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Unicornios argentinos: la cara de un negocio que explota en la web

El país tiene once empresas que alcanzan esta categoría y figura en el top ten mundial. La digitalización acelerada que impuso la pandemia, una clave del fenómeno

Unicornios argentinos: la cara de un negocio que explota en la web
29 de Agosto de 2021 | 02:10
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Santiago Sosa todavía recuerda cuando, hace ya más de diez años, mientras aún estudiaba ingeniera informática en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires, tomaba dos colectivos para ir a encontrarse con los dueños de pymes a los que quería explicarle los beneficios de estar en línea y ser parte de TiendaNube, la plataforma de comercio electrónico que había creado junto a otros compañeros de la universidad. Santiago lo recuerda y no disimula el orgullo: de aquellos viajes en micro y de esa tarea paciente y tenaz, casi de hormiga, hoy pasó a liderar una empresa que cuadriplicó la cantidad de empleados en los últimos 18 meses tanto aquí como en Brasil. Y no es lo único. Ni siquiera lo más impactante: la plataforma surgida en un aula de facultad alcanzó este mes una valuación superior a los 3 mil millones de dólares –casi el doble que los 1.740 millones que vale YPF- y se sumó así al selecto club de los unicornios argentinos, integrado ahora por once empresas de base tecnológica cuyo valor supera los mil millones de dólares. Entre todas protagonizan una explosión económica a la que, por el nuevo escenario digital planteado en pandemia, muchos aún no se animan a trazarle un límite.

Para entender la velocidad del fenómeno, tal vez baste con decir que hasta el año pasado el club de los unicornios celestes y blancos lo integraban sólo seis empresas, todas vinculadas con internet y las nuevas tecnologías. Y que hasta el 2018, las startups nacionales eran apenas cuatro y el nombre de “unicornio”, a decir verdad, no remitía tanto a estas firmas de base tecnológica sino más bien a esos animales con patas de antílope, ojos de cabra y un cuerno blanco en la frente.

Aunque parezca un lugar común inspirado en Silicon Valley, muchas de estas empresas surgieron de largas charlas y ocurrencias entre compañeros de estudio, con un par de notebooks como herramientas y las ansias de emprender como principal bandera. Al caso de Santiago se le puede sumar el de Gastón Taratuta, fundador del unicornio Aleph Holding y formado en marketing digital en una institución privada de Buenos Aires, o el de Patricio Jutard, cofundador de Mural y recibido de ingeniero informático en la Universidad de Palermo. Pero también el de emprendedores que estudiaron en Harvard –como el joven Pierpaolo Barbieri, fundador de Ualá, y Alejandro Oxenford, creador de OLX-, ingenieros o arquitectos formados en la UBA o, incluso, el notable ejemplo de Guillermo Rauch, que estudió en el Carlos Pellegrini de CABA y no terminó. Tampoco estudió programación ni tiene títulos de grado, pero, tras crear un software de código abierto llamado Vercel, es hoy en día un referente global en plataformas online veloces.

“El Bitcoin está siendo institucionalizado: de ser un invento, o mala palabra para muchos, pasó a ser aceptado como parte de la economía por muchos inversores tradicionales”

Emiliano Grodzki. Cofundador de Bitfarms, empresa encargada de minar criptomonedas

Una clave del boom, como se dijo, está en la digitalización acelerada que impulsó la pandemia. Lo que para muchos es hoy la soja de la era digital –lejos de comparaciones que incluyan animales mitológicos o paisajes de fantasía-, tiene en casos como los de Santiago y su TiendaNube un claro ejemplo de la infinidad de posibilidades que ofrecen por estos días las nuevas tecnologías.

La empresa de Santiago, como se dijo el último unicornio en calzarse la celeste y blanca, fue valuada en 3.100 millones de dólares en los últimos días y se ubicó detrás de las brasileñas Nubank (una fintech) valuada en 25 mil millones de dólares y QuintoAndar (inmobiliaria) con 4 mil millones; la mexicana dedicada al mercado automotriz Kavak (4 mil millones) y la app de envíos Rappi, con sede en Colombia (3.500 millones). Su presencia en el mapa global no es aislada: Argentina figura en el top ten mundial por sus unicornios argentinos.

