autoridades de Hidráulica bonaerense sostienen que las tareas avanzan a buen ritmo en distintos frentes y confían en alcanzar las metas fijadas para marzo del año que viene.

En rigor, las obras que arrancaron en 2014 llevan ya tres temporadas y media de avances discontinuos, postergaciones y parates. A esta altura, según el documento elaborado por las asambleas vecinales que siguen de cerca la marcha de los proyectos, las obras en el arroyo Del Gato tienen un progreso del 78%, pero advirtieron que “sigue habiendo una gran lentitud entre camino Centenario y las vías del ferrocarril, donde se avanzó sólo el 26%”.

En su presentación, los referentes de las asambleas de inundados identificaron y desglosaron varios inconvenientes centrales. Alertaron sobre “atrasos inexplicables” en determinados tramos de las obras hidráulicas; consideraron que “la situación actual se encuentra en una condición de mayor riesgo que en abril de 2013”; y descartaron que hoy el impacto urbano de las tormentas sea menor, como sostienen en Hidráulica. “Sólo basta con observar las consecuencias en la Ciudad después de la reciente lluvia corta, aunque intensa y de poco milímetros”, señalaron.

Al respecto, en un documento los asambleístas sostuvieron que se sigue “induciendo” a decir que “las obras evitarán un escenario como el del 2 de abril, cuando todos los especialistas dicen que una vez finalizadas las obras, si lloviera lo mismo, el área afectada sería casi la misma”. En otro párrafo advierten que para que La Plata soporte lluvias similiares “hacen falta muchas más obras, incluyendo 50 hectáreas de reservorios y nuevos e importantes conductores troncales”.

Por otro lado, los nucleamientos vecinales alertaron que el arroyo Del Gato, principal desagüe pluvial de la Ciudad, presenta entre el camino Centenario y las vías del ferrocarril Roca, un cuello de botella entre el cauce ensanchado y el viejo. En ese tramo, denuncian, el avance de las obras es “bajo”. Y cuestionaron, a su vez, la decisión de disminuir en 10 metros el ancho del canal a la altura de una papelera.

Entre otros aspectos también advirtieron que “el puente de ruta 15 se licitó en junio de 2014 y no avanzó un metro” y resaltaron que “surge ahora que el retiro del terraplén bajo el viaducto ferroviario de Ringuelet-Tolosa no fue contratado, cuando uno de los motivos fue evitar el efecto “embalse” que sufrimos en 2013”.

Rodrigo Silvosa, subsecretario de Infraestructura Hidráulica de la Provincia, considera, en cambio, que “hoy La Plata tiene obras que no están terminadas pero algún alivio le traen. El alivio total va a venir cuando estén finalizadas”, por lo que subrayó que “no es real” que el riesgo actual de inundaciones sea mayor que en 2013. “Eso habida cuenta de que hay un montón de obras hechas y el arroyo Del Gato ya está ensanchado, con lo cual la capacidad del cauce es superior a la de abril de 2013, cuando no había ninguna obra en La Plata y por eso el agua se quedó todo el tiempo que lo hizo”, sostuvo.

Si bien el funcionario bonaerense subrayó que la mejora en el escurrimiento “se constata a simple vista”, reconoció que los embudos se generan porque “las obras aún no están terminadas”. Por ello remarcó que “el rendimiento en plenitud que nosotros esperamos se verificará recién cuando estén finalizadas”.

Sin embargo, dijo, “en la medida en que exista un lugar donde se pueda estacionar el agua que no sea la vereda de un vecino, y esa agua está dentro de un canal, está conducida o tiene una mayor velocidad, hay una mejora. No es para relajarse, todavía falta terminar la obra, pero estamos constatando que con el avance que hay, la Ciudad va, de a poco, mostrando una mejoría”, sostuvo.

el freno de las interferencias

Otra las cuestiones a las que aludieron los damnificados por la catástrofe de 2013 fue el plazo fijado por las autoridades de Hidráulica para la finalización de las obras centrales. “Se evidencia una alta irresponsabilidad al decir que las obras estarán terminadas en el primer trimestre de 2018, cuando el derivador de calle 131 tiene una interferencia que requiere una obra para su resolución que aún no fue adjudicada, y demandaría un plazo estimado en 180 días al cual deben adicionarse los imprevistos como días de lluvia y eventuales problemas técnicos y laborales”, resaltaron en un informe.

Ante las dudas vecinales acerca de la velocidad de los trabajos, Silvosa afirmó que por estos días están abocados a solucionar los problemas plantean el gasoducto y los electroductos que afectan al colector de la 31 y al de la 143. “Son dos interferencias importantes que al momento de asumir no estaban contempladas en ningún lugar. No había ningún tratamiento. En dos años logramos identificar la interferencia, establecer el proyecto a realizar, lograr un entendimiento con las empresas Edelap y Camuzzi, licitar las obras y hacer la remoción de las interferencias”, explicó.

