El auge de la actividad náutica: un afán por conectarse de una manera diferente con el ambiente natural

La actividad náutica se encuentra en auge en la Región, donde las disciplinas recreativas y deportivas crecieron después de la pandemia en clubes y en establecimientos privados, generando demanda en las amarras. En algunos lugares, no hay cupos para asociarse y también para comprar los derechos de los espacios para las embarcaciones. Ante este panorama, se generaron listas de espera.

Entre La Plata, Berisso y Ensenada, hay 1025 amarras: 780 pertenecen a barcos (el mayor porcentaje son veleros de recreo. También hay de regatas, motoveleros y algunos cruceros) y 245 a lanchas (mayormente cabinadas y de recreo). Por su parte, hay 473 perchas para botes (predominan los par simple sobre los doble). En lo que respecta a los deportes náuticos, los más elegidos son remo, canotaje, y yachting. Más allá de que varias personas los realizan de forma recreativa, muchas participan en torneos locales y nacionales. En la actualidad, hay más de 500 deportistas federados en la Región y una vez que finaliza el año calendario, se hace un conteo y se elige al deportista más ganador de la zona.

A su vez, muchos dueños de embarcaciones participan de las clásicas Regatas locales, que se realizan a lo largo de todo el año. El Club Regatas organiza en base a los calendarios de Federación, cuando le toca ser sede; el Náutico de Ensenada es anfitrión de la Katz, la Cingano y la Seara; mientras que el Náutico de Berisso es organizador de la Aniversario (por el club), Prefectura e Inmigrante.

La cuota mensual para asociarse varía entre los 10.000 y los 20.000 pesos, dependiendo de la categoría (adherente y activo). A eso se le debe sumar la adquisición de los derechos de la amarra, donde su valor depende de las dimensiones del barco: si el tamaño es mayor, sale más caro; y si es menor, sale más barato. En el caso de un velero de 30 pies (9,14 metros de eslora) puede valer más de 2 millones de pesos. Por su parte, se debe pagar todos los meses una expensa para el mantenimiento de la amarra: por un velero de 20 pies (6,09 metros de eslora) puede costar entre 35 y 45 mil pesos; mientras que por otro de 35 pies (10,67 metros de eslora) puede salir entre 65 y 75 mil pesos por mes. En cuánto al alquiler de una percha para un bote de remo, el precio puede salir más de 8.000 pesos por mes.

CLUB REGATAS LA PLATA

Es el más antiguo de la Región, con 122 años de historia. Con salidas al Arroyo Doña Flora y al Delta del Río Santiago, posee instalaciones para amarrar todo tipo de embarcación y también para hacer actividades acuáticas como kayak, remo, canotaje y yachting, entre otras, tanto a nivel recreativo como deportivo.

“La actividad náutica está en crecimiento y viene de los últimos diez años o un poco más. Se acentuó más estos últimos cuatro-cinco años, con la post pandemia. El indicador nuestro es la demanda de perchas para kayak o remo y las amarras para los barcos. Hay un mix entre lo que es la cuestión deportiva y competitiva: en el club tenemos las escuelas deportivas y los planteles de competición completos en todos los niveles”, señaló el presidente de la institución, Diego de Nicola.

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Además dio los detalles del crecimiento de la actividad náutica: “Hay un auge y eso se muestra también en la cantidad de socios y socias que tiene el club en la actualidad. Estamos en un punto récord, porque hay una tendencia a estar en contacto con la naturaleza, cerca del río y con otra tranquilidad”.

En la Región, actualmente hay amarradas más de mil embarcaciones

La demanda es tan grande, que el club llegó a su tope tras alcanzar los 5.500 socios. “Tenemos una lista de espera para asociarse. Eso es más que nada para que el club no colapse en los servicios (baños, vestuarios, quinchos, piletas). También hay lista de espera para el ingreso de nuevos barcos”, señaló el presidente.

El Regatas es el club que más embarcaciones posee en la Región: en total, cuenta con 420 barcos, donde la mayoría son veleros de recreo. También hay veleros de regata, motoveleros y algunos cruceros que son pequeños. Después cuenta con 80 lanchas, donde la mayoría son cabinadas; y cerca de 300 botes de travesía particulares (el gran porcentaje lo componen los par simples).