En nuestro país el camino que iniciaron hace más de quince años MercadoLibre, Globant y Despegar (que ya dejó de tener valuación de unicornio debido a la crisis del sector turístico) tiene nuevos protagonistas como la empresa de ciberseguridad Auth0, la fintech Ualá o la plataforma de trabajo colaborativo Mural, por citar los ejemplos más recientes.

Lejos de aquellos viajes intentando convencer clientes, TiendaNube prevé sumar más de 1.500 colaboradores en la región hacia fines del 2022, con el objetivo de armar equipos de trabajo en cada país en el que operan. “Hoy somos 900 personas y creemos que podemos ser unas 5 mil en los próximos cinco años –dice Santiago-. El objetivo es triplicar el volumen de aplicaciones integradas a la plataforma durante los próximos 18 meses, para garantizar más variedad y ventajas competitivas con la finalidad de que los clientes elijan las soluciones más convenientes para su negocio”.

“Vi un artículo que me describe como el ‘enfant terrible’ de las finanzas. Si soy enfant a los 34, lo tomo. Muchas gracias. Pero algo te dice de la industria…”

Pierpaolo Barbieri Fundador de la aplicación de finanzas personales Ualá

La plataforma opera en un ecosistema de más de 90 mil marcas, de las cuales la mitad están en la Argentina y corresponden a emprendedores, negocios de familia o pymes que crecieron de forma acelerada en los últimos meses por el contexto de pandemia. Según Santiago, “a nivel global hay una revolución en la que toma protagonismo la pyme, porque quiere vender directo al consumidor, sin perder su identidad, su marca. Como contraposición a un ‘market place’, que es el modelo de negocio de Mercado Libre, las plataformas como TiendaNube no somos agregadores o integradores sino que ponemos la tecnología en la mano de las pymes. Actualmente hay una tendencia global a eliminar la intermediación”.

El modelo de TiendaNube tiene por clientes a las empresas: crean las tiendas para y con ellos y forman parte de un “ecosistema integral de soluciones y servicios relacionados con medios de pago, envío, sistemas de gestión, marketing, redes sociales y conexión con múltiples canales de venta”, según la empresa.

UN ORIGEN PLATENSE

Otro de los unicornios argentinos que ejemplifican el boom es el de Globant, la empresa fundada en 2003 por el platense Martín Migoya y tres amigos: tras ofrecer servicios globales de tecnología y crecer a pasos agigantados fuera del país, anunció este año que generará 2.500 empleos como parte de un proceso de expansión que realizará en las doce ciudades de Argentina donde tiene presencia, incluida La Plata.

Para Patricia Pomies, Chief People & Delivery Officer de Globant, la clave hay que encontrarla en “el potencial transformador que tiene la tecnología. Es una industria que tiene el poder de igualar oportunidades y de propulsar la diversidad, generando conocimiento, equidad y alto valor agregado”.

“Hoy somos 900 personas, de las cuales 450 están en la Argentina. Creemos que podemos ser unos 5 mil en los próximos cinco años. El objetivo es triplicar el volumen de aplicaciones durante los próximos 18 meses”

Santiago Sosa CEO y Cofundador de TiendaNube

El unicornio que tuvo su origen en La Plata tiene más de 16.250 profesionales y está presente en 18 países trabajando para compañías como Google, Rockwell Automation, Electronic Arts y Santander, entre otras.

Claro que su expansión es, como se dijo, prueba de un fenómeno cada vez más dinámico y cuyos actores no paran de sumar buenas noticias al equipo de unicornios nacionales. En marzo pasado, de hecho, la startup Vercel (fundada por Guillermo Rauch, de apenas 30 años) anunció un valor de mercado de 1.100 millones de dólares, muchísimos más de lo que valía hace unos cinco años, cuando nació como una simple plataforma utilizada por programadores informáticos para hacer web dinámicas y veloces.