Y adelantó, en tal sentido, que si los pasos salen “de acuerdo a lo planificado, el electroducto va a estar removido en diciembre de este año”. Detalló a su vez que el gasoducto “ya está para adjudicar”. “Si logramos hacerlo antes de que termine septiembre (como está previsto) y conseguimos mantener el ritmo de trabajo, con un plazo de obra de seis meses esa interferencia va a estar removida en marzo del año que viene”, calculó.

“Obviamente -aclaró- esos plazos van a estar supeditados a que no llueva o a que no aparezcan nuevos problemas. Lo importante es que existe la voluntad de la administración provincial de terminar las obras lo antes posible”, afirmó.

LOS PUENTES Y LA REUBICACION

El escenario aguas abajo del Centenario, donde la traza no está totalmente liberada porque aún falta reubicar a más de un centenar de familias que viven a la vera del Gato, es motivo de inquietud para los veedores vecinales de las obras. Al igual que la “inacción” en ciertos puentes que aún no están iniciados -como el de ruta 15, 520, 19 o 31. Sostienen que “son necesarios para que el sistema funcione con eficacia, “ya que los canales fueron proyectados para conducir y no como reservorios”.

“La Plata todavía tiene una situación de vulnerabilidad porque las obras aún están en marcha -reconoce Silvosa-. Pero desde que nosotros llegamos hasta ahora los trabajos tomaron ritmo, se licitaron los que faltaban, tenemos un avance importante en el conducto de la 31 y de la 143, hemos progresado con las relocalizaciones, sacamos el obstáculo de la papelera y avanzamos con el puente de camino Centenario y el de diagonal 74”, continuó.

Semanas atrás, desde Hidráulica habían deslizado la posibilidad los conductos de 31 y 143 se conecten en diciembre, a pesar de que la obra del Gato no estará para entonces terminada, algo que los asambleístas rechazan de plano. “Nos oponemos terminantemente a que se conecten los derivadores de 131 y 143 en diciembre, sin estar concluidas las obras aguas abajo entre el Centenario y el ferrocarril, incluyendo la remoción completa del terraplén ferroviario tal como se prometió”, indicaron en un documento.

Y subrayaron: “Lamentablemente, el hecho de que las obras hayan avanzado al revés de lo que correspondería, es decir desde aguas abajo hacia aguas arriba, genera que lo que puede beneficiar a algunos afecte a otros, en este caso a los habitantes de Tolosa y La Cumbre”.

Al respecto, Silvosa aclaró que “todas las decisiones que vamos tomando se hacen sobre cálculos y modelaciones que se van haciendo en la medida que avanzamos con las obras. En diciembre veremos qué situación tienen todas las obras de la cuenca y qué factibilidad existe de hacer las conexiones de los dos colectores. Para ese mes todavía vamos a tener la interferencia de los gasoductos, por lo cual una parte de los aliviadores va a tener la posibilidad de estar conectada y otra no”.

Por último, sobre la previsión presupuestaria para 2018, el funcionario señaló que desde Hidráulica están proyectando incluir, entre otras obras, la construcción de dos colectores en calles 15 y 17 y el reservorio de Los Hornos, a la altura de 131. Enfatizó que el presupuesto lo están elaborando los legisladores, por lo que las intervenciones mencionadas “van a requerir la aprobación legislativa”.

Como se sabe, entre las obras de mayor relevancia que contempla el “mega-plan” hidráulico se cuentan el ensanchamiento y canalización del arroyo El Gato, originariamente el principal desagüe natural de la Región; el conducto derivador de avenida 31, entre el barrio Cementerio y El Gato, para “atajar” y desviar el agua que entra al casco histórico desde el arroyo Regimiento; el canal derivador de avenida 143, desde San Carlos hasta El Gato, para aliviar los entubamientos del arroyo Pérez a su paso por el casco y Tolosa; y la adecuación de los drenajes del Maldonado, otro de los grandes arroyos platenses, que muere en los bañados del sur de Berisso.

43

Son los meses que pasaron desde el inicio de los procesos licitatorios para el inicio de los trabajos. En principio, se anunció que estarían terminados en diciembre de 2016.

12

Son las obras que se encontraban paralizadas a fines de julio 2017, por diferentes “imprevisiones”: interferencias, faltas de mensura en terrenos, falta de proyecto ejecutivo, falta de permisos municipales, oposición vecinal.

77%

Es el nivel de avance de la totalidad de las obras de todas las cuencas, para fines de julio de 2017.