Además el club posee botes de competición propios. “Tenemos algunos botes Optimist, de canotaje y de paseo, que cuando sos socio tenés acceso. Son esos de madera antigua. Dentro de lo náutico, hay variedad”, agregó De Nicola.

Más allá de la expectativa que existe y de las obras de ampliación que se han hecho, hay un límite en la capacidad: “Encaramos la construcción de nuevas amarras, pero la capacidad nuestra está al tope. Ganamos algunos lugares y lo mismo con los kayak. No tenemos más espacio para expandir nuestra capacidad instalada”, agregó el presidente del club.

El Club Regatas organiza competiciones de remo, canotaje y yachting, que generan una enorme atracción durante todo el año. “También hay un calendario de Regatas de vela mayor, de canotaje y de remo, que esas forman parte de los calendarios de federación. Te dan fechas para ser sede y ahí es cuando nosotros somos organizadores”, destacó De Nicola.

La expansión de las actividades del club también van de la mano con el crecimiento del Barrio Regatas, donde se han construido nuevas casas en la calle principal, Bruno Zabala, para pasar el fin de semana o para instalarse de manera definitiva. El interés de las personas por mudarse es el espacio verde que ofrece la zona y la tranquilidad que otorga, como así también la cercanía para realizar las actividades náuticas en el club.

NÁUTICO DE ENSENADA

Es otro de los que ofrece una amplia variedad de actividades náuticas, tanto recreativas como deportivas. Desemboca en el Arroyo Doña Flora y también es una de las instituciones más históricas de la Región, con 95 años de vida.

En la última década tuvo un gran crecimiento en su masa societaria y también en infraestructura, ya que triplicó su espacio. “Con la pandemia, mantuvimos a los socios. Después, como el club fue haciendo algunas obras, creció de a poquito el número”, señaló el secretario del club, Emiliano Casalino.

Actualmente, el Náutico cuenta con 2240 socios y posee 153 embarcaciones, donde la gran mayoría son veleros de regatas. También cuentan con unos pocos veleros antiguos, botes par simple (predominan), chinchorros y par dobles. Por su parte, en la institución no hay lanchas amarradas. “El dueño de la embarcación tiene que ser sí o sí socio. Si son dos dueños, tienen que ser socios ambos”, agregó Casalino.

Además aquellos socios que quieran andar en bote, deben realizar un curso breve para aprender lo elemental de la práctica. En caso de no realizarlo, no podrán hacer la actividad.

A su vez posee una amplia variedad de actividades deportivas como canotaje, remo y vela, mientras que también organiza tres Regatas al año: la Katz, la Cingano y la Seara. Además, durante el calendario anual se hacen dos navegaciones por el Río Santiago para aquellos socios del club que nunca lo hicieron, en barcos pertenecientes a otros socios. También el club realiza los cursos náuticos de Timonel, Patrón de Yate y también de motores fuera de borda.

“Hay una tendencia a estar en contacto con la naturaleza, cerca del río y con otra tranquilidad”

En la actualidad, el objetivo del club es realizar más obras para poder ampliar las amarras, debido a la alta demanda que existe: “El objetivo es poder sumar aproximadamente 120 embarcaciones más. Sería un gran salto de calidad. La náutica siempre tiene demanda por las amarras. Somos de los pocos clubes que van generando nuevas, porque los demás están llenos. Hay gente que está viniendo desde Quilmes, San Isidro y Capital Federal, para poner el barco acá en el club. Eso nos beneficia un montón”, agregó.

En lo que respecta a las obras de ampliación, el Náutico de Ensenada obtuvo la cesión de tierras hasta el Río Santiago, por parte del Municipio en 2015. Y desde ese momento, comenzó con el armado del camino, el arreglo de la costa, la plantación de árboles y la colocación de marinas. “Se adecuó el lugar, se rellenó y ahora se empezó a hacer el tablestacado. Seguramente este año se dé para poner todas las nuevas marinas y eso le va a dar un salto de calidad al club, porque le va a dar otros ingresos. No solo por las embarcaciones”, dijo Casalino, quien también remarcó que se colocaron nuevas marinas sobre el Arroyo Doña Flora.