“La pandemia aceleró los procesos de digitalización. En países donde las ventas por internet y los servicios financieros online no estaban tan desarrollados, ahora hay más oportunidad”

Gonzalo Blousson Presidente de la Asociación de Emprendedores de Argentina

Otro caso es el de Aleph Holding, una empresa de marketing digital que representa comercialmente a grandes redes sociales y empresas en mercados emergentes.

En julio pasado, el unicornio fundado por el argentino Gastón Taratuta recibió una inversión por parte del fondo CVC de 470 millones de dólares y logró un valor de 2 mil millones. Ese mismo mes, el 20 de julio, la plataforma de colaboración digital Mural se convirtió en el octavo unicornio argentino.

Se trata de una empresa surgida en 2011 que digitalizó las pizarras de las salas de reunión y facilitó el trabajo remoto y en equipo y que, por sus características, “explotó” en tiempos de aislamiento.

“Creemos en el potencial transformador que tiene la tecnología. Es una industria con el poder de igualar oportunidades y de propulsar la diversidad, generando conocimiento, equidad y alto valor agregado”

Patricia Pomies Chief People & Delivery Officer de Globant

Tampoco puede obviarse el caso de Bitfarms, la minera de bitcoin fundada por los argentinos Emiliano Grodzki y Nicolás Bonta con sede en Canadá y que el mes pasado alcanzó una cotización de 1.100 millones de dólares. O la de la incipiente Ualá, una app de fintech (industria financiera) fundada por el treintañero Pierpaolo Barbieri que también el mes pasado recibió fondos de George Soros y otros inversores y que ya funciona en Argentina y México con un valor de 2.450 millones de dólares.

GLOBALES Y EN ALZA

Entre todos los unicornios argentinos, abarquen el sector de finanzas, de colaboración en línea o de comercio electrónico, suman cerca de 130 mil millones de dólares, una masa de dinero acaso impensada para iniciativas surgidas de la curiosidad o la inventiva de jóvenes que, en su mayoría, hasta hace unos años cursaban las últimas materias de sus carreras informáticas.

A la hora de radiografiar estas inventivas, lo primero que surge es que se trata siempre de negocios regionales o globales y no existe por tanto la idea del escenario local. Ayudados por el contexto sanitario, crecieron al calor de plataformas y herramientas tecnológicas que facilitan no sólo el trabajo remoto, las ventas online o la programación informática sino también el espíritu inversor, en un escenario cada vez más ganado por las criptomonedas y en el marco de una región que volvió a estar en el radar de los grandes fondos de inversión extranjera.

El valor de cada empresa se establece de común acuerdo con los inversionistas. Los fondos apuestan por aspirantes a futuros unicornios en base a sus propuestas o las expectativas que genere el proyecto de cada empresa, y cuando la idea se materializa el capital invertido llega a multiplicarse por cien o incluso más.

“Es un sector que tiene muchísimo potencial –asegura Gonzalo Blousson, presidente de la Asociación de Emprendedores de Argentina-. La pandemia aceleró los procesos de digitalización y eso apalancó el crecimiento de empresas como Tienda Nube o Ualá. En países donde las ventas por internet y los servicios financieros digitales no estaban tan desarrolladas, ahora hay mucha más oportunidad”.

El nuevo ecosistema emprendedor del que habla Blousson se observa a nivel regional y, a la vez, marca el contraste de un mundo que puede subir casi tan rápido como puede caer: mientras las startups de América Latina pasaron de valer 7 mil millones de dólares en 2010 a 221 mil millones en 2020, las empresas tradicionales de la región tuvieron una caída de valor de 489 mil millones de dólares. Lejos de unicornios felices, para ellas la comparación más acertada parecería ser la de elefantes caídos y ya sin fuerzas.

Mitológicos y top ten
Fueron los financistas quienes en el año 2010 dieron el nombre de “unicornio” a las empresas de internet cuya valoración de mercado superara los mil millones de dólares. Sin que exista una razón oficial de ese origen vinculado al animal mitológico, siete años después de creada esta categoría –en 2017- eran sólo cuatro las empresas argentinas que integraban este club. Actualmente nuestro país figura en el top ten mundial por sus once unicornios.

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