Náutico de Berisso

También tiene un rol protagónico en la difusión de la actividad náutica de la Región. Con casi 48 años de historia, cuenta con 200 socios, 75 barcos, 40 lanchas y 30 kayak en sus instalaciones. La mayoría de sus embarcaciones son veleros de paseo, mientras que también poseen algunos veleros de regatas, cruceros chicos, lanchas cabinadas y algunas semirrígidas.

Además el club cuenta con dos joyas históricas: en primer lugar, una goleta chiquita de la década del ´30, que está por cumplir 100 años y que fue totalmente restaurada. Después hay un catamarán que se hundió hace muchos años atrás y que fue reflotada por una persona, tras ser adquirida.

Con salida al Arroyo del Saladero, ha tenido un gran crecimiento en los últimos años, aumentando sus socios y también agotando la disponibilidad de amarras. “Con respecto a la demanda para socios, en amarras estamos cubiertos. Hay lista de espera y cada vez que se desocupa una amarra, se llama al primero de la lista para que la ocupe. En el predio para guardería de lanchas y kayak, siempre tenemos una rotación; porque mucha gente que es de verano hace el traslado de su vehículo a su domicilio por el invierno. Después hay otros que son permanentes y se quedan todo el año, porque le gusta la pesca o por el canotaje. La demanda es constante, pero también tiene sus altibajos”, argumenta el presidente del club, Raúl Collazo.

Además, afirmó que hubo un crecimiento después de la pandemia: “Todas las personas buscaron una actividad recreativa y la náutica fue una de las más elegidas. La actividad se recuperó casi en un 100%”.

“Hay lista de espera y cada vez que se desocupa una amarra, se llama al primero de la lista”

Durante el año, el Náutico de Berisso se encarga de organizar tres Regatas: en mayo, la “Regata Aniversario” por el nacimiento del club; en julio, la “Regata Prefectura” por el aniversario de la fuerza federal de seguridad; y en septiembre, la “Regata Inmigrante” por el aniversario de la Fiesta del Inmigrante. Además cuenta con remo, vela y canotaje, siendo esta última la más requerida. “De todas las actividades, fue la que más creció. Nosotros hicimos un galpón grande bajo techo, donde se guardan los kayak. Esa actividad ha crecido muchísimo por los cursos que se dan y también por la gente que decide emprender una actividad náutica, porque es una de las más accesibles”. Además se realizan cursos sobre la disciplina, al igual que de timonel y Optimist.

A su vez, el Náutico de Berisso tiene como objetivo ampliar las amarras, ante los pedidos de la gente: “Tenemos un proyecto de ampliación de alrededor de unas 15 amarras del lado sur del club. Estamos trabajando en eso y aparentemente estaría en aprobación del Consejo Deliberante de Berisso. En cuánto se confirme eso, empezaríamos a trabajar. Después más predio no tenemos, ya que está cubierto con lo que el Municipio nos cedió”.

MARINA DEL SUR

Es un complejo privado que ofrece amarras en Berisso. Con salida al Arroyo del Saladero, posee unas 350 embarcaciones que se dividen en dos sectores: en el primero, existe una cochera para vehículos de hasta 19 pies (5,79 metros de eslora), que se ubican uno encima del otro en espacios cerrados; mientras que el segundo sector, hay amarras en agua y en espacio seco, para guardar embarcaciones de hasta 40 pies (12,19 metros de eslora).

Generalmente predomina todo lo que tiene motor, como lanchas, motos de agua, cruceros; mientras que en el complejo hay pocos veleros. “La gente acá apuesta al motor. Tenemos un público joven, donde algunos guardan unos meses su moto de agua y se van”, afirmó el dueño de Marina del Sur, Oscar Campagna. Además, junto con la Comisión de Turismo de Berisso, se realizan actividades turísticas por el Delta, con el objetivo de que la gente esté en contacto con la naturaleza.